“Qué ricos los Tigres ¿eh?… pero qué ‘latosinos’, como dice mi madre”. Así presenta Marga Obegero esta receta que no admite prisas, adecuada para aquellos a los que cocinar les relaja y no les importa el tiempo empleado con tal de que el resultado sea el esperado. ¿Te animas?
Ingredientes
- 20 mejillones (y sus cáscaras)
- 2 cdas. de harina de trigo
- ½ cebolleta
- 1 diente de ajo
- 50 gr de mantequilla
- 500-600 ml de leche semidesnatada
- Sal
- Pimienta
- 1 o 2 huevos (para rebozar)
- Pan rallado (para rebozar)
- Aceite vegetal (para freír)
- Tabasco, guindilla, sriracha (opcional)
- Laurel, romero, perejil…
Elaboración paso a paso
- Quita la barba a los mejillones, lávalos y hierve en abundante agua caliente hasta que se abran junto con una ramita de laurel, perejil o romero. Deshecha el que no lo haga.
- Para preparar la bechamel, primero pocha cebolleta y ajo muy picados en la mantequilla. Incorpora la harina. Cuando se empape de la mezcla, añade poco a poco la leche sin parar de remover con las varillas para que no se te hagan grumos. Si quieres, puedes calentar la leche, te será más fácil. Yo no lo hago.
- Añade sal y pimienta, el picante que hayas elegido (yo sriracha) y los mejillones que has picado en trozos muy pequeños. Quita a la cáscara posibles incrustaciones que tengan y el rabín interior (ni idea cómo se llama). Elige las cáscaras que menos trabajo tengan y sean más grandes.
- Incorpora la bechamel a cada uno de ellos. Reserva en la nevera 2-3 horas (puede ser la noche anterior) (Foto 1). Reboza en huevo batido y pan rallado (Foto 2). Un ratín más de nevera y ya puedes empezar a freír en abundante aceite caliente hasta que se dore el pan. Si todavía tienes freidora, para este trabajo es fenomenal.
- Y ya están, ¡¡¡una delicia!!! Al parecer, las cáscaras son un buen abono para las plantas, así que si te animas, ya sabes como aprovechar las sobrantes.