Más de cien profesionales trabajan ya en esta empresa de ingeniería, arquitectura, consultoría y direcciones de obra, que en 2010 ha visto consolidada su internacionalización en Angola. Su filosofía se basa en un engrasado equipo profesional de cuyo trabajo derivan la calidad, la productividad y la innovación que le caracteriza. Avelino Suárez es el Consejero Delegado, y hace incapié en el equipo profesional.
En reconocimiento público a su trabajo, acaban de recoger el Premio Innovación que concede la revista Ejecutivos.
-Siguen recibiendo premios por su filosofía de trabajo.
-Hemos recibido varios galardones, el último lo recogimos el 24 de noviembre de manos de la revista Ejecutivos, que nos otorgó el Premio Innovación. Del que más orgullosos estamos es el Best Workplaces, que el año pasado nos situó entre los 50 mejores lugares para trabajar de España, por detrás de Google. Nos satisfizo mucho porque recoge una de las grandes esencias de Impulso.
-Acaban de ganar un concurso internacional en Angola para construir tres mediatecas en el país. ¿Cómo es trabajar en Angola?
-Este es un proyecto muy querido por el Presidente de la República, que tiene previsto construir veinticinco mediatecas en el país en los próximos seis años. En un país como Angola, con una importante necesidad en formación, uno se encuentra que en el aeropuerto hay televisión de plasma o servicio wifi, pero el baño no funciona porque falta un fontanero para arreglarlo. Angola tiene una tremenda necesidad de saltar al futuro y uno de los sistemas que contribuirá a su mejora social y cultural será la implantación del citado programa de mediatecas.
“La principal característica de Impulso es su equipo profesional”
-¿Qué supone éste concurso para Impulso?
-Para nosotros ha sido un concurso muy importante porque nos coloca en una posición muy razonable de cara al futuro en Angola y porque supone el reconocimiento de la consolidación de nuestros equipos de trabajo. En esos proyectos han trabajado los profesionales de Impulso España junto a los de Lusimpulso, nuestra filial portuguesa. Nos fue de mucha utilidad no sólo por su alta profesionalidad sino por la facilidad del idioma. Nuestros profesionales de Impulso Angola también han tenido la oportunidad de participar en estos proyectos y como consecuencia se ha producido una trasferencia en tecnología, que es un objetivo propio de Impulso.
-La presencia en Angola forma parte de la internacionalización a través de países lusoparlantes. ¿Cómo plantean este proceso?
-En la pequeña experiencia que tenemos, la internacionalización exige un esfuerzo importante que yo desgrano en seis puntos: en primer lugar hay que detectar si hay posibilidades de negocio en el país dentro de tu campo, para lo cual hay que viajar y ver con ojos de empresa. En segundo lugar hay que hablar con los accionistas, porque una vez tomada la decisión de ir a un país no hay reparto de dividendos, porque hay que crear la infraestructura de la empresa. En tercer lugar es imprescindible trabajar in situ. Cuarto, hay que enviar a profesionales de alto nivel en la especialización requerida, que tienen que querer trabajar en el extranjero. Quinto, hay que contratar, y sexto, hay que realizar el proyecto y cobrarlo, en un país del que no conoces bien su parte jurídica. No son pasos difíciles pero exigen atención, inversión y un cierto riesgo. 
-Su equipo profesional es excelente. Uno de los objetivos de la casa es conseguir la felicidad en el trabajo, porque ésta es la base para conseguir un buen clima de trabajo por las razones siguientes: porque ir a gusto a trabajar es ya por si mismo un importante valor humano; porque el clima es imprescindible para trabajar en equipo -y en nuestra empresa eso es fundamental, porque en un proyecto trabajan como mínimo, entre cinco y diez profesionales,- y porque es la base de la productividad, que consiste en hacer las cosas con calidad, rápido y de forma coordinada, y lleva necesariamente aparejado un mayor nivel de competitividad.
-La innovación es fundamental en esta empresa. ¿Cómo la define?
-Del buen clima del trabajo deriva la innovación, que simplificando mucho yo defino como hacer las cosas bien. Bajo este punto de vista creo que la innovación es la suma de tres cosas: saber cuál es la tecnología que necesitas para tus proyectos y disponer de ella; en segundo lugar saber de la metodología, los mejores sistemas para desarrollar lo que produzcas; y en tercer lugar la creatividad que haga posible que la mejor tecnología y metodología se optimicen en beneficio de los requerimientos del cliente, para conseguir el trabajo final que se pretende. Ésta es la filosofía que aplicamos en todos los campos.
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