Cabranes es un concejo suavemente accidentado, con praderas, valles y sobre todo bosques autóctonos con centenarios robles, castaños, acebos, sauces y fresnos. Junto al ayuntamiento de Santa Eulalia comienza la ruta a Peña Cabrera. Un hermoso paseo que transcurre en medio de esta naturaleza desbordante y regala unas vistas espectaculares.
Se parte de la plaza del Emigrante, donde se encuentra un amplio panel que explica detalladamente la ruta. A través de una empinada calle salimos del pueblo rumbo al núcleo de Sendín, y el ascenso continúa hasta llegar a la zona conocida como Argamía, que dejamos atrás para adentrarnos en el bosque de Pico Moro. A partir de aquí el camino se allana y continúa por la zona de Cuatro Caminos, desde donde ya se ven pastos de múltiples verdes, tierras de labor, cabañas, ganado… son las primeras panorámicas del concejo.
Tras cruzar Brisandi nos volvemos a adentrar en el bosque que bordea el monte Cotu Bellosu, desde donde ya se puede avistar la cima de la Peña. A la izquierda nace una pequeña senda que conduce al área recreativa de Peña Cabrera, zona arbolada con mesas, barbacoas y bancos, ideal para disfrutar de una comida campestre y también de unas hermosas vistas desde su mirador. En un día despejado podemos divisar al norte una parte del concejo de Villaviciosa, su ría y el mar Cantábrico; y al sur los majestuosos Picos de Europa y una gran parte del concejo de Cabranes.
En un día despejado, desde el mirador de Peña Cabrera se pueden ver los Picos de Europa y el mar Cantábrico.
Después de este alto en el camino, continuamos el paseo por una pista de hormigón que lleva hasta Niao, un pueblo situado en un enclave precioso, que tiene un antiguo lavadero restaurado, hórreos y paneras en buen estado de conservación, así como una pequeña aula didáctica apiaria. En Niao giramos a la derecha y llegamos al punto final, Viñón, donde se puede visitar el Museo de la Escuela Rural, un espacio muy bien ambientado que consigue transportar al visitante a otro tiempo. Aquí se puede encontrar una gran colección de mobiliario y objetos que tienen que ver con la enseñanza, no sólo del lugar sino de todo el país, de finales del XIX y principios del XX. El museo pertenece a la Red de Museos Etnográficos de Asturias.
También es interesante la visita a la iglesia de San Julián de Viñón, un precioso templo del románico asturiano más puro del siglo XI, declarada Bien de Interés Cultural: un ejemplo de la belleza que tiene lo sencillo.
En Viñón se funden naturaleza, cultura y también restos del patrimonio industrial, un interesante conjunto que no deja indiferente al visitante. Aquí las instalaciones de una antigua mina de antracita han pasado por una importante labor de reconstrucción, que permite contemplar la escombrera y el castillete del yacimiento.
Una vez visitada esta localidad, el camino de regreso a Santa Eulalia se realiza por la misma ruta. Pinche aquí para ver más reportajes de este concejo