Yosune Álvarez, presidenta de Xega, tiene tras sus espaldas muchos años de militancia LGTB. Guerrera en múltiples debates y batallas, sabe que, por desgracia, lejos de disminuir se avecinan tiempos difíciles para la igualdad. En pleno rifirrafe con el Ayuntamiento de su querido Gijón, pone todo su empeño en cerrar por todo lo alto el mes del Orgullo.
Con o sin declaración institucional por los derechos LGTB, la localidad gijonesa celebrará el sábado 29 de junio una manifestación para reivindicar la visibilidad de todas aquellas personas que han tenido que ocultar su identidad de género y exigir los mismos derechos para todos, todas y todes con independencia de su orientación sexual.
-Cuéntame Yosune lo que se avecina para estos próximos días que cierran un mes de lo más completo.
-Sí, ahora mismo ya no hay tantas actividades porque, en realidad, el Día del Orgullo es ahora el mes del Orgullo y durante todo junio tuvimos actos y eventos. Hacemos una buena valoración porque aparte de Xega hay más colectivos relacionados con el tema de la diversidad sexual en Asturias y entre todas y todes hicimos un buen mes. Además, nos repartimos por la geografía de Asturias que es algo que también pretendemos desde la asociación, salir de Gijón y llegar un poco más a la zona rural. Y que, al menos, toda la gente se entere de que es el mes del Orgullo, un mes para defender los derechos humanos. A los colectivos no nos resulta fácil llegar a toda la ciudadanía, queremos que la gente sepa que si tienen cualquier tipo de problema, se pueden acercar a algún colectivo y denunciar o contar lo que les pueda estar pasando. Y este mes nos da mucha visibilidad en este sentido para el resto del año. El broche será la manifestación del Orgullo 2024, que organizamos en Gijón el sábado 29 de junio, y que está apoyada por diferentes colectivos sociales. Parte desde el Paseo de Begoña, a las 18 horas, y finaliza en la Plaza del Ayuntamiento.
“A los colectivos no nos resulta fácil llegar a toda la ciudadanía, queremos que la gente sepa que si tienen cualquier tipo de problema, se pueden acercar a algún colectivo y denunciar o contar lo que les pueda estar pasando”
-¿Qué le pides a las manifestaciones del Orgullo, tanto a la asturiana como a la estatal?
-Lo que pido es que salga a la calle toda la ciudadanía, porque los derechos LGTB no son solo de nuestro colectivo. Nosotros no vivimos en Marte, tenemos familia, amistades y un entorno laboral que puede ser o no favorable y, evidentemente, toda la gente que nos rodea se ve afectada cuando tenemos problemas.
También es una cuestión de solidaridad. En realidad, compartimos con todo el movimiento social las reivindicaciones porque, por ejemplo, hay muchas personas que están pidiendo asilo político por cuestiones de LGTBIfobia en su país y esa es una problemática con la que nos enfrentamos también y a la que hay que dar solución; y en el entorno sanitario ocurre más de lo mismo.
-¿La defensa de los derechos humanos debería unificar a todo el mundo?
-Desde luego. Queremos que todo el mundo se sienta partícipe de esa defensa, de hecho, la pancarta que llevamos dice: “Todos los derechos para todas las personas”. Porque esto no es una cuestión de privilegios y de chiringuitos como reflejan muchos de los comentarios de ciertas agrupaciones políticas en redes sociales cuando se dan noticias sobre el colectivo LGTB. Se está poniendo de moda decir que somos un chiringuito al que le interesa sacar dinero y mí me gustaría decir a toda esa gente que no queremos recursos económicos directos, si no que los recursos -que ya están para toda la ciudadanía- contemplen que los derechos LGTB son una necesidad. Siempre intentamos hacer las reivindicaciones desde un punto de vista ético y responsable y queremos que los servicios públicos puedan responder también a nuestras necesidades. Por ejemplo, en el tema de reproducción asistida, hasta el año 2018, una mujer sola o una pareja de chicas no tenían acceso al servicio público que había desde la Consejería. Nosotras no pedíamos más recursos, sólo que esa lista se abriese también para ellas y se consiguió en ese año.
O que la Unidad de Tratamiento de Identidad de Género del Principado de Asturias (UTIGPA) participe de recursos públicos es también una necesidad, porque el de las personas trans es un colectivo muy vulnerable. Y hay que tener en cuenta que todos los pasos que se dan dentro de un proceso médico para una persona trans ya se estaban haciendo para personas cis. La medicación o los tratamientos hormonales no se inventan para las personas trans, lo que ocurre es que para este colectivo se necesitan de manera más estratégica.
“No queremos recursos económicos directos, si no que los recursos -que ya están para toda la ciudadanía- contemplen que los derechos LGTB son una necesidad”
-La creciente crispación política tampoco contribuye a que se entiendan ciertos conceptos.
-Claro, y a veces, con la sobreinformación o la desinformación que pueda haber, no se entiende la realidad que se está viviendo, pero es todo mucho más sencillo que tirándose las cosas a la cabeza. Hablamos de necesidades y no de privilegios. Y en ese sentido sí que nos gustaría sentirnos acompañadas por la ciudadanía, aunque es verdad que de unos años para aquí hay una respuesta muy positiva. Una de las cosas que más me ha emocionado de la manifestación del 29 de junio es saber que no estamos solo los colectivos LGTB, que otras organizaciones que abordan lo social y mucha gente que no es LGTB estarán ahí para apoyarnos.
Viendo lo que está pasando con la extrema derecha en Europa se ve que la cosa se va a poner más calentita y complicada de lo que lo vivimos el año pasado con las elecciones estatales y autonómicas. Y no podemos bajar la guardia, porque detrás de los derechos LGTB van a ir otros derechos importantes que afectan a toda la población, y tenemos que apuntalarlos bien.
-Llevas muchos años en el activismo LGTB y aunque la evolución es innegable, ¿se esperan batallas más difíciles ante el auge de la ultra derecha?
-Sí, de hecho, ya se está notando. Fíjate, por ejemplo, en la Declaración Institucional del Ayuntamiento de Gijón. En años anteriores se podían debatir detalles de redacción de la misma, pero nunca había problemas. Es la primera vez que en Gijón hay un confrontamiento y la primera que no se reconoce la Ley; uno de los conflictos surgió porque se nombra la ley estatal de derechos LGTB que se aprobó el año pasado. El argumento esgrimido es que era una ley Sanchista, y por eso el PP no lo aceptó. Yo no sé si es Sanchista o no, pero lo que sí sabemos es que detrás de esa Ley, en su redacción y composición, sí participaron colectivos LGTB estatales. Evidentemente las leyes tienen que estar hechas por quienes las tienen que recibir, o al menos una parte de esas leyes, es algo lógico.
“Una de las cosas que más me ha emocionado de la manifestación del 29 de junio es saber que no estamos solo los colectivos LGTB, que otras organizaciones que abordan lo social y mucha gente que no es LGTB estarán ahí para apoyarnos”
-Y en el centro de la polémica, los menores trans y otras cuestiones que suscita la Ley.
-Ante las personas que dicen que está de moda ser trans, el argumento más gordo que te puedo dar es que ahora la gente joven se atreve a definirse como personas trans. La gente adulta trans fueron niños y niñas trans, pero en su momento no pudieron expresarse como tales, y ahora hay muchísima gente mayor que ya nunca va a salir del armario. Sus circunstancias personales y el momento histórico que vivieron no se lo permitieron y ahora ya no se atreven a hacerlo. Pero si hubiera datos de hace cuarenta años y pudiéramos conocer realmente la estadística de la gente joven trans, seguramente las cifras serían las mismas que las de ahora, porque no es una cuestión de moda, sino de necesidad.
-¿Asociar la educación sexual a determinadas ideologías es un obstáculo?
-Sí, claro, el problema es que se mezcla la ideología con todo lo que tiene que ver con orientaciones e identidades sexuales. ¿Qué pasa? Que quienes empezaron defendiendo las orientaciones e identidades lo hicieron desde la izquierda y ahora, si eres LGTB, parece que tienes que ser de izquierdas. Pues no, hay mucha gente de derechas que es LGTB.
Una cosa que también está pasando es que ahora, cuando voy de la mano con mi pareja por la calle a las 6 de la tarde, ya empiezo a mirar quién puede estar a mi alrededor. Hace quince años esto no me preocupaba, pero el otro día, en la concentración que hicimos delante del Teatro Jovellanos con motivo del Día contra la LGTBIfobia, hubo grupos de chavalinos que nos increparon. Esto era impensable hace unos años y ahora empezamos a sentir una inseguridad que antes no había o no se veía. Eso es el resultado del discurso de la extrema derecha que se está viendo en el Congreso, en los Parlamentos, en los Plenos de los Ayuntamientos… Y si esos planteamientos salen en los círculos políticos, ¿que no pasará en la calle?
“Quienes empezaron defendiendo las orientaciones e identidades lo hicieron desde la izquierda y ahora, si eres LGTB, parece que tienes que ser de izquierdas. Pues no, hay mucha gente de derechas que es LGTB”
-El Observatorio Asturiano contra la LGTBIfobia dice que han subido hasta un 40% las agresiones a personas del colectivo.
-Sí, subieron. En lo que llevamos de año llevamos hasta ocho denuncias por agresión en Asturias. Que no lo denunciemos con protestas o manifestaciones en la calle no significa que no existan. Y detrás de esos casos hay otros muchos que no se denuncian por miedo a las represalias, porque una parte de esas agresiones ocurren cuando vas por la calle y se meten contigo, te pegan o te insultan, pero otras pasan en la familia, y ahí ya empezamos a ver que es una cuestión estructural. Y en esos casos, como en el ámbito laboral, denunciar es más difícil, y a nadie le apetece meterse en ese periplo judicial de denuncia, peritaje, juicio, etc. Nadie denuncia porque sí, no se hace por capricho.
-En julio el Orgullo está en Madrid, a pesar de que los políticos allí tampoco están facilitando mucho las cosas. ¿Qué hay detrás de lo que se ve?
-Desde el planteamiento de la Comunidad de Madrid el Orgullo es una fiesta, no contemplan la parte reivindicativa y tampoco le dan importancia. Lo que ven es que se llena Madrid de un montón de gente que -evidentemente- desde el punto de vista de la hostelería y los negocios es muy importante. Ahí también hay un error por parte de los medios de comunicación a la hora de cubrir la manifestación, porque es verdad que lo único que sale en la tele es la parte de las carrozas, la gente bailando, los drag, lo más vistoso, y no reflejan las seis horas de manifestación con gente llevando pancartas reivindicativas, gente que llega desde la mayoría de diferentes comunidades autónomas. Eso no suele salir en las noticias, a no ser que haya algún lío político o que haya algún representante político en la pancarta central. Pero eso ya no ocurrirá, porque ya se decidió que no va a salir ninguno, no tiene ningún sentido.
Yo animo a la gente a bajar a Madrid, a que vean todas las pancartas y mensajes que se mandan desde las comunidades y también todo el esfuerzo que hacen los colectivos de Madrid para hacer la manifestación. La parte de las carrozas ye importante, pero no es lo única.
“En lo que llevamos de año llevamos hasta ocho denuncias por agresión en Asturias. Que no lo denunciemos con protestas o manifestaciones en la calle no significa que no existan”
-¿Se observa también el incremento de LGTBIfobia en redes sociales?
-Las redes se están convirtiendo en un espacio donde cada uno opina lo que le da la gana, porque no hay consecuencias. Hay una descarga de odio de manera constante y esto se puede ver en las noticias que salen en las redes. Nosotras tenemos por norma no leer los comentarios, pero a veces miras alguno y, además de muchísimo apoyo a lo que contamos, también hay ciertos comentarios que tela… Cualquiera puede escribir a las redes de Xega y poner lo que le parezca y la gente adulta nos podemos gestionar de otra manera, pero el problema es que la gente joven está muy activa digitalmente y vive una parte muy importante de su socialización a través de las redes.
Detectar el acoso, el ciberbullying y todas estas cosas es muy difícil, porque además los jóvenes se mueven en redes muy específicas para ellos. Y antes de la era digital, tú podías sufrir algún tipo de acoso en el ámbito escolar o en el entorno en el que te movías, pero cuando te ibas a casa eso se paraba, mientras que ahora no. Hay que buscar fórmulas para evitar esto y una de ellas es la educación. Por eso este año el lema es: Educación para toes, discriminación para naide, y está enfocado a esa necesidad que tenemos de protocolos, no solo contra el acoso por LGTBIfobia, sino también para que el alumnado LGTB perciba los centros educativos como espacios seguros y de respeto. Y eso hay que alcanzarlo desde lo proactivo con programas de sensibilización. Por otro lado, también hay que sensibilizar al resto del alumnado para que haya una convivencia y un respeto, que es lo más básico que podemos tener en un espacio.
Xega, del VIH a los derechos LGTBI+
Bajo el nombre de Xega se encuentra la Asociación de personas Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más de Asturias. Fue el primer colectivo de estas características en Asturias y nació en el año 1992, en respuesta a la lacra del VIH en la región. Yosune Álvarez, presidenta de Xega, no vivió esa época como miembro del colectivo, pero conoce a la perfección la dureza de esos tiempos. “No solo había que arreglar el tema de la medicación, también había que combatir el estigma social, porque entonces, si una persona tenía el VIH era puta, yonqui o maricón. Xega nació para dar respuesta a la parte del maricón. Había un aislamiento social por desconocimiento y mucha gente se quedaba sola, de ahí que se crease una red de acompañamiento a los chicos del VIH, que además tenían una esperanza de vida muy complicada”.
Como entreguina, Yosune lo vivió en la cuenca minera donde gran parte de los enfermos de sida eran drogadictos. Las siglas de XEGA se correspondían entonces con Xente Gai Astur, el colectivo lo integraban solo hombres y, curiosamente, la mayoría venían de fuera de Asturias en busca de trabajo. “Casi todos pertenecían al sector de la educación, por eso sigue siendo el ámbito fuerte del colectivo -añade-. El reconocimiento y respeto que tengo a los fundadores es máximo, porque se tragaron una época muy difícil en la que hablar de ser LGTB, ser visible y ser profesor era muy complicado. La segunda ola de activistas veníamos del asociacionismo juvenil, muchos éramos monitores de tiempo libre, con lo cual también procedíamos de un campo relacionado con la educación, aunque esta no fuera reglada. Y esa trayectoria la mantenemos, de hecho, seguimos participando en el programa de Ni ogros, ni princesas”.
Como uno de los colectivos más fuertes, Xega estuvo presente en la primera asamblea que propuso el matrimonio homosexual y en las primeras reivindicaciones. Contribuyó en la aprobación de la Ley del cambio registral de 2007 y se mostró muy activa en campañas de sensibilización y educación sexual. Ahora uno de sus horizontes próximos está en la aprobación de la ley LGTB autonómica, ya que Asturias y Castilla León son las dos únicas comunidades que no tienen una ley propia, a la que se suma la Comunidad de Madrid que la derogó. “Desde el pasado mes de octubre, los colectivos LGTB que participamos en el Observatorio contra la LGTBIfobia del Principado de Asturias nos hemos reunido cada semana para cubrir todos los ámbitos que había que contemplar en la redacción de la Ley. Y ahora mismo, ya está en la parte jurídica de mano de los profesionales, y esperamos poder empezar a presentarla después del verano. Nuestra esperanza es que se apruebe para el año que viene y que podamos tener para las fechas del Orgullo 2025 una ley muy práctica, directa y entendible. Sería la bomba poder celebrarlo en el próximo Orgullo”.
“Antes, si una persona tenía el VIH, era puta, yonqui o maricón. Xega nació para dar respuesta a la parte del maricón”
Desde el colectivo asturiano siguen trabajando para que todas las personas puedan vivir de acuerdo a su orientación sexual e identidad de género sin ningún tipo de coacción o represión. Y, a pesar de la crisis generalizada de participación que experimentan la mayoría de asociaciones, Xega disfruta de un creciente número de allegad@s. “Crecemos en cifras de personas, pero también de grupos -explica su presidenta- porque tenemos la Liga de la Diversidad, un grupo joven que está afianzándose y que mantiene mucha actividad; el grupo de Families Xega, el mayor orgullo que podemos tener, porque no solo está constituido por parejas de hombres o parejas de mujeres que necesitan que sus hijos sean respetados, también participan en el grupo muchas familias heterosexuales con hijos e hijas LGTB y participan de manera muy activa en el colectivo. Es algo que me emociona mucho porque es muy guapo lo que hacen, y tienen una reivindicación muy específica para los menores”.
Además, Xega cuenta con un Área de Salud Sexual y más recientemente se ha creado el grupo Bibollos (Bisexuales y Bollos), que trabaja para recuperar el discurso de las mujeres desde el movimiento feminista y pretende crear una agenda más específica para las integrantes LTB.
EL Orgullín del Norte
Al camping Deva, en Gijón, regresa El Orgullín del Norte en su doceava edición.
Desde el viernes 28 al 30 de junio se suceden los actos conmemorativos del Día Internacional del Orgullo LGTBI. La música y el activismo son protagonistas en este evento-acampada que, con carácter festivo, se convierte en un espacio para la visibilidad y la lucha de la comunidad LGTB.
Desde un izado de la bandera multicolor amadrinado por Abril Zamora hasta una Fiesta Hortera de disfraces, actividades matinales destinadas a contentar a deportistas y público infantil, una espicha asturiana, una Fiesta de prau multicolor y un Día dedicado a las Familias. Y todo ello, sin perder de vista el eje estelar del fin de semana: la manifestación organizada por Xega, el sábado 29, por las calles de Gijón.