No lo invento, de verdad de la buena. Suelo guardar los recortes de prensa o las fotos, por si acaso alguna duda de la veracidad de estas líneas, porque en ocasiones hay barbaridades que parecen imaginadas; lo de la tele es más difícil de mostrar aquí, pero hoy en la Red está casi todo, comprobable, por tanto. Sari es pedicura, toca los pies a la gente en el salón de su casa, a la vez que da conversación y mantiene puesta la tele por si falta tema. “¿Quién es ésa?” “¡Home, no conocela! Paz Padilla, ye muy salada…” En el programa de Telecinco de la tarde (jueves 9 de enero) acaba de decir: “La Familia Real está trabajando…Ya sé que es algo raro, pero la Familia Real está trabajando mucho.”
La monarquía está pasando dificultades en general, entre sus miembros hay una cierta tensión, aunque pocos imaginaban situaciones como las de la noticia adjunta, ¡los Reyes insultando a la Policía!, y lo que es peor, parece que agredieron a los mossos a caramelazo limpio. ¿Puede ser, quizás, por el debate autonomía/independencia? Sea como fuere no está bien usar golosinas como arma arrojadiza y proferir improperios delante de los niños.
La crispación recorre todas las instituciones sociales, entre otras cosas porque la ciudadanía está atenta a todos los movimientos de los responsables políticos y sindicales, La Nueva España, desde Mieres, dice que las centrales minoritarias acusan: “Tras doce horas de negociación, a las diez de la noche del miércoles pasado, el Concejal de Personal nos entregó una tabla salarial en la que sorprendentemente, vemos como a un delgado de UGT, que además es suegro del vicealcalde, se le sube del grupo C2 al C1, con un elevado incremento salarial…”
¡Hombre, si hay relación familiar la cosa cambia!, pero no veo la razón de señalar a nadie con el dedo porque sea delgado, ahora que la obesidad se ha convertido en un problema social, y en este momento que andamos todos preocupados por bajar los kilos que cogimos en las fiestas navideñas. Ni dietas milagros, ni nada, que al Dunkan hasta los han expulsado del Colegio de Médicos en Francia. Si es que, como decía el mancebo de la botica de junto a casa, “¡cuando tienes el gene de engordar…!”
¿Colegio de Médicos? Ahora que el Tren de la Libertad ha hecho que Gallardón balbucee en la convención PP, ahora que hasta las mujeres de Turquía tienen que ayudar a las españolas en sus reivindicaciones, es todavía más conveniente que cuidemos el lenguaje. Miren por donde un muy amigo de esta columna, informando acerca de la presentación de un libro en la Librería Literanta de Palma de Mallorca, donde debería escribir “Esculpir el género”, escribe “Esculpir el cuerpo”; Marta Fernández, directora de la colección, le advierte de que ha metido la pata, él, prudente, reconoce el error, se disculpa y vuelve a escribir “Esculpir el cuerpo”; no parece llevarse bien con esto del género, el hombre. Ni la Consejería de Sanidad del Principado de Asturias. Llega, con víctimas mortales desgraciadamente, la gripe tipo A; Lourdes Morales, eficiente jefa de servicio del Hospital Valle del Nalón, me subraya uno de los informes que aparecen en prensa, con una sorprendente estructura del personal sanitario: “La mayoría de las personas afectadas no necesitan ver a un médico o enfermera“. Quien firma el artículo, P.R. debería informar si se puede ver a una médica o a un enfermero. Pero no acaba aquí la cosa, no solamente tenemos un problema de letras, sino de números, “La gripe está afectando, sobre todo, a los niños pequeños menores de 5 años, y les siguen por edades los mayores de 75 y los que sobrepasan los 14”; o sea, a todo el mundo, vaya, porque solamente libran entre 5 y 14 años; afortunadas edades.
Otro tropezón literario. Concurso de Antena 3, la persona que participa escoge letras hasta adivinar una frase oculta; en el panel aparece la solución: “Me gusta cuando estás ausente porque callas” ¡Si Neruda levantara la cabeza!, volvería a su sitio, seguramente. En primer lugar, si está ausente por qué sabe que calla; en segundo lugar, para quienes no están muy duchos en poesía, lo que dijo Don Pablo es algo diferente: “Me gusta cuando callas, porque estás como ausente”.
Las faltas de ortografía no entienden de clases sociales, observen el aviso que he fotografiado en la puerta de una tienda de moda en el exclusivo Paseo Marítimo de Palma de Mallorca hace una semana. Utilizando técnica forense podría decirse que es fruto de las prisas, por lo mal cortadas que están la hoja de papel y la cinta adhesiva; claro que, también podría ser un truco para llamar la atención. No es el caso del Hogar del pensionista, de Ciaño, que en letrero rotulado con ordenador advierte de que la puerta está “avierta” (fíjese que hasta mi programa me corrige automáticamente: ¡abierta!); no está probado que los destrozos originados fueran en protesta por el error, más bien parece que fue un robo.
Suelen ser útiles, para desarrollar habilidades lingüísticas, los crucigramas, recomendados además, a partir de cierta edad, como método higiénico contra el deterioro cerebral; sin embargo, no siempre son de fiar. La Nueva España, crucigrama blanco del uno de junio, 2 horizontal, inquiere: “Instrumento musical de viento”, solución: “Contrabajo”.
El amor como eximente. Don Jesús Silva, abogado en ejercicio, miembro del prestigioso gabinete del Señor Roca, Padre de la Patria, nos regala una nueva orientación jurídica ante esos delitos tan de moda de hacer trampas a la Hacienda Pública y blanquear dinero obtenido de manera turbia; afirma el letrado que está “absolutamente” convencido de la inocencia de la infanta Cristina. Dato curioso, coincide con el Señor Rajoy, pero es más original en la argumentación: “Esa inocencia pasa por su fe en el matrimonio y el amor a su marido”. ¡Cáspita!
No lo digo yo, que siempre me acusáis de irrespetuoso, lo dijo la portada de El Jueves: “¡La infanta Cristina es tonta!”; igualito que la ministra Mato, -¡anda, que vaya apellido para llevar Sanidad!-, que se le aparece un Jaguar en la cochera y no se da por enterada, eran “cosas de su marido en las que ella no tenía por qué meterse”. (Aclaro que este Jaguar es una marca de coches de lujo, no una variedad de felino).
En tiempos que afortunadamente ya pasaron, aunque algunos quieran recuperarlos, se consideraba atenuante la ceguera por celos, por desmedida pasión, en los casos en que los hombres mataban a “sus” mujeres. El amor como eximente,-de momento-, no está contemplado en el Código Penal.