Los ríos Suarón, Monjardín y Eo son una presencia constante en Vegadeo. El incesante fluir de sus aguas alimenta a los corazones creativos, que encuentran en ese sonido inspiración para el arte, la música y la literatura.
A primera vista ya se aprecia que Vegadeo es una villa plena de servicios y comercios. Pero el alma de Vegadeo es cultural. Así lo atestigua la Biblioteca Pública Municipal Emilio y Armando Cotarelo, cuyos inicios se remontan a finales de 1954 y desde 1997 se ubica en las modernas instalaciones de la Casa Villamil. El edificio, construido en la segunda mitad del siglo XIX, es el espacio perfecto para esta amplia biblioteca, que a día de hoy consta de más de 21.000 volúmenes. Se ubica en la segunda planta y la bajocubierta, y sus fondos más valiosos son 464 registros de los siglos XVIII y XIX, donados por las familias Cotarelo y Villamil. En reconocimiento a sus escritores más ilustres, el Ayuntamiento pretende editar una colección de libros con sus obras que titulará “Biblioteca Vegadense”.
Además de literatura, el arte contemporáneo también tiene su espacio a las orillas de los ríos en una ruta bautizada como “La Senda de los Doce Puentes”. A lo largo de doce puentes que unen las orillas de los ríos Monjardín y Suarón se ubican esculturas de otros tantos artistas asturianos, que hablan empleando el lenguaje artístico del siglo XXI. Uniendo naturaleza y espacio público pueden verse piezas de Mª Jesús Rodríguez, Fernando Alba, Benjamín Rodríguez, Pablo Maojo, Ricardo Monjardín y Francisco Fresno junto al río Monjardín, y las de José Legazpi, Carlos Coronas, Luis Fega, Herminio, Vicente Pastor y Adolfo Manzano junto a la vera del Suarón. Además en el Barrio de los Herreros, como nexo de unión entre ambos ríos, se ha ubicado la escultura del veigueño César Montaña bautizada “Leyendo en Penarronda”.
A estas dos importantes y accesibles iniciativas hay que sumar las obras de teatro y los talleres de lectura, que ocupan el tiempo libre de los meses invernales, así como el plan de ocio alternativo para jóvenes conocido como Enredar. También los escolares tienen su ración de cultura, puesto que ellos estudian la importancia de la ría del Eo a través de una guía didáctica con la que conocen su entorno.
Como complemento a todo lo nombrado, Vegadeo se enriquece además con la cultura que proviene del entorno rural. Un pasado labriego y ganadero, que se ha modernizado, y que guarda fiestas tradicionales que hoy se están rescatando para que no se pierdan en el olvido. Parte de esa historia se conserva en la memoria de los mayores, y otra se guarda entre las piedras de antiguas construcciones etnográficas, como el mazo de Meredo. A pocos kilómetros de Vegadeo, este lugar nos presenta dos construcciones: en una se encuentra el mazo y la fragua en la que antaño se laminaba el hierro, y en otro el molino harinero que funcionó hasta hace pocos años de forma comunal para los vecinos, como se venía haciendo desde antiguamente. También hay diferentes castros en el concejo, así como cabazos, un cuidado puente romano en Piantón y numerosas casas solariegas del siglo XVIII repartidas por muchos de los pueblos vecinos, que atestiguan el pasado esplendor de la zona.
A lo largo de doce puentes se ubican esculturas de artistas asturianos que emplean el arte contemporáneo.
El agua trajo riqueza e inspiración a Vegadeo, algo que también se complementa con un paisaje eminentemente montañoso, que protege a los que viven en él como si fuese un abrazo verde. El resto, podemos disfrutar de este entorno de cuento en alguna de las áreas recreativas, que nos acercan por un rato al silencio y la belleza que predominan en este concejo. Podemos elegir entre el Área Recreativa de Piantón y el Área Recreativa de Noveledo. Pinche aquí para ver más reportajes de esta comarca