Para llegar a esta tierra hay que dejar atrás la zona central, más urbana y bulliciosa y enfilar hacia el occidente, donde el desarrollo no ha alterado en su esencia el ritmo amable de la Asturias interior.
El concejo de Salas cumple a la perfección su papel como lugar de paso obligado en los desplazamientos al oeste de la región. Lo fue antaño, como parada para los peregrinos de la ruta jacobea, y lo es hoy, especialmente para los usuarios de la N-634, principal conexión con el ala occidental hasta la llegada de la A-63. Los núcleos de Salas, Cornellana y La Espina, atravesados por la carretera nacional, eran bien conocidos por los viajeros como lugares de parada para tomarse un pequeño descanso antes de continuar la ruta. Esa condición suya, que se ha dado en llamar “Puerta de Occidente” ha facilitado que Salas sea un concejo conocido y muy transitado. De hecho, son muchos los que deciden tomarse un tiempo para pasear por los núcleos principales, haciendo que además de lugar intermedio, el concejo sea fin de trayecto y objetivo del viaje. Y es que el concejo conquista. Tiene claves para ello. La villa de Salas, por ejemplo, tiene un importante conjunto histórico declarado Bien de Interés Cultural que merece una visita sin prisa. Llama la atención sobre los tejados la torre medieval fechada en el siglo XIV, lugar de ubicación del Museo Prerrománico San Martín, y que se encuentra unida por un puente con forma de arco al Palacio Valdés-Salas. Ambas construcciones, junto con la Colegiata Santa María La Mayor, son dos de los principales atractivos arquitectónicos del concejo. Otro que debe ser nombrado es el Monasterio de San Salvador de Cornellana, del siglo XII, uno de los más representativos de los existentes en el occidente asturiano. Esta edificación es importante por otro motivo: es la sede donde tradicionalmente se celebra Asturpesca, uno de los acontecimientos más esperados por los pescadores deportivos de la región, y una cita que cada año reúne a miles de aficionados interesados en los actos organizados, que abarcan conferencias, mesas redondas y coloquios, así como demostraciones de montaje de moscas y otras actividades.
La villa de Salas, por ejemplo, tiene un importante conjunto histórico declarado Bien de Interés Cultural que merece una visita sin prisa. La Feria arranca el viernes 30 de abril con el lema “Recordar renovando: una apuesta de futuro” y se prolonga durante todo el fin de semana. El sábado día 1, la organización de Asturpesca facilita al pescador del ‘Campanu de Asturias’, el primer salmón que se precinte en la región, la infraestructura necesaria para proceder a su pública subasta.
Y entre las actividades que se desarrollan en el marco de Asturpesca se encuentra el ‘Finde gastronómico del salmón’, unas jornadas por las cuales diferentes establecimientos hosteleros de la zona ofrecen menús que incluyen una especialidad de salmón, a precio cerrado
Este año hay además un atractivo extra que atraerá una buena parte de la atención. Salas inaugura la Casa del Río, un museo que divulgará conocimiento relativo al ecosistema de ribera y al salmón. El centro estará ubicado en La Rodriga (Cornellana) y se prevé que las obras estén finalizadas para la celebración de Asturpesca. Será con toda probabilidad uno de los mayores reclamos turísticos para la zona, tanto por su enclave como por sus contenidos. No obstante éste será sólo el arranque de un proyecto que irá completándose progresivamente con nuevos añadidos y en el que progresivamente se celebrarán distintos eventos relacionados con la actividad de la pesca y el entorno natural. Próximamente se pretende que esta zona quede unida con el área recreativa y se cree así un área temática más completa que tenga al salmón como protagonista.
El concejo cuenta en el mes de abril con otras citas de importancia, como el XXXIX Certamen Ganadero, el XX Certamen de Quesos Artesanos de Asturias y el primer Concurso Ecuestre de caballos de silla y caballos de tiro.
Un mes de abril lleno de actividad, en el concejo de Salas.
CAMPANU, el más esperado
El campanu del año pasado, con el que se abrió la temporada 2009, fue adquirido por un restaurante ovetense al precio de 8.500 euros. Fue un ejemplar de diez kilos de peso, el más grande de los últimos años, capturado en el río Narcea. Es la prueba de que estamos ante una de las tradiciones con más arraigo en Asturias: la de subastar el primer salmón de la temporada. Es uno de los momentos más esperados.
La tradición del campanu se remonta hasta el siglo XVII. Entonces, los habitantes de estas tierras acudían a las aguas del salmonero río Narcea, que proporcionaban alimento a la población. El salmón fue siempre una especie muy apreciada, que con el tiempo se ha consolidado como un símbolo de la riqueza de los ríos asturianos. Se cuenta que el nombre de campanu, relativo a la primera captura de la temporada, tiene que ver con el tañido de las campanas de las iglesias situadas en la ribera del río Narcea, que sonaban para llamar a la población en el momento de comenzar la pesca colectiva. En otras fuentes se dice sin embargo que las campanas sonaban en el momento en el que se sacaba del agua la primera captura.
Está más definido en cambio el origen de la subasta, o “remate”. Avanzado el siglo XVII al Ayuntamiento de Salas se le reconoció el derecho de arrendar cada año, mediante subasta pública, la mitad de las capturas realizadas en un lugar y periodo en concreto. Esta adjudicación o subasta se mantuvo hasta el siglo XX. La adaptación de esta tradición tuvo que ver con el desarrollo de la pesca no exclusivamente como medio de subsistencia, sino como actividad deportiva, y dio como resultado la subasta del campanu tal y como hoy la conocemos.