Dentro de las denominaciones deportivas se distinguen los componentes del equipo que son titulares de los que chupan banquillo por menores capacidades técnicas o físicas, los suplentes.
La palabra “titular” es polisémica, o sea, se puede interpretar de varias maneras, y así también se llaman titulares a los encabezamientos de las noticias en los medios. Somos un poco de quedarnos con el primer golpe de vista y no profundizar en los artículos, de modo que los profesionales deberían ser más cuidadosos a la hora de rotular. Por ejemplo, yo enviaría a la suplencia de la redacción a quien nos regala una sonrisa con esta apertura.
Si la histórica Atlética Avilesina le pasó por encima a los de La Robla, ¿cómo se explica que el marcador sea favorable a éstos por ocho goles? Si usted no se queda con las hojas del rábano y sigue leyendo observará que los datos del marcador están invertidos.
Recientemente se ha muerto Henry Kissinger, siniestro personaje de la política exterior yanqui. Tan amante de Maquiavelo que fue el instigador del golpe de Pinochet en Chile, -un 11 de septiembre-, y hasta hay quien le acusa de estar detrás del atentado mortal contra Carrero Blanco, la explosión que hizo estremecerse a Franco. No parece ser el caso.
Un diario tinerfeño dice que sirvió a Gerald Fox. Veamos, fox=zorro=astucia; con el presidente Gerald Ford no era el caso, la prensa USA decía que no podía mascar chicle y pensar a la vez. Kissinger, en cambio, sí que era bastante zorrucu.
En la política a veces se producen hechos difíciles de comprender para los mortales comunes, sin embargo, más bien creo que el siguiente titular de El Día/La Opinión de Tenerife se trata de un error. Sería mucho mandar por parte del Partido Nacionalista Vasco si también decidiera quién debe ser el candidato de Bildu; ya es bastante que haya cambiado el suyo.
Para compensar entre redactores canarios y astures dejo constancia de una sorprendente observación. A principios de diciembre hubo un par de conductores suicidas en nuestras carreteras; en un caso el asunto acabó en tragedia, en el segundo sólo en el susto. El corresponsal cita la declaración de una señora, aún nerviosa: “…como a los cinco minutos pasó un coche pequeño, como de color azul, con un solo conductor y a mucha velocidad”.
Si hubiera más de un chófer ¿la imprudencia se podría haber evitado? Lo dudo; más bien, teniendo en cuenta que los habitáculos actuales sólo tienen un asiento ante el volante, se habrían estorbado. Al menos en los automóviles que yo conozco, aunque igual estoy equivocado. El magnífico escritor langreano Secundino Díaz ha dado a luz su tercera novela, un relato apasionante de la nueva aventura del inspector Mario Cuesta, “Idus de marzo”, que se desarrolla, como suele, en Gijón; que un asturiano mejor sabrá describir Cimadevilla que Manhattan. Pues bien, en la página 133 habla la policía acerca de las cámaras de vigilancia y asegura: “…y sabemos que al volante va una sola persona”. ¡Cáspita! Exclamaría Mortadelo.
Estamos en los días que es tópico definir como “señaladas fechas”, quisiera que me permitan terminar con una parábola. Consumimos disparatadamente luz y dineros que no nos sobran, algunos celebran el cumpleaños de un muchacho, un tal Jeshua Nazari, del que dicen que nació en Belén de Palestina hace 2023 años. Cuenta la leyenda que se salvó de chorra de que se lo cargase el rey de los judíos, que trabajaba a sueldo del imperio romano; su representante se lavó las manos, pese a que no era tiempo de covid. Llamaron a aquello la “Matanza de los Inocentes”. ¿Cómo debemos llamar hoy día a la masacre de 10.000 niños palestinos a manos del jefe de los judíos, con el responsable del imperio americano echando leña al fuego?
En fin, señoras, señores, que el año nuevo sea generoso en proveernos de bienes de escaso uso, como la Cordura y el sentido de la Justicia. Shalom aleichem! As salaam alaikum! Peace now! ¡Construyamos la Paz!