Fernando González acaba de regresar del Ultra-Trail du Mont-Blanc, la carrera de montaña más dura, en la que todo corredor de ultras quiere participar al menos una vez en la vida. El joven asturiano es "un culo inquieto", que no conoce más límites que los que prueba, por eso este año ha completado lo que sólo 74 corredores en todo el mundo han conseguido: el Grand Slam Marathon, que consiste en realizar una maratón en cada uno de los siete continentes y en el Polo Norte.
No es un gran campeón en el agua, no ha batido récords de pesca, pero sí es cierto que la experiencia de Constancio Herrera, miembro fundador del Club Apnea de Gijón, es la de un luchador que no ceja en su empeño de seguir disfrutando de la pesca submarina tras un trasplante bipulmonar. Algo muy poco frecuente.
Es un arma antigua para cazar a pequeña escala, un entretenimiento asociado a guajes revoltosos y más recientemente el meollo de una competición que tiene su propia liga y nada menos que cinco clubes en Asturias que defienden la dignidad deportiva del tiro con gomero. Quien sabe si, apuntando alto, en un futuro veremos tirachinas en los Juegos Olímpicos.
Forma parte de la Selección española y es la máxima referencia del rugby femenino en Asturias. Su entrada tardía en este deporte no le ha impedido destacar con luz propia en una práctica todavía muy desconocida en nuestro país.
De las múltiples variedades de bolos que se juegan en Asturias, el bolo vaqueiro va ganando aficionados en su zona de influencia, en el suroccidente asturiano. Alvaro Collar, de la localidad canguesa de Gedrez, tiene ya tres títulos regionales absolutos de bolo vaqueiro. Con 22 años, representa el futuro de este deporte tradicional.
A los ocho años empezó a nadar en el gijonés Club Natación Santa Olaya, y desde entonces no ha dejado de practicar diferentes deportes, además de tener la titulación de profesor de Educación Física.
La historia de este atleta asturiano comienza de manera sorprendente, gracias a los Juegos Olímpicos de Los Angeles en el año 1984. Ver una carrera de maratón en la que participaba el cántabro José Manuel Abascal, fue el último empujón a un cambio personal y al nacimiento de una larga carrera deportiva: la de José Manuel García-Millariega, también conocido coloquialmente como 'el cartero' de La Fresneda.
La gijonesa Angela Pumariega forma parte de un equipo ganador que se ha llevado un oro olímpico a casa cuando nadie lo esperaba. Es el final feliz de una historia que parece propia de un guión de Hollywood.
Cuando llegó la noticia de que Alberto había conseguido el oro, toda Riosa saltó de alegría. El 'guaje' que nació y creció en el pueblo había conseguido el mayor galardón posible para un atleta paralímpico. Sin duda, el fruto a una carrera meteórica sustentada en muchas horas de preparación y esfuerzo.