Para los asturianos, cruzar el Puente de los Santos en dirección a la vecina Galicia es como hacer turismo en casa: la costa es casi la misma, el carácter nos es afín, y la gastronomía y las costumbres son muy similares; pero hay pequeñas diferencias que permiten mantener la sensación de estar haciendo turismo. Muy cerca de Asturias, el municipio gallego de Foz apura el verano con fiestas variadas; allí es habitual encontrar a muchos asturianos que buscan salir de la región sin plantear grandes desplazamientos.
Extensos arenales, bosques mágicos, fiestas populares de gran arraigo y colorido son algunas de las razones que conducen al visitante a tierras de Barreiros, en la Mariña lucense. Sobre todo, en verano, cuando el calor invita a disfrutar de sus playas y de la gastronomía gallega, siempre rica y generosa.
Hasta ahora sabíamos en abstracto que, en la sociedad del espectáculo, hasta el asunto más insospechado se convertía en objeto de atracción audiovisual y en materia de consumo para el receptor.
SUMARIO Opinión Tema del mes. Nueva Ley de Costas, ¿está en peligro el litoral asturiano?. José Ortega, abogado de la Plataforma de Afectados por la Ley de Costas. Comentarios....
Con o sin buen tiempo, hay dos citas obligadas en Ribadesella para este verano: los impresionantes frescos de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena, recién restaurados y el Centro de Tito Bustillo que acaba de integrarse en la Red Internacional de Museos. Arte y cultura en estado puro.
El primer museo de Avilés lo es por partida doble: pertenece a la ciudad y trata sobre ella. 9.000 visitas en el mes de apertura dicen mucho del éxito de esta fórmula, gracias a un museo lleno de contenido, que va más allá de las paredes físicas de su edificio.
A veces simplemente hay que empezar: arremangarse y ponerse manos a la obra. Es la ideología de Ye too ponese, una asociación nacida en 2004 con una filosofía propia: 'hacer cosas pequeñas que nos hagan sentir felices'. María Pérez es la coordinadora de proyectos, que siempre se plantean abiertos a la participación.
Al principio algunos dejaban escapar la risa nerviosa y se limitaban a quitar relevancia a que un grupo de activistas semidesnudas montaran un escándalo en algunos actos públicos. El tratamiento que los medios de comunicación les otorgaban no difería mucho de la mirada entre condescendiente y rijosa que los poderosos lanzaban a las acciones de Femen.