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domingo 30, marzo 2025

“Banksy Astur”, activista por la salud mental: «El humor es uno de los alimentos del alma»

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A Fernando Argüelles le conocen también como el Banksy asturiano por sus humorísticas iniciativas gráficas. Todo empezó cuando en 2019 tuneó un cartel señalizador en la cuenca asturiana, pero lo que no se esperaba este auxiliar de enfermería era que su irreverente rotulador sobre la toponimia asturiana abriese la puerta a una solidaridad que no cesa de crecer.

Blimea ecuatorial, Llanes Yoplin, Red Bull te da Salas, Berrón y cuenta nueva, Bobes ponja, Tolivia Newton John o Boal constrictor son algunos de los carteles modificados que arrancaron la sonrisa de muchos asturianos y que dieron lugar a varias ediciones de calendarios solidarios. En plena pandemia, la recaudación del primero al que denominó “Pola Atención Primaria” se destinó a iniciativas relacionadas con la atención sanitaria en el ámbito de la sanidad pública. Con el segundo, “Pola Salú Mental”, Argüelles reivindicó la importancia de mejorar la atención sanitaria gratuita en materia de salud mental.

Con la recaudación obtenida en una gala solidaria, el artista “Banksy Astur” ha conseguido, en colaboración con la Asociación Abrazos Verdes, un recurso de atención especializada en el duelo por suicidio con terapias gratuitas de forma grupal o individualizada, en Mieres.

Carteles de pueblos de Asturias "tuneados" por Banksyastur
Montaje de carteles tuneados por Banksy Astur

-Vamos a empezar por el principio, tengo entendido que todo surgió a raíz del cartel de Turón de Suchard, en el año 2019. Ahí la liaste parda, ¿qué ocurrió?
-Sí, ahí empezó todo y fue en un contexto de humor, jugando con la toponimia de forma cómica y dando significado a la nomenclatura de pueblos de Asturias. Empezó todo con Turón, porque en las navidades de 2019 se me ocurrió poner en el cartel Turón de Suchard. Viendo cómo se hizo de mediático en las redes por la chancia, por la comedia, fui escribiendo varios más por toda la geografía asturiana como: Naces, creces, te reproduces y Mieres, Allanamiento de Moreda, Spaguetti a la Caborana y otros más.

-¿Y cómo llegó el aspecto solidario a estas iniciativas?
-Porque después, como bien sabemos, llegó un agente patógeno que mandó parar las rotativas, y en plena pandemia, con una crisis sanitaria brutal, fue cuando tuve la idea de juntar todas las “Polas” de Asturias en una sola. Y surgió la iniciativa Pola atención primaria, con la que exigíamos infraestructura en atención primaria, ya que prevenir es salud. Al Covid lo bautizamos como El Monstruo de Lugones y volvimos a jugar con la toponimia de los pueblos. Con todo esto empezó a coger forma la primera trama solidaria, que se tradujo en unos calendarios de pared con la frase Pola Atención Primaria, en el año 2021. Fueron un éxito y con los beneficios pudimos emprender acciones solidarias directas. Luego hicimos otro que era Pola salú mental, con el mismo fin. Los primeros fueron hechos por Delfo, de proyecto Kraken y los últimos por Oscar de Hunter, y en ambos casos tenían unos diseños preciosos.

Mural de Banksy Astur "Pola salú mental"
Mural en Langreo en el que aparece el cartel Pola Salú Mental del activista social.

-Ahora estás inmerso en la sensibilización y visibilidad de la salud mental. ¿Habrá otros capítulos, o este tiene tanto calado que tendrás que recalar aquí con tiempo y con calma?
-Yo creo que la salud mental es la base de nuestro bienestar y es importante abordar este problema; las cifras de muertes por suicidio son terribles. Las acciones directas que hago van dirigidas a diferentes asociaciones, aunque todas tienen relación con la salud mental, porque es algo que se deteriora mucho cuando sufres ciertos problemas o enfermedades. Por eso la ayuda la destino a asociaciones de cáncer infantil, de ELA, de parálisis cerebral, de Alzheimer, etc., y luego obviamente a colectivos que trabajan directamente con la salud mental, como AMPRAP o Abrazos Verdes. AMPRAP es una asociación que trabaja ayudando a mujeres en contextos de prostitución de forma emocional y Abrazos Verdes ayuda a personas que han sufrido por suicidio.

-Afortunadamente, en estos últimos años, se está normalizando hablar de salud mental.
-Sí, y eso evidentemente es buenísimo, pero quería hacer hincapié en que hay que darle una lectura específica, que es que socialmente esto se tiene que basar en el apoyo mutuo. Y hay que huir de esa falsa psicología positiva que en realidad es una fábrica de represión emocional y de esa psiquiatría que se retroalimenta con las farmacéuticas, que son quienes ponen precio a la salud. Es clave por eso que todas las personas tengan acceso a la atención a la salud mental y que esta esté financiada con recursos públicos, que se cumpla la frase que dice: “Sólo el pueblo salva al pueblo. También, educar en valores, en empatía y que aprendamos a estar en la tormenta con la gente que lo necesite.

-En algunos de tus posts hablas también de las mafias farmacéuticas ¿por qué?
-Sí, porque se retroalimentan con la psiquiatría, y al final, lo que hacen es poner precio a la salud. Ponen parches con psicofármacos, pero no van a la raíz del verdadero problema. Y es verdad que los problemas son globales, pero las soluciones deben ser individuales. Cada persona, no solo está hecha de átomos de hidrógeno y carbono, también está hecha de historias y de vivencias que marcan nuestro caminar. Evidentemente, no estoy en contra de los ansiolíticos o los psicofármacos cuando son necesarios para mitigar el sufrimiento, pero hay que ir a la raíz de qué es lo que genera ese sufrimiento y no generar un negocio tan siniestro como este.

-¿Se observa en la sociedad en general un mayor deterioro de la salud mental o lo que hay es una creciente visibilización de esta cuestión?
-El deterioro de la salud mental siempre estuvo ahí, pero también este sistema tan neoliberal y económico que tenemos genera mucho individualismo, provocando que mucha gente carezca de un afecto que es muy necesario. Por otro lado, sigue habiendo un estigma muy grande y por eso la gente tiene miedo a pedir ayuda; la gran mayoría finge estar bien.
Las palabras tienen un poder tremendo, pueden salvar vidas o pueden matar, literalmente, y una persona vulnerable puede que no tenga las suficientes habilidades para salir adelante sola, y si tú minimizas su problema, le puedes hacer un daño tremendo. Por eso hay cosas que deberíamos cambiar; tener empatía no cuesta nada y tampoco empoderar a una persona, pero siempre dando una lectura adecuada de la situación, porque no se puede minimizar el problema de una persona que está sufriendo, eso es importantísimo.

1ª Gala Solidaria Pola Salú Mental, celebrada en noviembre de 2024.
1ª Gala Solidaria Pola Salú Mental, celebrada en noviembre de 2024.

-Entre las iniciativas que has llevado a cabo se encuentra también una gala solidaria realizada en Mieres. ¿En qué ha derivado esta experiencia?
-Hasta el año 2023 lo que hice fue recaudar fondos a través de los calendarios, el último fue el de 2024, pero luego, con Abrazos Verdes, decidimos organizar juntos una gala en el Auditorio Teodoro Cuesta; digamos que la trama solidaria cambió en formato y en contenido. El pasado mes de noviembre, con la colaboración de la concejalía de Cultura de Mieres, la organizamos con las actuaciones musicales de Perro Blanco Blues, Un de Grau, 6 Riales y la comedia improvisada de la compañía Trivilorio Impro. El evento lo presentó la comunicadora Arantxa Nieto, Alejandro Viña Castillo grabó el acto y el cartel anunciador lo hizo Oscar de Hunter, así que hay que agradecérselo a todas estas personas que fueron el pilar de la trama. Y gracias a este trabajo, el Ayuntamiento de Mieres nos concedió un recurso para atender a personas afectadas por suicidio.

-¿En qué consiste este proyecto?
-De la mano de la psicóloga Angélica Rodríguez, que es una profesional especialista en prevención y postvención de los suicidios y tiene una larga trayectoria, se trata de paliar el sufrimiento atendiendo de forma individual o grupal, según sea necesario, a personas que están atravesando momentos difíciles. También se da asesoramiento a familiares y a otros seres queridos de esas personas que están sufriendo y que se plantean la posibilidad de suicidio. Dentro de este proyecto, también hay en marcha un grupo infantil-juvenil, que atenderá a menores que perdieron a seres queridos por suicidio: madres, padres, abuelos, hermanos, etc. El recurso tiene lugar la tarde de los jueves y las actividades se anuncian a lo largo del año en las redes sociales de Abrazos Verdes (Facebook e Instagram) aunque, para una información detallada se puede contactar con ellos en el teléfono 664 34 96 39 y a través del correo [email protected]

-De hecho, Asturias es la comunidad autónoma española con mayor índice de suicidios.
-Sí, es terrible. Pienso que tenemos varios factores de riesgo que son clave para que Asturias tenga esa tasa tan alta de muertes por suicidio, entre ellos la desindustrialización que produjo una decadencia, una falta de futuro; aunque esto requiere de un análisis sociopolítico y sociológico mucho mayor.

-¿Qué más proyectos tienes en el horizonte?
-El principal es hacer otra gala solidaria con Abrazos Verdes, será el viernes 28 de noviembre en el Auditorio Teodoro Cuesta de Mieres. Y voy a hacer un spoiler: se va a disfrutar tanto como el año pasado, que resultó todo un éxito. Aunque lo más importante es que –además de ser un rato muy agradable– el acto permitirá prolongar el recurso que hemos puesto en marcha en Mieres. Ese día aprovecharé también para presentar los calendarios de 2026, ya que este año no los hice y me los han pedido muchas personas.
Pero hay otros proyectos que aprovecharé también para ir dando visibilidad a la gala. Tengo la intención de entrevistar en Radio Kras, en uno de los programas que acostumbro a hacer cada mes y medio, al psicólogo Josema Amigo y al profesor Héctor Gómez Navarro. Hablaremos sobre acoso escolar y convertiremos la charla en un podcast que presentaré de cara al otoño.
En abril, tengo la intención de hacer una comedia improvisada con la compañía Somos Gente Muy Normal, que está dirigida por Domingo Miranda, de Trivilorio Impro. Lo recaudado irá destinado a comprar material para la Asociación Botón, una organización fundada por una pareja de fisioterapeutas que elaboran programas de ejercicio terapéutico para ayudar a niños y niñas con cáncer.
En junio, quiero hacer una speech solidaria también relacionada con el cáncer infantil, en esta ocasión será para la Asociación Galbán, y me gustaría enfocarlo hacia la psicooncología.
En septiembre, haremos un mural en Llangréu, anunciando la gala y demás actos, y en noviembre será cuando saque adelante el calendario de 2026.

-Teniendo en cuenta que todo esto lo compaginas con tu actividad profesional en un centro de apoyo a la integración de ASPACE, parece que vas a tener un 2025 movidito.
-Sí, lo que pasa es que con lo que podemos recaudar se pueden hacer cosas muy bonitas que van a mitigar y prevenir muchísimo sufrimiento. Y ya que se abrió esta oportunidad jugando con la toponimia de los pueblos, quiero aprovecharla.

-¿No hay nada mejor para llegar a las personas que el humor?
-Es que el humor es clave. Es uno de los alimentos del alma, lo necesitamos como una necesidad básica más para el bienestar. A mí siempre me gustó el humor absurdo y fomentar el humor es también una forma de lucha social, de construir pueblo, vínculos y conciencias de clase. Y, en mi opinión, es el camino para poder resistir y poder luchar por un bienestar social, que tanta falta nos hace. No solo forma parte del deber ético, también de la propia felicidad, y es muy agradable ver que con él estás ayudando a la gente.
Como una anécdota, un día se me acercó una chica que no conocía de nada, y me dijo: «Mi hijo tiene una serie de problemas con ataques psicóticos y, gracias a una terapia que tú pagaste, está ahora mucho mejor; quería darte un abrazo de agradecimiento». Cosas como esta motivan para seguir adelante.

-Con tantas necesidades existentes, ¿cómo eliges a los destinatarios y distribuyes luego la ayuda?
-Normalmente hago contacto con las asociaciones con las que colaboro para ver qué pueden necesitar y luego hago cálculos, aunque siempre más o menos porque, claro, la campaña de los calendarios tiene que salir bien para obtener recursos económicos. Me gusta colaborar con asociaciones que están a pie de barrio, que trabajan con la gente vulnerable y desfavorecida, personas que están en los márgenes e intento que sean de distintas zonas de Asturias. Me acuerdo de otra anécdota que me sucedió en Pola de Siero, allí hay una asociación que se llama Espacios Mistos y que trabaja con niños y niñas vulnerables que vienen de familias con muy pocos recursos económicos. Les dan clases por las tardes y organizan actividades de ocio. Les doné una impresora y bastante material escolar, y un día se me acercó una niña de cuatro o cinco años y me dijo a mí, que soy un ateo convencido: «Que Dios te bendiga», y me emocionó.

Izda.: Productos de uso dental y de primera necesidad para campos de refugiados en Serbia y Bosnia.
Dcha.: Reparto de tablets y material escolar para el colectivo Espacios Mistos.


-¿De dónde te viene esa línea activista, esa vena luchadora?
-Siempre tuve inquietudes políticas en cuanto a unas ideas basadas en la justicia social, así que más que políticas, son sociopolíticas. Y siempre me gustaba dar una lectura o un enfoque filosófico basado en esto, en la lucha de clases y en la justicia social. Yo creo que es clave para poder transformar la sociedad.

-Las noticias de clara inhumanidad son una abrumadora mayoría en los medios de comunicación. Sin embargo, tú trabajas en red con muchos colectivos y personas que se preocupan a diario por los demás. ¿Cómo ves ese balance tan brutal?
-Sí, precisamente por eso es importantísimo dar visibilidad y voz a esta gente, a estas asociaciones que huyen de la caridad, porque lo que hay es solidaridad, lo que hay es una ayuda y un apoyo horizontal. Es fundamental luchar contra ese bombardeo mediático, contra las fake news y contra toda esa propaganda reaccionaria que hace que la gente tenga una mentalidad individualista, una mentalidad que compra esa propaganda. Al final, eso genera una deriva bastante peligrosa socialmente que genera sufrimiento y malestar.
Y algo muy importante es luchar por la batalla cultural, ahora mismo es el único bastión que le queda a la clase trabajadora y es vital no perderlo. Yo veo que van a por él, y si lo consiguen, nos acaban de hundir. Al final, el 90% de la riqueza va a estar en el 10% de la población, esto genera muchísima desigualdad con todo lo que conlleva detrás.

-¿Cómo percibes las crecientes amenazas a la diversidad social?
-Están intentando quitar derechos, retroceder en todo aquello que se consiguió, y encima dándole la vuelta de una forma retorcida. Hay que luchar contra todo esto, contra toda esta infamia y, a veces, no queda otra que bajar al barro y desmentir ciertas cosas. Lo que hay que hacer es estar con el pueblo, por el pueblo y con el pueblo. Al pueblo no se le convence con discursos de la hostia, se le convence con movimientos que muestran que la gente tiene empatía. Al final, el bienestar de tu vecino tiene que ser tu bienestar también, porque si la gente está mal y tú estás bien, tú vas a estar mal también. Pero si la gente es feliz, todo suma.

-He visto que no tienes miedo a hablar claro y utilizas tu Instagram para denunciar acciones que no concibes que puedan existir en Asturias.
-Efectivamente, eso es clave, hay líneas rojas que no tienen cabida de ninguna forma, como es el racismo, la homofobia, el machismo, la xenofobia y el esclavismo.

-Si tuvieras que definir la salud mental, ¿cuál sería tu respuesta?
-Lo obvio al hablar de salud mental es no tener un deterioro relativo a enfermedades de patologías mentales, que además algunas son durísimas, como la bipolaridad o la esquizofrenia. Pero si tengo que responder a ¿qué es la salud mental?, diría que es la base de la vida, la base del bienestar, aunque también diría que cuidar la salud emocional es lo que te permite tener una buena salud mental. Porque nosotros nacemos para vivir, no para sobrevivir, ni para sufrir, parafraseando a Mario Benedetti «Que la gente viva feliz, aunque no tenga permiso». Por desgracia, la realidad está muy alejada de esto. Por eso la salud mental es tener en cuenta que nacemos para vivir e intentar que todo el mundo sea feliz.

-Estás en contacto con un montón de organizaciones, conoces a muchas personas con problemas y con importantes necesidades, ¿cómo se sobrelleva emocionalmente toda esta información?
-Ver cuánta gente está sufriendo y pasándolo muy mal me genera cierta angustia. Estar con la gente vulnerable y desfavorecida es duro, pero el ver que puedes ayudar y que esa persona puede sentir el afecto, ya no mío, sino de tantísima gente de tantas asociaciones que son las que están a pie de calle ayudándolas, eso reconforta. Digamos que equilibra un poco lo duro que es trabajar ayudando a estas personas. Y yo creo que la clave está en intentar arreglar lo que no rompemos y cumplir lo que no prometemos.

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