Acción y solidaridad. Estas son las dos palabras que rigen la vida de Fran Linares y de los que forman parte de la Asociación #Revuélcate. Todos los días oímos que de esto salimos más fuertes, que al virus solo lo venceremos si trabajamos unidos. Que esta experiencia nos convertirá en mejores personas. Pero todos estos planteamientos no sirven de nada si no pasan a la acción. Ahí es donde comienza el nuevo reto de la rueda que más vueltas ha dado en Asturias. Recoger alimentos y juguetes para todas aquellas personas a las que la crisis sanitaria ha golpeado con fuerza. Para ello, todos los martes del mes de diciembre, Fran está saliendo con la rueda a las diez de la mañana de la iglesia de Laviana, pasando por la de El Entrego y finalizando a poder ser a las dieciocho horas en la de La Felguera. Los sábados el itinerario se realiza de manera inversa.
La iniciativa no solo contempla la recogida de juguetes y alimentos sino también coincidir con la concentración en apoyo a los autónomos que están encerrados. Cuando finalice el reto, Fran y los suyos tendrán unos doscientos kilómetros más a sus espaldas y seguramente una buena cantidad de material para entregar a los que más lo necesitan. “Como en todos los retos, al principio empecé yo solo, pero han ido apareciendo más personas que me ayudan. Lo que pasa es que esta vez es diferente porque con todo el tema del Covid-19 la cosa está más complicada -comenta Fran-. Me cuesta un poco entender las trabas que me están poniendo, porque mira que hicimos cosas y esta vez todo son dificultades. Ya he firmado tres declaraciones diciendo que si algo me pasa es bajo mi responsabilidad y que soy yo el único responsable de todo, con lo cual, si algo sucede, van a venir a por mí. Y no nos olvidemos de que el único objetivo es recoger alimentos y juguetes, nada más. Tengo claro que voy a seguir adelante con el reto porque esto solo lo hacemos con el fin de arrimar el hombro y salir adelante, porque la verdad es que todo está muy mal”.
Que la rueda vuelva a girar no es algo que haga especialmente feliz a Fran, porque esto significa que alguien lo está pasando mal.
Por otro lado, tal y como reconoce en sus redes sociales, da las gracias porque la vida le ha puesto del lado del que puede ayudar. De todas formas y, como se ha demostrado muchas veces desde que el virus irrumpió en nuestras vidas, no hace más quien puede sino quien quiere, y este es un claro ejemplo. Es un proyecto humilde y no hay nada especialmente organizado. Muchas veces el que mueve la rueda es también el que reparte la comida que previamente ha recogido con su furgoneta. “Todos hacemos de todo. La rueda es el reclamo, pero lo importante es que la gente done alimentos y comida. Después ya hacemos lo que haga falta para que lleguen a los que lo necesitan”, resume Fran.
Pero si hay algo que preocupe de manera especial a los organizadores de esta iniciativa es que la gente sienta vergüenza a la hora de pedir y que no lleguen a hacerlo. Insisten una y otra vez en que nadie debe pasar necesidad y en que esto se realiza de manera totalmente anónima. “Bastante duro es que tengan que pasar por esto como para que aún encima se avergüencen y no se atrevan a acudir a nosotros -comenta Fran-. Hoy son ellos, pero mañana puedo ser yo, así que, por favor, que nos llamen y nosotros intentaremos ayudarles de la mejor forma posible”.
Lo dicho: las cosas no las hace quien puede sino quien quiere.
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