Son un equipo de mujeres muy pequeño, pero con un gran objetivo: hacer uso de su voz y de su comunidad para ayudar y empoderar a las mujeres y desestigmatizar la salud mental. Este es el vínculo que ha unido a Elena Menéndez –Miss Prosperity– con Gloria María Concha Agúndez y un pequeño grupo de mujeres.
Se conocieron a través de una formación de The Work of Byron Katie impartida por Chus Agúndez y la conexión fue instantánea. Gloria tiene joyerías en el sur de España, concretamente en Granada, y, tal y como reconoce en su web, ha sido la impulsora de un movimiento de mujeres empoderadas que diseñan y personalizan joyería, difunden el feminismo y mejoran la conciencia sobre la salud mental.
En una de las muchas charlas que mantuvieron, Elena le comentó a Gloria que ella hacía dibujos y ahí surgió la sinergia de hacer algo en colaboración. “Hemos creado una línea de joyas con los dibujos y las frases de Miss Prosperity –comenta Elena–. La idea es promover la autoestima, los valores en positivo y crear un mundo mejor. Esto lo hemos convertido en una joya con un precio asequible y con una buena calidad, porque están hechas en acero pensando en la durabilidad y en no generar deshechos. Cada una de ellas está levantada sobre tres pilares: que sea asequible, de calidad y que promueva valores”.
Con el fin de ayudar a todas esas mujeres que se encuentren en una situación complicada, GM Joyerías junto con todas aquellas que ya se han sumado al proyecto (Chus Agúndez ‘The Work’, Miss Prosperity, Mireia Martín y Ataly García Lozano, psicóloga) se comprometen a destinar el 10% de su facturación total para crear un fondo y que puedan acceder a sus servicios. Tal y como explican en su web “Juntas, podemos ayudar a las mujeres a darse cuenta de su valor, amarse a sí mismas y sanar”.
-¿Cómo surge la idea que da vida al proyecto?
-En realidad, la idea estaba flotando desde hace mucho tiempo porque, por nuestros bagajes y experiencias cercanas, ya estábamos en este camino y consideramos que la salud mental y emocional es prioritaria. Cada una desde su sector, creemos que es importante contribuir a desestigmatizar este tema sobre todo en las mujeres, aunque, sin duda, también en los hombres.
El proyecto hace pocos meses que ha nacido y se irá desarrollando con el paso del tiempo. Pero uno de sus pilares es que un tanto por cierto de la facturación anual irá destinado a mujeres que están en una situación complicada.
“Juntas podemos ayudar a las mujeres a darse cuenta de su valor, amarse a sí mismas y sanar”
-¿Iniciativa con sello totalmente femenino?
-Por el momento, somos un equipo de mujeres que, desde diferentes áreas y aspectos, estamos contribuyendo a este proyecto. Desde la gestión empresarial y comercial, hasta las profesionales que ofrecen sesiones a quienes lo puedan necesitar, pasando por la parte creativa.
Tal como abanderamos “Somos un equipo muy pequeño y nuestro objetivo es muy grande». Es cierto que cada una llega a él de una manera diferente y colabora desde su ámbito, pero todo de una forma tremendamente positiva con el fin de ayudar. De alguna manera estamos convencidas de que nuestras acciones contribuyen a que un cambio sea posible.
-¿Qué supone para ti el salto del papel al metal?
-Desde el punto de vista artístico o creativo, también es un reto. En lo que a mí me implica, por ejemplo, no es lo mismo hacer un dibujo para que termine en un soporte de papel, que hacerlo para que sea una joya. Hay que pensar en aspectos técnicos, que los dibujos estén hechos en una línea “limpia” y funcionen en el material de una forma limpia, porque van grabados con láser.
“Ver a Miss Prosperity grabada en una joya, es uno de los sueños que tenía. Ver que esa mujer va a viajar por todo el mundo llevando un mensaje y transmitiéndoselo a todos me resulta muy inspirador”
-¿Has notado cambios en las ilustraciones?
-Sí, sin duda. Cambia sobre todo en la simplificación y limpieza de la línea. Esto hay que conseguirlo sin que pierda riqueza el dibujo. En el papel puedo hacer sombras, matices, diferentes trazos que cuando se graban, no funcionan porque hay un proceso de digitalización y vectorización. Yo no dibujo en digital, lo hago en papel. Nací en los 80 y soy analógica. Sí que estoy en ese cambio en el que hay una hibridación y combino los dos medios, pero yo no dibujo directamente en un soporte digital y esto es un hándicap porque el dibujo, al digitalizarlo, no puede perder frescura ni definición. La reducción de la escala también es súper significativa porque yo suelo dibujar a Miss Prosperity en un formato A5/A6 y la muñequina tiene aproximadamente unos quince centímetros de altura. Ha habido un proceso largo de hacer muestras y ver qué dibujos funcionan y cuáles no.
-Desde tu punto de vista, ¿qué es lo más relevante del proyecto?
-Para mí es que hay un doble compromiso social. El primero, crear esto en nosotras mismas. Yo, cuando me compro una joya con un mensaje es como si me repitiese a mí misma esas afirmaciones. Lo mismo cuando se la regalo a alguien, estoy dando algo con una intención porque estoy promoviendo un valor positivo que probablemente me haga acercarme a esa persona y que nos mantenga unidos, como todo lo que tiene un componente sentimental. Además, al ser una joya que llevas puesta, estableces una relación de cercanía. Y luego está lo de contribuir y retornar algo a la sociedad a través de colaborar con este porcentaje.
“Cuando yo me compro una joya con un mensaje es como si me repitiese a mí misma esas afirmaciones”
-¿Por qué has decidido implicarte?
-Mi intención es crear un mundo mejor y promover valores. Cuanto más viral o exponencial pueda ser el mensaje, mejor. Ver a Miss Prosperity grabada en una joya, es uno de los sueños que tenía. Ver que esa mujer va a viajar por todo el mundo llevando un mensaje y transmitiéndoselo a todas las personas me resulta muy inspirador. Ya no sólo es una ilustración que enmarcas, cuelgas en una pared o guardas en un cajón. Se convierte en algo que me une de una forma simbólica a la persona que la lleva y, de alguna manera, está ayudando a promover todos estos valores. Esto, como concepto, me parece súper potente. En el mundo hay muchas personas que sufren por circunstancias muy bestias y, otras veces, porque nos creemos pensamientos que generan emociones y acciones que nos mantienen en una vida de sufrimiento. Hay personas que sufren mucho porque se creen sus pensamientos y éstos van en una dirección poco amable. Poder promover un cambio a ese nivel, me parece muy importante.
“Hay personas que sufren mucho porque se creen sus pensamientos y éstos van en una dirección poco amable”
-¿Se podría considerar un proyecto solidario?
-Me gusta más la palabra contribución. Solidaridad es como que yo te doy porque tengo y tú no. Me coloca en un lugar de poder, al otro le quito el suyo y sigue habiendo una asimetría. Contribuir quiere decir que todas las personas formamos parte de este mundo y, cada uno, da lo que tiene para nutrir al resto. Esto genera más horizontalidad y pluralidad. No es que yo te dé para sentirme yo poderosa, sino que lo hago desde mi humildad. La cuestión también es preguntar: ¿qué tienes tú? Porque seguro que también tienes algo que darle al mundo. Devolver a cada uno su poder y su capacidad.
-¿Qué nos hace falta para convertirnos en algo mejor?
-Creo que al mundo le hace falta hacer las cosas porque tengan un sentido y no por lo que obtengas de ellas. Lo podemos llamar propósito. Y no es que hacer algo por obtener resultados sea malo en sí mismo.
Si hablamos en términos filosóficos, a mí me encanta pensar en la integración de los dos principios que todas tenemos dentro de nosotras mismas, el ying y el yang. La energía masculina y la femenina. La masculina es, en términos de objetivos, el hacer, lograr, el salir al mundo a conquistar. La femenina tiene que ver con recibir, nutrir, con el descanso y el placer. Creo que el reto en esta nueva era que empezamos tiene que ver con esto. Integrar estos dos principios dentro de nosotros o de nosotras y salir como seres completos que contribuyen a generar un mundo mejor.
Gloria María joyerías
@missprosperity