Cada vez es más habitual encontrarse con empresas que se dedican al alquiler de bicicletas eléctricas para dar a conocer los parajes naturales y la riqueza cultural de su entorno. Con el paso del tiempo será algo de lo más normal, ya que estos vehículos eléctricos ofrecen muchas ventajas y son el símbolo de la reconciliación con el medio ambiente.
La bici eléctrica es apta para todos los públicos. A priori es posible que uno pueda tener reparos en subirse a una por temor a no saber cómo manejarla, pero la cosa es más fácil de lo que imaginamos. Solo hay que pedalear y cuando llegue el momento, entra en marcha el pedaleo asistido eléctrico para ayudarnos. Es como una especie de cambio automático con un impulso añadido. Esto permite, por ejemplo, que las cuestas dejen de ser una tortura, se conviertan en algo asequible y a veces hasta divertido. Que nos podamos plantear hacer una ruta entre personas que no tengan una misma forma física porque se estrechan las distancias entre los experimentados y los principiantes, nos permite hacer muchas combinaciones y como consecuencia amplía fronteras. La bici eléctrica también nos va a permitir realizar largos recorridos que en principio nunca nos plantearíamos con una bici convencional. Además, puede utilizarla toda la familia, no hace falta ningún tipo de permisos y consumen muy poco: tienen una autonomía de 80 km y se cargan en 1,30 horas. Nada mejor que experimentarlo.
Originales propuestas
La popularidad del turismo en bici ha permitido que cada vez se señalicen más rutas y se abran más sendas especiales para las dos ruedas. Asturias está llena de propuestas, varias empresas con servicio de alquiler de bicis eléctricas nos hablan de algunas rutas con diferentes dificultades y duración que permiten disfrutar de la naturaleza y descubrir parajes insólitos. Hay rutas para realizar en familia, otras para experimentar retos deportivos, hacer recorridos tranquilos o la posibilidad de que nos diseñen una ruta personalizada a la altura de nuestras necesidades.
Los apartamentos rurales El Bosque de las Viñas en Boal, en pleno corazón del Parque Histórico del Navia, alquila bicicletas eléctricas para recorrer el concejo: «Apostamos por una nueva forma de turismo sostenible donde el cliente pueda desplazarse por carreteras locales sin apenas tráfico y sin tener que utilizar el coche. Creemos que es la mejor forma de disfrutar de este maravilloso paisaje que nos rodea, incluso para aquellas personas que no están acostumbradas a andar en bicicleta», comenta Nuria Santana. El Bosque de las Viñas ofrece ocho rutas autoguiadas de entre doce y treinta kilómetros a elegir. Una vez seleccionada, entregan al cliente un GPS con el track de la ruta elegida y un mapa con el trazado donde se indican con todo detalle los puntos de interés y dónde realizar las paradas.
En plena naturaleza y con unas vistas paisajísticas únicas, se encuentran los apartamentos turísticos Alborada del Eo en Villameitide (Vegadeo), regentados por Luis Vidal. Entre las variadas actividades que oferta este alojamiento está la posibilidad de alquilar bicicletas eléctricas para explorar la zona, una opción viable tanto para los clientes como para el público en general. Dos son las rutas que proponen.
La primera, un itinerario de unos 38 kilómetros que parte de Alborada y hace un recorrido por el conjunto etnográfico del Mazo de Meredo, la cascada de Cioyo y otros lugares pintorescos para luego, a través de pistas y carreteras, regresar al mismo punto. La segunda ruta es costera, parte de Villameitide, sube a la parte alta del pueblo para luego a través de pistas asfaltadas, visitar la Cruz del Carmen, Puntía, Vilavedelle, San Juan de Moldes, Vegadeo, Silvela, Beldedo y de nuevo Villameitide. Las bicicletas tienen autonomía suficiente para cualquiera de estas rutas.
La agencia S-Cape Turismo Activo tiene su establecimiento en Arenas de Cabrales, en pleno Parque Nacional de los Picos de Europa y dispone, entre otras muchas cosas, de un servicio de alquiler de bicicletas eléctricas, reparación y tienda de ciclismo con gran variedad de accesorios. «En cada itinerario elegimos lo más espectacular, aquello que nos deje primero a nosotros y luego a nuestros clientes con la boca abierta, pero sin correr riesgos innecesarios. A partir de los tracks creados por nuestros GPS generamos mapas específicos para cada ruta. En ellos incluimos los puntos de referencia mencionados en las descripciones de ruta. Incluimos en esos itinerarios paradas para degustar la gastronomía de la zona y lugares de interés donde realizar una parada obligatoria», comenta Óscar de la Concha.
Recientemente S-CAPE Travel se ha asociado con la empresa alemana Movelo e-biking para ofrecer a los establecimientos hoteleros u otras empresas del Norte de España un servicio de renting de bicicletas eléctricas. Las empresas interesadas en este tipo de colaboración pueden contactar con S-cape Turismo Activo.
Sin duda se trata de una forma diferente de hacer turismo, conociendo paisajes y pueblos desde otro punto de vista. Un estilo de turismo concienciado con el medio ambiente y con el bienestar físico y mental.
La bici urbana
Además de la bici eléctrica empleada como hobby a la hora de realizar rutas, está la bici eléctrica urbana, utilizada como medio de transporte para desplazarse en la ciudad. Las denominan la sonrisa eléctrica por la cara que pone la gente cuando pedalea por primera vez y nota cómo puede subir cuestas sin esfuerzos. Las bicicletas eléctricas se abren paso a buen ritmo y lo hacen como solución a los problemas de movilidad en las grandes ciudades, invitando a los ciudadanos a que cambien el automóvil por los pedales. «La bicicleta podría ser una solución al tráfico en las ciudades, pero parece que tanto ayuntamientos como políticos no están por la labor», comenta Álex González, gerente de Bymesa, empresa asturiana fabricante de bicicletas eléctricas. «En Oviedo, por ejemplo, hay un carril al que plantan 30 de velocidad, pero la realidad es que eso no lo cumple nadie y la gente con bici tiene miedo a circular por él. Luego no tienes dónde dejarla y si la atas a una farola te pueden multar. Hay pocos autobuses que te dejen subir con la bici, así como trenes. En otras ciudades han creado aparcamientos vigilados, ya que estamos hablando de bicicletas caras», advierte. En Barcelona se está probando un sistema de aparcamientos seguros que deben reservarse con antelación y se están habilitando plazas en los parkings públicos. Podrían ser estas opciones viables.
Comentan que el mercado de la bici eléctrica se puede multiplicar por cinco en los próximos años, ¿estamos asistiendo a un boom? «Eso lo llevan comentando desde hace años. Las grandes firmas empiezan a incluirlas en sus catálogos en dos líneas de mercado, la bicicleta eléctrica como medio de transporte en la ciudad y la que se compra como hobby. Respecto a la primera, aún no acaba de despegar porque no se ha despertado una cultura al respecto en nuestro país. La bici como hobby, como capricho sí se está vendiendo, a pesar de ser más cara», explica González. Se puede adquirir una bici urbana a partir de 900 y hasta 1.300€. Las utilizadas como hobby tienen otro tipo de motor y su precio es más elevado: de 3.000 a 7.000€ dependiendo de la equipación.
El uso más común que se les está dando en las ciudades, aún de forma incipiente, es en los desplazamientos para ir al trabajo, distancias que por lo general no superan los cuatro kilómetros. Los usuarios destacan sobre todo la calidad de vida que les reporta este tipo de vehículo. Es más tranquilo que una moto y por supuesto que un coche, y aporta sensación de libertad, velocidad y cómo no, sostenibilidad.
Las bicis eléctricas contaron con financiación pública entre el año 2013 a 2016 dentro del Plan de Apoyo a la Movilidad Alternativa, impulsado por el Ministerio de Energía. Ahora están excluidas de ese plan, básicamente porque el apoyo se realizaba con el objetivo de que las bicicletas se convirtieran en un medio de transporte que sustituyese a los vehículos de motor, no una forma de ocio. ¿Ha repercutido esta medida en el número de ventas? «No dejan de ser 200€ menos que tiene el consumidor para beneficiarse de una bici eléctrica y eso quieras o no acaba repercutiendo en las ventas», comenta el gerente de Bymesa.
Kit eléctrico
Cualquier tipo de bicicleta convencional se puede convertir en una bicicleta eléctrica, ya sea urbana, de montaña o competición. Existe en el mercado una gran variedad de kits muy ligeros y de fácil instalación para motorizar bicis. Si tienes una bici que no usas o te has cansado de ella puedes darle una segunda vida convirtiéndola en eléctrica, los precios han bajado bastante. Se pueden encontrar kits por unos seiscientos euros, un desembolso más accesible que lo que puede costar una bici eléctrica. Los ajustes que haya que realizar en cada bicicleta para ajustar el kit, los puede solucionar un buen mecánico.
El boom de las bicis eléctricas no ha hecho más que empezar, es una nueva época donde el ocio y la movilidad sostenible van de la mano. Es una nueva forma de ir en bici, apta para todo el mundo, donde cada uno escoge el nivel de asistencia que necesita.