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lunes 25, noviembre 2024

‘Ser tu mejor tú es posible’. Antonio Ramírez Crespo, speaker

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No es un profesor, ni un gurú, ni un consultor: es un creador compartidor, como él se denomina. Después de cuarenta años colaborando y trabajando en multinacionales de primer orden, Antonio Ramírez Crespo saca conclusión de sus experiencias e investigaciones y decide transmitirlo. Es el creador del ‘1 DAY MBA’, una hoja de ruta que conduce a ‘ser tu mejor tú’ y que comparte con todos aquellos que acuden a sus conferencias.

Este luarquino, ex-directivo, licenciado en Administración y Dirección de Empresas e Informática en la Pace University de Nueva York, recorre el mundo viviendo su verdadera vocación: compartir con los demás y ayudar a mejorar sus vidas.

-¿Cómo ha llegado hasta aquí?
-He tenido una vida bastante azarosa. Me casé muy joven y pronto me encontré con dos hijas, dos divorcios y haciendo cosas que ahora aconsejo a la gente que no haga. Estuve 33 años fuera de Asturias en Nueva York, América Latina, Europa y Madrid trabajando, estudiando, sin tener ni idea de inglés -que aprendí en tiempo récord- y viviendo muchas cosas. Siempre he tenido facilidad de expresión, soy tenaz y trabajo duro por lo que quiero conseguir, así que cuando más o menos tenía resuelto el tema familiar decidí compartir todo esto con los demás. Al principio empecé en la línea de formación y estuve colaborando con varias empresas, pero no me convenció aquel sistema, de hecho no utilizo nada de lo que aprendí porque discrepo con la formación reglada. Observé la filosofía que aplicaba la empresa Google con sus empleados: ‘que las personas que trabajen aquí sean felices y competitivas, que trabajen a gusto’. Eso me inspiró, y pensé que lo ideal sería que cada persona hiciera eso por sí misma: ser tu mejor tú. Después de muchos años de investigación y observación, creé ‘1 DAY MBA’, una hoja de ruta con ocho pasos definidos. Los que considero necesarios para sacar lo mejor de uno mismo y hacerlo realidad.

«Creo que la felicidad y la excelencia son posibles en Asturias, pero para ello hay que cambiar cosas»

-¿A qué se refiere con llegar a lo más alto?
-El nivel de productividad que exige el mercado en estos momentos es tan alto que sólo pueden llegar a él o las personas más competitivas o las más baratas. Los que se encuentran en el medio son los que hacen un buen trabajo y se han quedado ahí. El mercado no los quiere porque no considera eso suficiente. Mi objetivo es que estas personas suban el nivel para que no terminen siendo las más baratas. Hace unos años la empresa Telefónica, con millones de euros de ganancia anuales, despidió al 25% de su plantilla en España. Les dijo o ‘mejoras o te bajo el sueldo’. Por tanto, no se trata sólo de hacer las cosas bien, sino de buscar lo excelente.

-Excelencia para todos los ámbitos de la vida…
-Sí, tanto para el terreno laboral como personal o espiritual. Ser ambiciosos, en una palabra. Cuando hace años hablé de excelencia aquí en Asturias me dijeron que era como hablar de carne a los vegetarianos: ¡cómo se me ocurría! Pero aquí sigo, insistiendo. La excelencia no es algo reservado a unos pocos y la fórmula pasa por ‘ser tu mejor tú’, que no es competir con los demás, ni intentar ser el mejor. Es competir con uno mismo y actuar. Si no se tienen aspiraciones no se consigue gran cosa en la vida. Y querer lo que uno hace es el principio para ser feliz. Creo que la felicidad y la excelencia son posibles en Asturias, pero para ello hay que cambiar cosas.

«Cada persona se crea su propio carácter. Eso de que ‘soy así porque lo llevo en los genes’ no es real»

-¿Qué quiere decir cuando habla de ‘ambiciosidad’?
-Eso de ser humildes que nos han inculcado desde pequeños lo considero nefasto, porque con el tiempo se ha tergiversado y se identifica muchas veces con no tener aspiraciones. Nos han dicho que los ambiciosos no van al cielo y por eso no debemos serlo. Son falacias que hay que cargarse. Hay una serie de personas a las que admiro, una de ellas es Bil Gates, una persona ambiciosa y también generosa, que ha donado el 97% de su fortuna. Pues bien, a la mezcla de ambas cosas, ambición y generosidad, yo lo llamo ‘ambiciosidad’: quiero mucho para dar mucho. La falta de ambición hoy es un problema. Hace unas semanas leí un editorial en un periódico de la región que decía -relacionado con el sector agrario-, que Asturias estaba compitiendo con gente que corre cuando nosotros como mucho caminamos. Y que hacía falta un cambio de mentalidad. Esto me animó porque yo esto lo comentaba con amigos hace unos años y me miraban raro. Hoy podemos aprovechar esta crisis precisamente para hacer ese cambio tan necesario. Nada es imposible, aunque sí es más duro y exige más esfuerzo.

-Para cambiar las cosas hay que cambiar la forma de enfocar los problemas y cómo se resuelven. ¿Cómo se hace?
-En las conferencias, después de hacer la hoja de ruta, les digo que tienen en sus manos los elementos para saber dónde está cada uno y dónde quiere estar. A partir de ahí está la decisión de cada persona. Tú decides qué es lo que te hace feliz, que es el objetivo, y vas a por ello. No podemos esperar a que las cosas sucedan, que es una tendencia muy común en Asturias en particular y en España en general.

«Hay que aprender a desaprender, una vez hecho esto te quedas con una hoja en blanco y a partir de ahí, empiezas a aprender, a escribir tu historia»

-En ese cambio, ¿qué papel juegan nuestras creencias, la valoración que tenemos de nosotros mismos?
-Todo. Si no crees en ti no vas a conseguir nada en la vida. Y si no crees, debes averiguar la razón y esa respuesta nadie la sabe mejor que tú: me falta preparación, aspiro a cosas que no son realistas, soy tonto… Descubrirlo y trabajar en ello. Cada persona se crea su propio carácter. Personalmente fui un majadero mucha parte de mi vida, tenía un carácter insoportable y decidí superar todo eso. Lo sorprendente es que después de decidirlo fue mucho más fácil de lo que me imaginaba. Eso de que «soy así porque lo llevo en los genes» no es real, todo se puede cambiar si uno quiere. Se trata de pasar a la acción con optimismo y movido por razones vitales.

-Comenta que a veces decimos que es difícil aprender cosas, cuando lo más difícil es ‘desaprender’.
-Sí, y está demostrado. Hay que aprender a desaprender, una vez hecho esto te quedas con una hoja en blanco y a partir de ahí, empiezas a aprender, a escribir tu historia. Estamos rodeados de falacias en nuestra cultura que nos hacen mucho daño. Pero no hay nada imposible si uno se lo plantea de verdad.

-¿Cómo se convence a un auditorio lleno de personas de que realmente pueden cambiar y que tienen a su alcance las herramientas para hacerlo?
-Ya me gustaría… Estoy lejos de conseguirlo. Puedo hablar de casos puntuales, de personas que luego se han puesto en contacto conmigo, me han escrito, agradeciendo mis palabras. Cuando llego a los demás lo hago de verdad y les ayudo a cambiar su vida, pero eso ocurre en un 3 a 15% de los casos. En el fondo la decisión la tiene cada uno.

1 DAY MBA

«Según la Premio Nobel Doris Lessing, la educación de hoy enseña mucho de una cosa y nada de las demás. Con esta hoja de ruta ayudo a desarrollar esas otras cosas, las actitudes y habilidades que harán sacar lo mejor de cada uno. Con esta metodología, IFISERAH (Idea, Frase, Imagen, Sonido, Emoción, Reflexión y Acción, todo con Humor), facilito las herramientas para que cada uno pueda hacerlo. Es una experiencia a la que me entrego desde el corazón para hacer sentir, reflexionar y sobre todo, actuar a quien así desee hacerlo».

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