Con veintisiete años de historia, este cuarteto de guitarras se ha colocado entre los mejores. La nominación a un Grammy el año pasado les ha otorgado un reconocimiento en España que ya tenían en el resto del mundo.
Manuel Paz es uno de los componentes de EntreQuatre, y echa cuentas mientras comienza a hacer memoria: “Juntamos el grupo el Jueves Santo de 1984… veintisiete años ya”. Querían romper con la imagen del guitarrista solitario, y con el concepto clásico de la música de cámara, y empezaron muy fuerte: ese mismo verano coincidieron con el renombrado compositor Flores Chaviano, y le comentaron su idea. “Él no hizo ningún comentario, pero al día siguiente apareció con unas ojeras enormes y una obra compuesta para nosotros. En realidad estaba escribiendo algo para tres guitarras, pero lo nuestro le encajó, así que la adaptó y la terminó en una noche”. La obra se llamaba EntreQuatre, y bautizó de paso a la nueva formación. Ese fue el principio de una fructífera relación con Chaviano, que fue marcando la línea de su repertorio, con piezas creadas especialmente para ellos. En total, EntreQuatre cuenta con cincuenta y siete obras originales, de compositores como Paquito D’Rivera.
El primer concierto fue en una academia musical -“estábamos nerviosísimos, ¡y eso que sólo era tocar para amigos!”-, y después vino una gira por veinte institutos de Asturias. De ahí ganaron rodaje y soltura, y también la costumbre de comentar durante las funciones. Los conciertos importantes llegaron pronto, y empezaron a codearse con los grandes. Manuel Paz recuerda conciertos memorables, como una gira por Polonia donde consiguieron una ovación cerrada gracias a una versión de The Beatles: “La caída del muro de Berlín había sido hacía dos semanas y allí estábamos, viajando en tren por la costa del Báltico, con unos horarios horrorosos. Un día hicimos dos conciertos en un club juvenil y en las dos ocasiones pasó exactamente lo mismo: sólo con los primeros acordes de Michelle empezaron los gritos, fue una locura. Tocamos otras dos canciones más de los Beatles y luego tuvimos que explicar con gestos que ya no teníamos más. Hemos tenido éxitos en nuestra carrera, pero aquello se nos quedó grabado”. O como, en el veinte aniversario del grupo, tocaron en el neoyorkino Carnegie Hall. “Impresionaba muchísimo, ir por el pasillo viendo las fotos de Maria Callas, Yehudi Menuhin…”. O un concierto memorable en el Carnegie Hall de Pittsburg: “es el templo de la música de cámara en EE.UU.”
EntreQuatre están incluidos entre los tres mejores del mundo en su campo. Arrasan cuando tocan en el extranjero, especialmente en Estados Unidos pero aquí pasan discretamente.
Hubo etapas duras, como cuando cambiaron varios miembros del grupo. Es lo que Manuel Paz llama “la travesía en el desierto”. “Esto se acabó con la incorporación de Jesús Prieto, que musicalmente supuso un impulso y una mejora importante. Hay que tener en cuenta que la nuestra es una formación permeable, las habilidades de uno influyen en el otro, y con esto subimos el listón”.
EntreQuatre están incluidos entre los tres mejores del mundo en su campo. Su página web ha tenido más de 13.000 visitas, principalmente de países como EE.UU., Holanda o Rusia. España está en cuarto lugar. Arrasan cuando tocan en el extranjero, especialmente en Estados Unidos, pero aquí pasan discretamente. Esto cambió hace poco cuando, coincidiendo con su 25 aniversario, fueron nominados para el Grammy. El tema era “4 Asimetrías”, de Orlando Jacinto García. Manuel la describe como una obra estéticamente audaz, no demasiado accesible para el gran público, que sin embargo les ha reportado un enorme reconocimiento.
La satisfacción es aú mayor si se tiene en cuenta que, a pesar de su trayectoria, EntreQuatre tiene muy pocas grabaciones editadas. Precisamente ahora están trabajando en un proyecto llamado “Tierras Juntas”, junto al prestigioso Cuarteto Latinoamericano, con el que ya realizaron una gira por diferentes países. Para este trabajo se ha hecho un planteamiento multicisciplinar, contando con la ayuda del pintor Ramón Isidoro, que ha creado una obra con un tamaño de 12×3 metros. Del disco saldrá una edición limitada, y cada ejemplar llevará un fragmento del cuadro original. “Así, cada trozo tiene su textura y personalidad, su sentido propio, pero también un sentido todo junto, ya que se acompaña con una reproducción desplegable del cuadro entero”.
También andan preparando unos conciertos con el laudista árabe Driss El Maloumi, con quien ya han compartido escenario en diferentes ocasiones. “Siempre son conciertos de muchísima intensidad, él trabaja con la improvisación y eso para nosotros es un reto”. El espectáculo añade a la música el trabajo de actores que ponen en escena pasajes de literatura árabe y andalusí. Es un paso más en la búsqueda artística de este cuarteto. “Siempre, desde que empezamos a tocar en aquellos institutos, buscamos predisponer al público. Pensamos que el concepto de concierto tradicional está muy bien, pero hay que potenciar el espectáculo. Hay que ir más allá de la escucha”.