La Red de Inclusión Activa de Gijón (REDIA) ha sido galardonada en la primera edición de los Premios HAZ + en la categoría de Trabajo en Comunidad. Estos premios, creados por la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar del Gobierno del Principado en colaboración con la Mesa del Tercer Sector, nacen para reconocer a personas, equipos, organizaciones y proyectos que hayan contribuido a la construcción de una sociedad más justa y solidaria. En este caso, el jurado ha reconocido a REDIA “por tejer una alianza en torno a la cobertura de necesidades de las personas en situaciones de riesgo en el concejo de Gijón”.
REDIA tiene registradas desde que nace su base de datos en 2012 a un total de 9.653 personas en situación de sinhogarismo. De ellas, 1.023 fueron incluidas en la lista del pasado año, lo que implica un repunte del 24% respecto a las altas de 2022. Este repunte continuado, que las organizaciones sociales vinculan al problema de acceso a la vivienda y la pérdida del poder adquisitivo, es el nuevo gran reto para la nueva estrategia de la Red que trabaja mano a mano con 21 entidades sociales de la zona.
Covadonga Landín, directora de la Fundación Municipal de Servicios Sociales (FMSS), que es quien lidera REDIA, nos habla de la realidad del sinhogarismo en Gijón para profundizar en este problema social, así como las estrategias que están llevando a cabo.
-¿Qué les ha supuesto este reconocimiento?
-Precisamente eso: un merecidísimo reconocimiento al trabajo que viene realizando la Red durante años, y a las personas (técnicos/as, responsables, personal voluntario…) que lo han hecho posible con su esfuerzo y convencimiento de la importancia de trabajar en red el sinhogarismo.
También un estímulo para seguir haciéndolo, en un momento en el que la Red ha estado trabajando en lo que es su Horizonte estratégico, definiendo su objetivo, líneas de actuación y actuaciones operativas.
-¿Qué los ha llevado a crear esta plataforma? ¿Con qué objetivo nace?
-Cabe señalar que los orígenes de la REDIA se remontan al año 2010. En aquel momento se creó la Red de Atención a personas sin hogar en el municipio de Gijón ante la necesidad detectada y compartida entre la FMSS y las entidades sociales que en el municipio trabajaban de forma directa con personas en exclusión residencial severa (Cáritas, Asociación Gijonesa de Caridad, Fundación Siloé, Fundación Albergue Covadonga y proyecto Hombre). El objetivo era dar una mejor atención a este colectivo, reordenando los servicios y coordinando las intervenciones sociales.
La Red ha ido evolucionando a lo largo de estos años con el propósito de facilitar la cooperación entre entidades y administración, también de coordinar a las organizaciones e instituciones que trabajan en la atención a las personas en situación de exclusión de manera que se trabaje en red, logrando una mejor atención de estas personas, minimizando los daños y facilitando los procesos de incorporación social a la vez que se realiza un seguimiento de los mismos; para ello es necesario aunar esfuerzos y recursos, por este motivo se impulsó la REDIA, incorporando a nuevas entidades que trabajan para la inclusión social.
“Es necesario aunar esfuerzos y recursos, por este motivo se impulsó la REDIA, incorporando a nuevas entidades que trabajan para la inclusión social”
-¿Cuántas entidades forman parte de ella?
-Actualmente, las entidades adheridas son Fundación C.E.S.P.A. (Proyecto Hombre de Asturias), Fundación Siloé, Fundación Albergue Covadonga, Cáritas Diocesana, Asociación Católica Española de Inmigrantes A.C.C.E.M., Asociación Gijonesa de Caridad, Asociación Albéniz, Asociación San Vicente de Paúl, Fundación Banco de Alimentos de Asturias, Cruz Roja Española/Asamblea Local de Gijón, Asociación Cultural y por la Acción Social Mar de Niebla, Fundación Secretariado Gitano, Fundación Amaranta, Identidad para Ellos y Ellas, Colectivo Nacai, Expoacción, Acción contra el Hambre; Centro de Iniciativas, Solidaridad y Empleo, y por parte de la Administración, Dirección general de la Vivienda, Empresa Municipal de la Vivienda, Universidad de Oviedo y la Fundación Municipal de Servicios Sociales, que ejerce el liderazgo facilitador.
-¿Cuál es la situación actual del sinhogarismo en el concejo de Gijón? ¿Cuáles son los perfiles más comunes y los problemas más acuciantes?
-Lo que se está percibiendo desde la intervención que realizan las propias entidades y centros de servicios sociales es un aumento del sinhogarismo en mujeres, además de un sinhogarismo invisibilizado que las coloca en situación de mayor vulnerabilidad; perfiles de personas cada vez más jóvenes, con un incremento notable de chicos y chicas menores de veinticinco años, en muchos casos ex-tutelados/as tras salir de centros de protección; familias (en muchos casos con menores) en procesos migratorios; por último, un número importante de personas que podríamos decir en situación de sinhogarismo “cronificado”, que se mantienen en recursos de alojamiento durante meses e incluso años.
“Hemos notado un incremento del sinhogarismo en mujeres que las coloca en situación de mayor vulnerabilidad; personas cada vez más jóvenes; familias en procesos migratorios y personas en situación de sinhogarismo ‘cronificado’”
-El concepto sinhogarismo es más amplio que hablar de personas sintecho, ¿qué más circunstancias engloba?
-Está perfectamente definido según la tipología ETHOS, que establece varias categorías para definirlo. Pero sí, efectivamente, la idea que se tiene de una “persona sintecho” es esa fotografía de una persona durmiendo en cartones en un cajero, a la entrada de un local… Incluso nos hemos acostumbrado a ver esas imágenes como naturales y como algo con lo que convivir que, además, no nos toca de cerca. Hay que decir que cada vez es mayor la colaboración ciudadana. Recibimos muchos escritos de personas del vecindario que ponen en nuestro conocimiento situaciones de este tipo trasladando su preocupación y su interés en que puedan recibir ayuda.
Pero es que el sinhogarismo es mucho más. Es una familia a la que abren un procedimiento de desahucio por quedarse en situación de desempleo y no poder pagar el alquiler; es una familia en un proceso migratorio a la espera de poder acogerse a la protección internacional para la que tienen competencia determinadas entidades; es un chico o una chica que salen de un centro de protección y no tienen dónde comenzar su proceso de vida independiente; es una mujer a la que ofrecen trabajar como interna sin contrato a cambio de ofrecerle un techo…
-¿Qué es lo más duro de la calle?
-Al margen de todo lo que afecta a la salud física (enfermedades y adicciones, higiene, condiciones meteorológicas…), la violencia (insultos, agresiones), cabe destacar la soledad en la que se encuentran.
“La idea que se tiene de una persona sintecho es esa fotografía de alguien durmiendo entre cartones en un cajero, a la entrada de un local… El sinhogarismo es mucho más”
-¿Qué falla en el sistema para que una persona que se quede sin empleo pueda terminar en la calle? ¿Podrían las acciones contra el sinhogarismo estar centrándose más en los síntomas que en las causas?
-Es una pregunta que ya nos hemos formulado en la REDIA porque es absolutamente determinante. Efectivamente, hemos de actuar desde la prevención y atención inmediata. No siempre la respuesta a una situación de este tipo pasa por buscar una plaza en un dispositivo o recurso de alojamiento de la red. Hay que trabajar en coordinación con otros servicios. Están los centros de servicios sociales como puerta de entrada a los servicios y recursos sociales, desde los que se realiza intervención y acompañamiento, está la coordinación con las propias entidades que conocen (muchas veces son quienes las detectan) y apoyan a las personas en situación de sinhogarismo, está la necesaria coordinación con EMVISA, que forma parte de la Red…
Además, existe ya un sistema de ayudas, a saber, el IMV (del Gobierno de España), el Salario Social Básico (de competencia autonómica) y las ayudas municipales (gestionadas por la propia FMSS), que en muchas ocasiones son una alternativa para acompañar procesos de vida normalizada en comunidad.
-¿Cómo ha evolucionado el fenómeno del sinhogarismo en los últimos años?
-Antes ya hemos hablado de esos nuevos perfiles que se van dibujando.
Destacaríamos un mayor nivel de sensibilización en la ciudadanía y, desde luego, un interés desde las instituciones, como evidencian las declaraciones y recomendaciones que a nivel europeo existen ya (esperamos ver pronto los resultados de la Declaración de Avilés) y que tienen una incidencia muy clara en la prioridad y en los enfoques que desde las administraciones se dan al problema del sinhogarismo.
En España contamos con la Estrategia Nacional 2023-2030.
“Cada persona tiene una historia vital (durísima, siempre), una manera de sentir y vivir su propia situación de sinhogarismo, pero también para identificar cómo quiere armar su proceso futuro, sus fortalezas y debilidades. La Red está ahí para apoyar y acompañar en todo ello”
-¿Qué líneas de actuación están llevando a cabo en estos momentos y con qué resultados? ¿Qué papel juega en todo esto el acceso a una vivienda?
-La vivienda es algo totalmente transversal en el abordaje del sinhogarismo. La Declaración de Lisboa lo recoge ya de manera explícita.
Es un condicionante y es un reto a la vez. Es un área en la que hemos de hacer incidencia y, por ello una de nuestras líneas de actuación. Una de las riquezas de la REDIA es que en ella están representadas instituciones autonómicas y municipales con competencia directa en la materia.
Enfoques de intervención desde la desinstitucionalización, teniendo siempre a la persona en el centro; enfoque de derechos humanos y rentas/prestaciones mínimas, para favorecer respuestas normalizadoras para la vida autónoma, y procesos que generen entornos inclusivos para la vida en comunidad son algunos de los enfoques con los que la REDIA está alineada.
-Defienden una forma de apoyo personalizada, ‘ningún caso es igual a otro’ y eso supongo que les obligará a adaptar servicios y recursos ¿Cómo se realiza?
-Lo decíamos antes: es la idea de “la persona en el centro”. Cada persona tiene una historia vital (durísima, siempre) y una manera de sentir y vivir su propia situación de sinhogarismo. Tiene sus propios deseos, tiene capacidad para hacer su propio relato de su situación, pero también para identificar cómo quiere armar su proceso futuro, sus fortalezas y debilidades, etc. La Red está ahí para apoyar y acompañar en todo ello.
-En 2017 fueron reconocidos con el Premio a la innovación en servicios sociales por la Fundación Grupo Ineprodes de Córdoba. ¿Cómo es ese nuevo modelo de atención que están desarrollando?
-El premio se concedió a una experiencia relacionada con la participación de personas en situación de sinhogarismo. En este momento están activos en la Red dos grupos, uno de los cuales es el “Grupo de Alojamiento”, que se pretende sea un espacio de trabajo para la elaboración de propuestas de mejora de acceso a vivienda/alternativas de alojamiento. Una de las propuestas que surgió de ese grupo fue una relacionada con la rehabilitación de viviendas vacías a través de formación y empleo previos a personas en situación de sinhogarismo que permitiera luego hacer uso de las mismas.
Existe otro grupo que llamamos “Grupo de Mujeres”, que es un espacio de apoyo mutuo, cuidado, participación, sensibilización y empoderamiento con enfoque de género.
En ambos casos se ha facilitado su visibilización, su participación en espacios en los que han podido ser escuchadas sus propuestas… La participación de las personas es un principio fundamental para la REDIA.
-¿Cuáles son sus fuentes de financiación?
-El REDIA en sí misma es un espacio de colaboración y coordinación entre las entidades y la administración, por ello no cuenta con un presupuesto especifico, si bien la FMSS contribuye en la financiación de acciones concretas.
“Se percibe cada vez más sensibilidad e interés por parte de la ciudadanía, algo que valoramos muy positivamente y que denota que Gijón es una ciudad social que apuesta por el cuidado de sus vecin@s”
-¿Es Gijón una ciudad ‘amiga’ para las personas sin hogar?
-Desde luego, tiene como objetivo prioritario serlo.
-¿Por qué los que no estamos en esa situación, por lo general, miramos a otro lado?
-Bueno, eso es algo que trasciende el sinhogarismo…Tiene que ver con el individualismo característico de nuestra sociedad actual, con los miedos y temores en los que muchas personas viven por sus dificultades para llegar a fin de mes, pagar su alquiler, afrontar productos básicos a unos precios cada vez más altos… Quizá esa sensación de inseguridad y de alarma hace que nos “defendamos” afrontando “lo nuestro”, que en muchos casos ya es un esfuerzo enorme…
Pero, como decíamos antes, es cierto que se percibe sensibilidad e interés en las comunicaciones que nos llegan desde la ciudadanía, algo que valoramos muy positivamente y que denota que Gijón es una ciudad social y que apuesta por el cuidado de sus vecinos/as.