Con la tercera fase ya terminada, los empresarios del Polígono de Barres tienen dos prioridades básicas: la apertura del acceso a la Autovía del Cantábrico y la creación de una Entidad de Conservación.
El polígono de Barres nace en 1991, cuando se inicia el estudio de viabilidad que culmina con la inauguración de las dos primeras fases entre 2002 y 2004. Con estas dos fases funcionando a pleno rendimiento, Barres se convierte en un lugar estratégico para el occidente asturiano. La buena acogida hace que se plantee una tercera ampliación, gestionada por la entidad pública Sogepsa, ya terminada y con parcelas disponibles, que se venden a un precio de 85 euros el metro cuadrado.
Junto a esta obra se planificó un acceso directo a la cercana Autovía del Cantábrico, que evita el actual paso por el núcleo urbano de Barres, dando seguridad al pueblo y facilitando la actividad empresarial. El nuevo trazado estaría alejado de las viviendas, uniendo en línea recta el polígono y la autovía. A pesar de estar ya aprobado, aún se encuentra pendiente de ejecución, lo que se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los empresarios de la zona.
Francisco José García, Presidente de la Asociación de Empresarios del Polígono de Barres (ASPOBA), es muy claro al respecto: «El enlace es vital para nosotros. A los empresarios ya nos está costando aguantar con todo lo que está pasando, así que toda la ayuda es poca. Necesitamos un acceso digno y una buena comunicación con el exterior, además de que es un compromiso adquirido con los nuevos compradores, y los compromisos hay que cumplirlos».
A pesar de estar ya aprobado, el enlace con la A-8 aún se encuentra pendiente de ejecución, lo que se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los empresarios de la zona.
Infraestructura y mantenimiento
ASPOBA nació con las dos primeras fases del polígono, y desde su creación se ha convertido en un interlocutor ante las administraciones, poniendo en marcha diferentes proyectos de mejora. Uno de ellos ha supuesto una importante mejora en la seguridad, una preocupación común en todas las áreas industriales. Para ello existe un sistema de videovigilancia instalado en el polígono, que recientemente ha sido remodelado. Hasta hace poco la recepción de las imágenes estaba instalada en las dependencias de Bomberos de Asturias, lo que presentaba determinados problemas legales. Tras meses de trámites, se ha encontrado la fórmula para legalizar el sistema, trasladando la gestión de las imágenes a la Policía Local de Castropol. Ellos son los que visionarán las imágenes en el caso de que haya algún problema en el polígono. Esto ha supuesto una inversión importante, de modo que desde ASPOBA confían en haber dado con la solución: «Todo esto lo ha pagado la Asociación, porque los empresarios sólo queremos defender lo que es nuestro. Y después de una primera inversión, que ya fue importante, hemos tenido que volver a pagar la instalación hasta la Policía Municipal. Así que esperemos que ésta sea la definitiva, porque además hay que pensar que nuestros fondos están muy limitados».
Precisamente por eso se ha planteado la creación de una Entidad de Conservación como modelo de gestión del polígono. «Esto permitiría contar con un presupuesto fijo para determinados trabajos que son necesarios, porque si no cuidamos el polígono, lógicamente se irá deteriorando con el tiempo y eso es algo que nos afecta a todos». Los empresarios que adquieran terrenos en la tercera fase ya entran directamente a formar parte de esta Entidad, pero falta encontrar la fórmula legal para integrar a los propietarios más antiguos. «Esto hay que hacerlo ahora, -opina García- porque después va a ser todavía más complicado».
Con esto se solventarían deficiencias como la falta de limpieza, o se plantearían pequeños arreglos necesarios para la buena marcha del polígono: sustitución de luces, pequeñas averías… También se cambiaría un poco la mentalidad, tal y como reclama Francisco José García: «Lo importante es que todos estemos implicados, tanto los empresarios como el Ayuntamiento. Necesitamos ser conscientes de que si no cuidamos lo nuestro, no podemos esperar a que nadie lo haga por nosotros».