'Pelléas et Melisande' es la única ópera de Claude Debussy, de quien Daniel Barenboim hablaba (y tocaba) recientemente en Oviedo; decía de él que era un revolucionario de la música.
Portada de ABC Cultural, El contrabandista de Miles Davis. Desconocía que el finado genio del jazz tuviera relación con un tal delincuente, incluso, por la foto, me parece demasiado joven para haber convivido con un trompetista que hoy tendría 91 años. Pero nadie puede dudar de un periódico centenario.
Estábamos apenas comentando la charla de un colaborador de esta página, acerca de santos de segunda división y milagros; desembarcar en Tenerife, unos días antes de San Andrés, día de la apertura del vino, nos ponía ante otro hecho, sino milagroso, fantástico, la capacidad de sus gentes para producir un vino de calidad en condiciones tan difíciles. 'Lleno de esfuerzo', reza la campaña publicitaria de este año.
Los católicos no hacen caso a sus propios textos. Dice el Deuteronomio que 'sea maldito el hombre que haga una escultura o imagen fundida o abominación de Yahvé'; sin embargo, anda la parroquia llena de estampitas de santos, que han llegado a tal número que no caben en el calendario, por eso se resume y hay un 'Día de todos los santos', así no se olvida ninguno.
Yo no creo que sea una indirecta. Adrián Barbón es, ciertamente, un alcalde voluminoso, pero no me parece, la verdad sea dicha, que el concejo de Laviana se quede aliviado con su marcha. ¿Que de dónde saco tan peregrina idea?
He tenido que cambiar el artículo sobre la marcha. Estaban previstos una serie de comentarios para celebrar la Diada que afectaban al uso de la lengua catalana, pero después de lo sucedido en mis queridas Ramblas, bromas ni una. Hay que ponerse serios.
¿Puede llamarse deslenguadas a aquellas personas que no usan bien la lengua? 'Con las manzanas podridas del PP de Madrid se podría inaugurar la mayor sidrería de Europa', afirma una diputada de la oposición.
'Cómo se nota que está el techo cerrado, porque los decibelios son tremendos', decía la comentarista, a la altura del terreno de juego; su compañero, en la cabina, hablaba de 'breves minutos'.
No hubo milagro, claro, el Sporting consumó el descenso de categoría. Los futbolistas, como los malos estudiantes, dejaron los deberes para última hora y llegaron tarde. Fueyo, el capellán expulsado del vestuario, los llevaba habitualmente a Covadonga, pero por lo que se ve ni con ayuda divina se puede si uno no hace su tarea.
La madre de mi amigo Pepe Parejo le cuenta, con ese magnífico acento gaditano, lo que acaba de traer del ultramarinos de debajo de casa, '...y unos tomates torturaos'. '¡Triturados, mamá, triturados!' '¿Y qué, que no los torturan?'