Escucha. Escucha. Aprende a escuchar. Descubre la belleza de saber escuchar.
Vives rodeado de tanto ruido que te ha absorbido, que te ha poseído. Y además lo necesitas para sentirte vivo, para convencerte cada día de que estás vivo.
Pero la verdadera Vida se expresa a través del silencio, y del sonido, que es la música del silencio.
Por ello, escuchar es ir más allá del ruido, es atravesar los límites, las fronteras, de lo conocido, de las palabras, de las imágenes, de los pensamientos.
Tu mente es una amalgama de ruidos, tus pensamientos son creaciones de esos ruidos, tus conclusiones son el resultado de tu interpretación de los ruidos, y tus decisiones, por tanto, son más ruido que se suma al ruido.
¿Te has parado alguna vez a pensar que no sabes escuchar…?
Y no sólo al silencio que te rodea y te compenetra. Tampoco sabes escucharte a ti, ni a los que te rodean, ni a los que dices que amas o a los que te resultan insoportables.
No sabes escuchar al viento, ni al agua, ni a la respiración rítmica de la Tierra.
En realidad, no puedes hacerlo porque el ruido de tu mente no te lo permite, porque tu mente traduce, interpreta, automáticamente todo y lo codifica según tu criterio, que tampoco es tu criterio, porque proviene del ruido, no de tus reflexiones internas, a solas, en silencio.
¿Te has parado alguna vez a pensar que no sabes escuchar…?
Por tanto, tú no escuchas el sonido que emite la Vida manifestándose a través de los elementos, pero tampoco escuchas lo que trata de decirte quien está a tu lado, sencillamente porque sólo te importan tus razonamientos, no el significado de las palabras de quien te habla, no la comprensión de lo que hay detrás de esas palabras.
En realidad, formas parte de un mundo donde suena una interminable sinfonía de ruidos elaborados por compositores sordos.
¿Cómo puede haber entendimiento entre los seres humanos…? ¿Cómo puede existir una relación correcta entre ellos si no se escuchan…?
Hace falta silencio. Mucho silencio. Absoluto silencio.
Si de repente cesaran todos los ruidos, una gran mayoría de seres humanos se volverían locos. No lo soportarían. Sólo unos pocos agradecerían el regalo y se fundirían con la Vida, con el sonido de la Vida, con los latidos de la Vida.
Entonces descubrirían el misterio de la existencia, la Razón del Creador, el porqué de Todo.
Si de repente cesaran todos los ruidos, una gran mayoría de seres humanos se volverían locos. No lo soportarían.
Sobran la mayoría de las palabras, porque de tanto usarlas mal, incluso las más sagradas han perdido valor, se han degradado. Sobran palabras y falta voluntad de entenderse.
Pero para entender a quien está a tu lado, a quien escuches, tienes que ir más allá de sus palabras, entrar en su interior, atravesar sus ruidos y conectar con su silencio. Porque lo que es se oculta en su silencio, en lo que no expresa o no sabe expresar, no en lo que dice o intenta decir.
Por las ventanas de sus ojos puedes entrar en su interior y acariciar su silencio, y leer en él.
Pero es muy posible que te encuentres con mucho dolor, el dolor de un alma que intenta ser escuchada, que intenta expresarse, y no sabe cómo hacerlo y tampoco encuentra quien le escuche.
Y entonces comprenderás el absurdo de un mundo rebosante de sordos que buscan el ruido como quien acude a la droga porque no soporta su soledad.
Escucha el silencio. Está en todo y en todos. Está más allá del ruido. Niega el ruido y lo percibirás.
Escucha el silencio. Está en todo y en todos. Está más allá del ruido. Niega el ruido y lo percibirás.
Y luego libérate de casi todas las palabras. Con unas pocas te bastan. Sólo unas pocas necesitas para expresar tu silencio.
El resto, todo lo demás, no necesita palabras, porque siempre estuvo ahí. Es lo que tenemos en común todos, lo que nos hace iguales, lo que no podemos dejar de ser.
Tu silencio, en cambio, es sólo tuyo, es tu individualidad, lo que te hace diferente a todos y a cada uno de los millones de seres humanos que te rodean. Y sólo tú lo puedes reconocer y expresar.
Ten presente que a diferencia de lo que te enseñaron, el silencio está más lleno que el ruido, porque el silencio está lleno de sonido, del sonido de la Vida, del sonido del Origen, del sonido con el que todos fuimos creados.
Por ello, comprende de una vez que sólo cuando nos relacionemos desde el sonido del silencio nos podremos entender.
Y entonces podremos comprobar que todos somos UNO.
Algún día será.
Hola Mak , me gusta muchísimo , tus escritos …. Sigue aportando la sabiduría a través de ti . Gracias 🙏