En la leyenda de la Ḷḷaguna´l Puertu Ḷḷeitariegus, el cuélebre es fruto de una maldición. Un peregrino pide posada en una fría noche de invierno pero nadie se la da. Antes de morir les maldice y su báculo se transforma en una enorme serpiente que se sumerge en la laguna y amenaza con embalsar el agua y anegar el pueblo de Brañas d’Arriba.
Los vecinos le ofrecen ganado para aplacarle. Una vez llega a tragarse un carro con bueyes y todo. Las ofrendas y su voracidad van en aumento hasta llegar a exigir el sacrificio de una virgen el día de San Xuan. Hasta que le toca el turno a una moza que le arroja el rosario que llevaba al cuello. El rosario se enroscará en el cuélebre y se transformará en una pesada cadena que hundirá al monstruo en el agua.
Por San Xuan puede oírse la cadena arrastrándose en el fondo del lago.
Cerca de Brañas d´Arriba existe el topónimo Valdecuélebre haciendo referencia a esta leyenda, que se extiende a las tierras leonesas de Las Omañas.
En Montrondo y Salientes se contaba que en la laguna conocida como Pozu Llao, hacia Tambarón, vivía una serpiente de siete cabezas que exigía el sacrificio anual de una doncella. En esta versión la moza que le toca en suerte ser el alimento del monstruo recibe un rosario de manos de una anciana que más tarde resulta ser la Virgen. El desenlace de la historia es el mismo que la leyenda canguesa.
Existe un romance compuesto por Enedina García que en sus coplas dice:
(…) «Y viendo salir del pozo siete cabezas lanzadas se dirige a la mayor que es grande y aguzada. Ella le tira el rosario y una cadena se armara que se apoderó de la fiera y a la hondura le arrastrara, librando así a estas gentes de tan horrible desgracia (…)»
Bajo este tipo de leyendas, al igual que los cuentos de princesas ofrecidas al dragón, subyace la antigua idea de ofrecer sacrificios (para que las cosechas sean propicias, evitar plagas, hambrunas y riadas) a las fuerzas no controladas de la naturaleza, alnumen del lugar en este caso encarnado en este telúrico reptil. De hecho en algunas leyendas comienza a ofrecérsele algo muy relacionado con la cosecha: una hogaza de pan.
El Cuélebre de Ḷḷeitariegus
