A los amantes del folk tradicional les sonarán muchos de los nombres que militan en las filas de Cerezal. Otros serán una sorpresa, y es que este grupo mierense ha irrumpido con fuerza en el panorama regional con una propuesta propia: un folk renovado, con arreglos diferentes y una importante presencia vocal. Gonzalo Pumares es el violinista y ejerce en esta ocasión de portavoz; junto a él, Juan Yagüe (guitarra acústica), David Mori (flautas y gaitas), Juan José Díaz (percusión), Gonzalo Pumares (violín) y Andrea Álvarez (voz). Cerezal acaba de tocar en Mieres en la ‘Folixa na Primavera’.
-En Cerezal confluye gente con experiencia, nombres que conocimos en el panorama asturiano, con componentes muy jóvenes. ¿Qué sale de esta mezcla?
-Precisamente yo creo que el valor del grupo es ése: que confluye gente muy joven, con una ilusión y unas ganas de hacer tremendas, con gente que tiene cierto rodaje en el panorama folk, con un componente de experiencia. Sobre todo en el proceso creativo, es muy interesante contar con ambas partes.
-El componente folk es evidente, y también las influencias del pop. En vuestro material promocional habláis también de elementos de rock, jazz, blues… ¿Cómo es el sonido de Cerezal?
-Es difícil definirlo, pero por lo que vamos recogiendo de la gente lo que aporta es frescura. Tampoco es que estemos inventando nada, pero el oyente de música asturiana se lleva la impresión de que acaba de escuchar algo un poco distinto, una vuelta de tuerca en los arreglos, en la voz…
-Aunque tenéis algún tema instrumental, habéis querido que la voz gane importancia en vuestras canciones. ¿Por qué?
-Es fundamental. En Asturias ha habido voces muy importantes, pero nos parece que el tema vocal siempre había sido secundario dentro de la música tradicional, no ha tenido el protagonismo que sí se le da en otros estilos. Entonces nosotros quisimos tomárnoslo en serio desde un principio, trabajar mucho las melodías y los coros para dar relevancia a la voz.
–Nueche es vuestro primer videoclip. En él contasteis con la colaboración del público, que os envió grabaciones de móvil. ¿Cómo fue este proceso?
-Ahí contamos con la propuesta de Laura del Pozo, una artista gráfica gallega que desde que conoció el proyecto se involucró muchísimo con la idea de trabajar el aspecto gráfico de Cerezal. En los primeros conciertos no teníamos ni siquiera material promocional, así que se nos ocurrió pedir la ayuda del público, que nos grabasen con el móvil y nos lo enviasen. La respuesta fue tremenda, nos mandaron un montón de vídeos, y pensamos que podría ser una buena forma de hacer a más gente partícipe de algo que estaba naciendo. En otros dos conciertos ya vimos qué canción íbamos a hacer, y ya pedíamos grabaciones concretas. Con todo ese material Laura se puso a trabajar, hizo la edición y el montaje, y el resultado está ahí.
-El disco salió casi «por casualidad» porque no pensabais editarlo, era una grabación para uso propio y para enviar a festivales. ¿Cómo os decidisteis a sacarlo al público?
-Efectivamente, el EP que sacamos en diciembre era material interno, pero cuando se planteó el concierto de presentación la gente empezó a preguntarnos y a mostrar interés, así que decidimos «planchar» unos cuantos CDs para ese día, que se agotaron rapidísimo. Ahora tenemos ya repertorio de sobra para un LP y, si no se tuerce nada, a finales de año lo grabaremos.