La iglesia de Santa María de Zalón (Allande) se fecha hacia los siglos XII y XIII, aunque se basa en un edificio anterior del siglo XI. En el “Catálogo de los Pergaminos” de la catedral de Uviéu en 1085 figura un tal Rodericus Moñiz que donan a la catedral su parte en el “Monasterio de Zalum” y en el “Libro Registro” de Courias (Cangas del Narcea) se dice que la iglesia fue fundada por Tructino Enalso y su mujer Godigeva.
La leyenda cuenta que un pastor que estaba en el Monte Rozón se sentó en lo que pensó era una peña blanquecina, pero la supuesta peña comenzó a desenroscarse. Se trataba de un cuélebre, una serpiente gigantesca que desplegó sus alas y fue a parar a la iglesia, introduciéndose por un boquete del ábside exterior, acto seguido devoraba los cadáveres de los monjes del monasterio que estaban enterrados dentro de la iglesia.
La tradición sitúa el desaparecido monasterio en un campo próximo llamado San Pelayu. Los vecinos comunicaron el suceso a un peregrino que pasaba por allí hacia el camino de Santiago y le ofrecieron una rosca de pan si mataba al Cuélebre. El peregrino acechó al reptil y lo atravesó con su lanza. Esta imagen está representada en piedra en el ábside exterior de la iglesia.
Para la gente la posible vuelta de la cola del reptil representaría a la rosca de pan ofrecida. En realidad, la figura podría representar al arcángel matando al demonio, representando al demonio encarnado en sierpe o incluso un San Jorge y el dragón, pues es tradición que cuando se ve una culebra y se dice “San Jorge te enfrene” el reptil huye ante tal imprecación.
Buenos Aires, Argentina: muy linda leyenda la del cuelebre. Mi abuela paterna, de casa de Firme, Cerredo (Zarreu), me contaba las historias y leyendas de Asturias, su terruño que nunca olvidó. Y que nos enseñó con mucho entusiasmo cuando en 1982 decidimos viajar a la madre patria. Hoy yá en nuestra memoria, seguimos atesorando todo cuánto nos enseñó. Y el sentimiento de retornar, aunque más no sea para recorrer el pueblo y saludar a sus gentes, es algo que mantenemos en nuestros corazones.