Con una mezcla de indignación e impotencia, los ciudadanos asistimos cada día a las sesiones de los juicios por corrupción como si se tratara de una novela por entregas. Siempre hay alguna sorpresa que demuestra que la cosa es peor aún de lo que nos imaginábamos.
El aumento de la temperatura del mar debido al cambio climático está favoreciendo la aparición de huracanes y otros fenómenos meteorológicos. Es el caso de Ophelia, huracán del Atlántico que con categoría 3 y con un rumbo bastante inusual, según los expertos, avanzó hacia las Azores para apenas rozar el norte de España y dirigirse con fuerza hacia Irlanda y Reino Unido.
Las dos etapas asturianas de la Vuelta Ciclista a España registraron una audiencia de cuatro millones y medio de espectadores, según cifras de la organización. En concreto, la etapa de Corvera-Alto del Angliru (Riosa) fue la más vista de toda la Vuelta, con cerca de tres millones de seguidores.
Los últimos atentados sufridos en nuestro país han dado un giro radical a la percepción que teníamos muchos ciudadanos hasta ese momento de lo que era noticia y ocupaba la primera plana de los periódicos e informativos durante este mes de agosto: la problemática de la independencia de Cataluña y la turismofobia.
Por ahora, solo el norte peninsular se está librando de esa masa de origen africano que está entrando por el sur de España. Como consecuencia, en Asturias tenemos la suerte de poder dormir por las noches, no tenemos que tirarnos en las fuentes para refrescarnos, ni dependemos del aire acondicionado para sobrevivir.
Dicen que la historia está llena de deudas. Premios que debieron otorgarse y nunca se dieron por unas u otras razones y otros que sí se concedieron pero -a juicio de la mayoría-, no eran merecidos.
Se acerca el verano y las vacaciones están a la vuelta de la esquina. Llega el momento de desconectar de la rutina diaria, descansar y reponer fuerzas. Para algunos eso se traduce en disfrutar de la playa, la montaña, viajar o simplemente quedarse en casa, sin hacer nada de lo habitual y disfrutando de los pequeños placeres.
El ritmo de vida que llevamos nos hace pasar de puntillas por muchas cosas que deberían preocuparnos y en cambio centramos la atención en temas triviales. Vivimos inmersos en una sociedad donde prima la prisa, las apariencias y donde es difícil parar para apreciar lo que merece ser valorado. No estamos educados para escuchar por encima del ruido y averiguar qué está pasando de verdad a nuestro alrededor.
El cambio climático está provocando importantes alteraciones en los ecosistemas: olas de calor, nevadas, inundaciones, sequías o tormentas cada vez más frecuentes e intensas, por poner algunos ejemplos.
Ser mujer no es nada especial para que a una le tengan que felicitar cuando se aproxima el 8 de Marzo. No somos un colectivo con características y problemas comunes como podría ser el de los estibadores -con todo nuestro respeto hacia ellos- que en estos días mantienen un pulso con el gobierno y la patronal por defender sus derechos.