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viernes 11, octubre 2024

Lorena Iglesias, fisioterapeuta. El poder de liderar tu salud

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Vivimos en una sociedad en la que, lo normal, es estar enfermos; que nos duela algo, que tengamos achaques o que las visitas al médico sean cada vez más frecuentes. Está asumido que hacerse mayor es sinónimo de tener goteras y de una salud debilitada por el paso del tiempo. ¿Y si no fuera así?

Lorena Iglesias acaba de publicar Lidera tu salud, un libro cuyo objetivo es hacer reflexionar y plantear pequeños cambios que, de manera progresiva, van a conseguir que tanto el cuerpo como la mente retomen su estado natural: estar sanos.

Asegura que el cuerpo es un ecosistema perfecto, que tiene el poder de auto curarse y que debemos devolverle el equilibrio que necesita a través de hábitos saludables, no solo físicos sino también emocionales. ¿Qué pasaría si comenzásemos a dirigir la mirada hacia adentro? ¿Cuántas cosas cambiarían si decidiésemos rodearnos de personas que suman y no que restan? ¿Es posible tomar las riendas y comenzar a crear nuevos patrones de funcionamiento?

Desde los seis años, Lorena practicó patinaje de velocidad. Compitió durante ocho años con la Selección Española y también fue entrenadora, pero la vida la condujo por otros caminos. Se graduó en fisioterapia, especializándose más tarde en neurología, ginecología, terapia manual y ejercicio terapéutico. La salud es un eje importante en su vida.

¿Qué pasaría si comenzásemos a dirigir la mirada hacia adentro? ¿Es posible tomar las riendas y comenzar a crear nuevos patrones de funcionamiento?

-¿Realmente la salud es lo más importante?
-Yo creo que, como en todo, hay muchas cosas que son importantes y cada uno en su vida tiene que darle espacio a lo que necesita. Es algo a tener en cuenta y, desde mi punto de vista, le doy mucha importancia porque estoy formada en el tema sanitario y necesité estar muy saludable para tener un buen rendimiento deportivo.

Lidera tu salud, libro de Lorena Iglesias, fisioterapeuta-Aseguras en el libro que la salud es un camino que escogemos. ¿Cómo explicarías esto?
-La salud es una suma de decisiones que van a favorecer que tu cuerpo esté estable, que no tengas enfermedades, o que tenga menos. Esto es a lo que me refiero. Nosotros podemos tomar unas decisiones que nos encaminen a que nuestro cuerpo y nuestra mente estén bien o, por el contrario, tomar otras que no nos conduzcan por un camino saludable.

-Mucha gente desarrolla un cáncer siendo deportista y cuidándose un montón. ¿La salud no es algo provisional?
-Si tú estás preparado y tienes un organismo fuerte frente aquello que se presente en tu vida, siempre vas a poder volver antes al equilibrio. Te vas a recuperar más pronto si tienes unas herramientas y un conocimiento de tu cuerpo, de cómo funciona y de lo que más le conviene en cada momento. No es que el camino de la salud evite la enfermedad, sino que, lo que hace, es prepararnos para que estemos más fuertes y que recuperemos antes el equilibrio.

-¿Lo normal es estar sano?
-Más que estar sano, lo normal es tender al equilibrio. El cuerpo es tan inteligente que le puedes estar machacando y privando de cien mil cosas que siempre, salvo que ya esté muy saturado, vuelve a ese estado. A esto me refiero cuando digo que la salud está siempre ahí y que nunca es tarde. Lo tenemos muy fácil, otra cosa es que lo veamos, que la sociedad nos esté diciendo que lo normal es estar enfermo cuando lo que se mueve ahí son otros intereses que están detrás. Los que trabajamos en sanidad, tenemos la responsabilidad de educar y de insistir en que el cuerpo y la mente tienen la capacidad de regenerarse hasta el último minuto de nuestra vida.

“No es que el camino de la salud evite la enfermedad, sino que, lo que hace, es prepararnos para que estemos más fuertes y que recuperemos antes el equilibrio”

"Más que estar sano, lo normal es tender al equilibrio"

-¿Cómo afectan las emociones a la salud?
-Las emociones son algo que vamos a tener ahí permanentemente. Lo que siempre digo es que hay que aprender a gestionarlas y cuanto más conozcas cómo funcionas o reaccionas tú a los eventos que se te plantean en la vida, vas a poder vivirlas de una u otra manera. Si sabes cómo hacerlo vas a poder equilibrarte antes, sino tienes conocimiento de ello, te vas a quedar anclado en esos sentimientos de tristeza o de euforia y esto te va a impedir tener una vida más placentera.

-Ahora se habla mucho de la salud mental. ¿Se debería enfocar como una parte más del bienestar?
-A raíz de todo lo que nos está pasando, estamos empezando a mirar hacia ahí y a darnos cuenta de que algo se nos está escapando. Es importantísimo empezar a explicar esto muy pronto, que los niños conozcan todas las emociones y cómo pueden gestionarlas. Los padres, evidentemente, también deberían formarse al respecto porque tanto influye en los niños como en ellos mismos. Hay que darle mucha más importancia de la que se le está dando porque es algo fundamental. Es uno de los pilares de la salud.

“Si estás viviendo una pequeña crisis porque necesitas dar pasos, en ese momento estás capacitado para cambiar y hacer lo que quieras”

-Dices que hay dos formas de estar en la vida, una desde el victimismo y otra desde la responsabilidad. ¿Qué cambia al posicionarte desde una u otra?
-El poder que tú tienes sobre lo que te está sucediendo. Si estás posicionado como víctima, desde el pensar que la culpa está fuera y siempre es de otros, realmente no puedes hacer nada más que esperar lo que te venga. Desde la responsabilidad, no quiere decir que lo que esté viendo sea competencia mía, sino que tengo la responsabilidad de actuar en base a que yo puedo controlar de mí. Yo decido y puedo cambiar mi actitud, el lugar donde vivo, las personas con las que me relaciono y otras muchas cosas.

-¿Todos tenemos la voluntad suficiente para trazarnos objetivos y conseguirlos?
-Hay momentos para todo. Si estás viviendo una pequeña crisis porque necesitas dar pasos, en ese momento estás capacitado para cambiar y hacer lo que quieras. Sobra decir que no tenemos por qué estar todos en este punto. En este sentido pienso que es más un tema de creencia que de realidad. Por ejemplo, está asumido que hacer ejercicio es muy difícil o que para adelgazar tengo que sufrir un montón, y eso me requiere mucho esfuerzo. Tan solo nos lo hemos creído y lo que hay que hacer con todo esto es limpiarlo.
Otra cosa importante es que nos marcamos metas que no son realistas y no están adaptadas a nuestra realidad. Esto hace que, muchas veces, haya gente que se plantee las cosas varias veces y como no las consigue, corrobora su propia creencia de que no puede. Ahí es donde está el problema. No es que no podamos asumir esas metas, sino que antes tenemos que trabajar otras cosas.

“Para mí lo más importante es estar abierto a otras miradas. Observar la vida, los sucesos, lo que nos pasa con unos ojos más inocentes, como si intentases ver algo que no estás viendo”

-Aseguras también que uno de los pasos importantes es saber quién eres. ¿A través de qué se llega a ese auto conocimiento?
-Esto se refiere a una búsqueda. A lo largo de tu vida va variando lo que eres y la cuestión es tener la mirada puesta siempre en ti. Desde ahí, desde tu conocimiento, puedes tomar unas decisiones que son las adecuadas para ti y no hacerlo en base a lo que te dicen que tienes que hacer o lo que deberías. La base es lo que tú quieres hacer en ese momento y lo que necesitas. Quizá lo que te sirvió hace un año, ahora no tiene por qué hacerlo. La cuestión es: pon la mirada en ti y adáptate a eso que quieres conseguir, pero en el momento en que tú estás viviendo ahora.

Lorena Iglesias, fisioterapeuta
Foto: José Ramón Navarro

-Reconoces que la consciencia es uno de los puntos más importantes. ¿Cómo se llega a ser consciente de uno mismo?
-Con mucho trabajo. Para mí lo más importante es estar abierto a otras miradas. Observar la vida, los sucesos, lo que nos pasa con unos ojos más inocentes, como si intentases ver algo que no estás viendo. También ayuda el escuchar a gente que opina de manera contraria a ti. Para mí, el trabajo en la consciencia se enfoca mucho en saber que no hay una verdad absoluta, sino que hay infinitas realidades. La verdad es que da un poco de miedo no tener ese control que te dan las certezas. Te obliga a salirte de la zona de confort, pero precisamente ahí es donde abres la mente y creces. Romper esos límites puede asustar, pero tampoco tienes porque salirte mucho del redil. Puedes sacar un pie, volver a entrar y retomar tu normalidad y comodidad. De lo que se trata es de ir abriendo la puerta de vez en cuando.

-Esa afirmación tan común de “yo soy así”, ¿te encarcela?
-Totalmente. Nosotros evolucionamos, somos organismos vivos y tanto cambia nuestro cuerpo como nuestra mente. También lo hace la realidad que estamos viviendo y esa realidad nos transforma y nos influye. Por eso, cada cierto tiempo hay que ver qué nos está funcionando y que no, qué necesitas y preguntarte si eso que hasta este momento fue una creencia y que tienes tan arraigada te está haciendo evolucionar y es positiva para ti. Si te genera paz o por el contrario te da confrontación o lucha. Yo creo que en el momento en el que dices: “soy así”, ya debes parar y cuestionártelo porque todos somos seres que evolucionamos.

“Yo creo que en el momento en el que dices: “soy así”, ya debes parar y cuestionártelo porque todos somos seres que evolucionamos”

-En ese camino ¿los mayores enemigos somos nosotros mismos?
-Nos influye mucho la sociedad en la que vivimos. Sí que es verdad que cada uno tiene el poder de decidir si hace o no algo, pero si todo lo que tenemos a nuestro alrededor nos está diciendo que no hagamos eso que queremos hacer, es posible que surja el miedo a salirte de lo establecido. Es una lucha por decidir entre lo que me dice la mente que debo o quiero hacer y lo que estoy viendo fuera. Pienso que es una mezcla de las dos cosas.

-El liberarse de la percepción de lo bueno o lo malo, ¿nos permitiría vivir más libres?
-El bien o el mal son juicios que damos y estos son creencias. ¿En qué te está limitando? Si algo que tú valoras como positivo te está generando un perjuicio o un daño psicológico, ¿hasta qué punto está bien? Siempre abogo por que miremos hacia nosotros y veamos si esa opinión que tenemos sobre si algo es positivo o negativo, nos está afectando en nuestra relación con otras personas o con la sociedad. No hay nada categóricamente positivo ni negativo, es un juicio que nosotros le damos y a veces hay que abrir un poco la mirada a otras realidades. Ese es el camino hacia una flexibilidad mental.

“La verdad es que da un poco de miedo no tener ese control que te dan las certezas. Te obliga a salirte de la zona de confort, pero precisamente ahí es donde abres la mente y creces”

-La búsqueda constante de la felicidad, ¿encadena?
-Desde mi punto de vista es lo que más puede hacerlo. Si tú estás constantemente buscando algo quiere decir que no lo tienes. No nos damos cuenta de que, al final, la felicidad es un instante. Precisamente las emociones son cambiantes y efímeras. Más que la búsqueda de esa felicidad, pienso que hay que buscar la flexibilidad, el estar bien cuando todo lo que ves no te gusta. Aunque más bien diría estar tranquilo, buscar paz, salirse de la confrontación, de la lucha. Puedo estar viendo algo con lo que no estoy de acuerdo y si quiero cambiarlo ya entro en lucha porque estoy emitiendo un juicio. En ese momento, lo único que puedo hacer, en lo que tengo responsabilidad y en lo que puedo trabajar es en mí misma. Puedo decidir estar viéndolo y permanecer tranquila y trabajar hacia donde yo quiero ir, pero sé que no lo voy a cambiar.

"Buscar paz, salirse de la confrontación, de la lucha”

“Más que la búsqueda de esa felicidad, pienso que hay que buscar la flexibilidad, el estar bien cuando todo lo que ves no te gusta. Aunque más bien diría estar tranquilo, buscar paz, salirse de la confrontación, de la lucha”

-En el libro planteas un viaje hacia adentro. En un mundo cada vez más volcado hacia lo externo, ¿qué es lo que te hace tomar esa decisión?
-Para mí el viaje comenzó en el momento el que dejé de hacer deporte a nivel profesional. Yo era muy joven, tenía muchas lesiones, sin embargo, cuidaba muchísimo la alimentación o las horas de descanso. Siempre fui muy disciplinada pero aun así me pasaban estas cosas y además tenía dolores de cabeza y muchas patologías que me hicieron pensar que había algo más. Ahí fue donde empecé el camino de indagar y buscar más en la línea del trabajo mental y emocional. Comencé a mirar más hacia mí y dejé de poner tanto el foco en el cuerpo. Así empezó todo.

-Encontrar ese equilibrio entre lo de dentro y lo de fuera, ¿es un objetivo prioritario en la vida?
-Al final la vida te va a pedir ciertas cosas y te va a poner en el camino vivencias que están fuera de lo que planeabas. Idílicamente el objetivo es mirar hacia adentro, pero vivimos en sociedad, tenemos una familia y hay momentos en los que es necesario dirigir la mirada hacia lo que tienes al lado. Hay sucesos que van a requerir que salgas a atender lo que hay fuera, pero luego vuelve el foco de nuevo hacia ti. Realmente todos los objetivos que nos hemos puesto están fuera, es la forma que tenemos de comunicarnos y es algo que nos hemos montado así como sociedad, pero hay veces que llega el momento de desmontarlo todo y empezar a crear otras realidades que fomenten otro tipo de relación.

“La naturaleza siempre te va a dar una ayuda para que tú recuperes el equilibrio porque tiene una vibración”

-¿Se debería incorporar todo esto a la educación de una forma natural?
-Desde mi punto de vista sí. Los niños pasan ocho horas en la escuela y es fundamental que, desde pequeños, introduzcan conocimientos de salud, de higiene corporal y mental… Yo sé que están empezando con el tema del mindfulness o el yoga y me parece genial porque ahí está la base. Creo que poner todo esto sobre la mesa es un gran reto y me parece que se están dando pequeños pasos bastante firmes en este camino. Cuanto más se incluya mejor.

-¿Salud y naturaleza son un binomio indivisible?
-La naturaleza siempre te va a dar una ayuda para que tú recuperes el equilibrio porque tiene una vibración. Si tú permaneces más tiempo en entornos naturales vas a favorecer tu vuelta a ese estado, pero cada uno tenemos que tener un autocuidado, porque puedes ir a la naturaleza, pero alimentarte con comida basura y fumarte todos los días dos paquetes de tabaco. Así estás entorpeciendo en gran medida ese equilibrio que necesitas. Es fundamental en un camino de salud estar en contacto con la naturaleza y cuanto más tiempo pases en ella, menos te va a afectar el ambiente que te rodea.

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