Formado por los concejos de Caso y Sobrescobio, el Parque Natural de Redes está reconocido como Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Es ésta una tierra de naturaleza fértil, hogar de animales únicos como el urogallo y muestras de etnografía y cultura popular.
El río Nalón, que nace en Redes, funciona como arteria principal del Parque en su cuenca alta, dejando a su paso un paisaje de belleza pura que los habitantes de la zona han sabido preservar, entre otras cosas para deleite del visitante. También para beneficio de todos los asturianos, ya que de este río brotan las principales reservas de agua de la región y existe una central eléctrica que genera energía gracias al paso subterráneo de agua entre los embalses de Tanes y Rioseco.
Los bosques de hayas son otra de las características de este espacio protegido, ya que ocupan una parte importante de la superficie del parque. Redes guarda uno de los ecosistemas mejor conservados de la Cordillera Cantábrica, y entre su flora se encuentran fresnos, alisos, abedules, robles… A medida que el terreno gana altitud se van encontrando praderas, muy usadas para pasto y siega, y también para alta montaña, de más de 2.000 metros de altitud.
Casi todas las especies características de la Cordillera Cantábrica están representadas en Redes, muchas de ellas catalogadas como protegidas. La excelente conservación del hábitat hace que aquí se hayan visto osos pardos, nutrias, que ocupan el río Nalón y la mayor parte de sus afluentes, y dos tipos de murciélagos de especial interés: el murciélago de cueva y el murciélago de Geoffroy. A esto hay que sumarle rebecos, corzos, ciervos, martas, tejones, musarañas… la lista es larga, aunque destacan por su cualidad de «especies singulares» según el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Asturias la liebre de piornal, el desmán ibérico y el lobo ibérico, que cuenta con un plan de gestión propio.
Los bosques de hayas son característica fundamental de este espacio protegido, ya que ocupan una parte importante de la superficie del parque.
Pero es sin embargo el urogallo cantábrico, en peligro de extinción, uno de los animales que más interés despierta: aún se encuentran ejemplares en los hayedos del Parque, y su población es vigilada con cuidado ya que es extremadamente delicada. Anfibios, reptiles, peces e invertebrados también están representados en el Parque, con diversas especies de interés.
Una visita a Redes debe incluir también una parada en alguna de las localidades de los concejos de Caso y Sobrescobio. En ellas encontramos muestras de etnografía y arquitectura popular, y uno de los grandes atractivos para el turismo: una gastronomía tradicional, representada en la miel y el queso casín como productos típicos, que de seguro sorprenderá al paladar en cualquiera de los establecimientos hosteleros de la zona. El turismo rural ha experimentado un importante auge en los últimos tiempos, y tanto casinos como coyanes (naturales de Sobrescobio), de natural acogedores, han sabido adaptarse a los nuevos tiempos y disfrutar de las ventajas de un turismo sostenible. §
Del río Nalón brotan las principales reservas de agua de Asturias, y existe una central eléctrica que genera energía gracias al paso subterráneo de agua entre los embalses de Tanes y Rioseco.
Todo el Parque Natural es un lujo de paisaje y vida, en el que destacan especialmente tres parajes, declarados Monumento Natural.
El Tabayón del Mongayu
Cerca de la localidad de Tarna, en Caso. Para ver este Monumento sólo se puede acceder caminando, preferiblemente siguiendo la ruta PR.AS-60. La señalización marca el camino durante nueve kilómetros (ida y vuelta), mientras se recorre un espectacular hayedo hasta llegar al Tabayón, un salto de agua de 60 metros.
Cueva Deboyu
En Les Llanes, muy cerca de la capital de Caso, encontramos esta cueva de origen kárstico, inundada por el río Nalón. De unos 200 metros de longitud, se puede observar la entrada del río en la roca desde el puente Colorau, y la salida desde el puente Deboyu.
Ruta del Alba
Se inicia en Soto de Agues, en el concejo de Sobrescobio. Recorrerla supone pasear siguiendo la ribera del río Alba, y encontrando por el camino cascadas, saltos de agua y un espectacular desfiladero en el tramo final. La ruta son unos catorce kilómetros en total (ida y vuelta) de dificultad baja.
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