Es momento de un buen paseo por la naturaleza, contemplando bellos paisajes, conociendo cuidadas muestras de arquitectura tradicional y probando la gastronomía autóctona. Aquí van cuatro sugerencias.
1Ruta de las Hoces del Esva
El atractivo de este recorrido es la naturaleza virgen que muestran las hoces del río Esva, serpenteantes muros de piedra excavada por la acción del agua. También hay hórreos, un dolmen, bosque de robles y una buena vista desde las brañas. Para llegar al punto de destino podemos elegir entre dos rutas: la PR.AS-1 y la PR.AS-2. La primera tiene un poco más de dificultad y se tarda cinco horas en realizarla.
Si elegimos el PR.AS-2 sólo emplearemos hora y media en llegar al mismo destino, aunque esta vez iniciamos camino en Bustiello de Paredes.
2Ruta Los Llugarinos
Está señalizada como PR.AS-5, es circular, parte de Balsera y está catalogada como de dificultad fácil. Nos ofrece la posibilidad de ver molinos típicos de Valdés, construcciones rectangulares de dos plantas elaboradas con mampostería y pizarra. Los había de propiedad comunal, en el que los vecinos se turnaban para emplearlos, o de propiedad privada, en la que se pagaba al molinero con una parte de la cantidad de grano llevado para moler.
3Camino y Senda a la Playa de Cueva
Esta vez hacemos un paseo al mar y para ello nos acercamos a la localidad de Canero. En concreto la ruta parte del aparcamiento en la vega del Río Forcón, donde veremos un panel explicativo que indica el itinerario, que es de una gran sencillez y está perfectamente señalizado. La senda va al lado del río Forcón y conduce a la Playa de Cueva, en un recorrido sencillo y adaptado a todo tipo de gente. Es ideal para un paseo corto en familia, respirando la brisa marina.
4Camino Real de Concilleiro
Esta ruta es la derivación hacia la costa del Camino Primitivo que iba a Compostela, una vez que llega a la Espina, por lo que suelen verse peregrinos en ella. Comienza en Venta de Cruces, lugar emblemático donde se dan cita dos ventas en la confluencia de varios caminos o cruces, y dos concejos. Entre los pueblos de la ruta pasamos por Muñás y luego Carcedo, con Iglesia dedicada a San Pedro que data del siglo XVIII. Atravesamos «la Fervencia» y llegamos a Brieves, donde destaca la etnografía: arcos que unen los hórreos y paneras con las casas de labranza. También merece ver La Torre, una casa medieval. Ahora los peregrinos deciden entre cruzar el río o acercarse a Trevías y su Iglesia de San Miguel con inscripción del año mil. Si continuamos un poco más, llegamos a San Feliz y su capilla de Santa Isabel. Al final del recorrido, y tras unos cuantos pueblos más, la senda se une al Camino de la Costa. §