por Gonzalo Olmos
Nos hemos educado en el temor a las pandemias desde tiempos inmemoriales, si bien la era de la ciencia ficción, su reflejo en las producciones cinematográficas y la conciencia de vivir en un mundo global fuertemente interconectado, han ampliado el miedo reverencial a una enfermedad incurable de proporciones planetarias, como ha sucedido este verano a raíz de la epidemia de ébola en el África Occidental.
Tomarse en serio el problema de la energía
Superar la paradoja monárquica
La ocupación completa del poder