En un cuento tradicional del conceyu de Villayón, Jesucristo está poniendo nombre a los animales diciéndoles qué tienen que comer, cuando le llega el...
En algunas leyendas asturianas la Xana es poseedora de un cáliz de oro. Tal es el caso de la leyenda que se cuenta en Santa María del Puertu (Somiedu) donde un paisano roba el cáliz a una encantada que vivía en un pozo de agua del Fordenaya que da aguas del río Sil.
Cuenta la leyenda que en el lugar de Nieva que da a la Ría de Avilés se encontraba la mítica ciudad de Arxentola que fue inundada por la vanidad de sus habitantes. Se dice que por San Xuan suena el tañir de sus campanas bajo el agua.
En algunos conceyos asturianos se cuenta que un campesino y el Diablo decidieron trabajar una tierra. Acordaron repartir el beneficio de la cosecha de la mitad para arriba para el campesino, de la mitad hacia abajo para el Diablo. Plantaron trigo, así que al final el campesino se quedó con el grano y el Diablo con la paja.
En la leyenda de la Ḷḷaguna´l Puertu Ḷḷeitariegus, el cuélebre es fruto de una maldición. Un peregrino pide posada en una fría noche de invierno pero nadie se la da. Antes de morir les maldice y su báculo se transforma en una enorme serpiente que se sumerge en la laguna y amenaza con embalsar el agua y anegar el pueblo de Brañas d'Arriba.
Existe un cuento, tanto en Asturies como en otros lugares de Europa donde una enorme serpiente de siete cabezas, en nuestro caso un cuélebre, atemoriza a la gente devorando ganado y causando destrozos llegando a exigir el tributo de una doncella.