El trabajo doméstico sigue siendo cosa de mujeres. Según el último barómetro del CIS, ellas siguen dedicando más horas a las tareas del hogar y a los cuidados, -tres horas y cincuenta minutos-, que los hombres que asignan casi la mitad de tiempo, dos horas y tres minutos. Esto genera una gran desigualdad.
Tampoco han cambiado las reglas del mercado laboral, pensado y diseñado por hombres. Si una mujer accede a un puesto de trabajo, sabe que además de llevarse a cuestas las tareas del hogar, ha de competir en un mundo laboral masculino que las discrimina y penaliza, precisamente por ello. Como recompensa, cobrará un 23,25% menos de salario que un hombre.
La brecha salarial sigue creciendo en Asturias, la diferencia alcanza ya el 28,6%, según denuncia UGT. Dicho de otra forma, las mujeres trabajan gratis 54 días al año. Un problema que no es solo del presente sino que afectará también a las jubilaciones del futuro, ellas tendrán pensiones más bajas que sus compañeros.
Esto choca con una realidad demostrable y es que cuando el número de mujeres ocupadas aumenta en un país, su economía crece. Según estudios efectuados en países de la OCDE y en algunos países no miembros, el aumento de la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo produce un crecimiento económico más rápido.
Cada 8 de marzo es un espacio de reflexión sobre retos alcanzados, cuestiones que en materia de Igualdad quedan por conseguir y para visibilizar y reconocer el papel de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad. Por esta razón, este 8 de marzo distintas organizaciones feministas han convocado una huelga general para defender que las mujeres juegan un papel fundamental en todos los ámbitos y por tanto, si ellas «paran, se para el mundo». Las convocantes llaman a realizar una huelga laboral pero también de cuidados, consumo y estudiantil.
En Asturias, la administración regional y distintos ayuntamientos han preparado actos para ese día y se suman a esta reivindicación con distintas actuaciones. Objetivo, visibilizar todos los campos en los que la ausencia de las mujeres supondría un colapso.
Castrillón.
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