Miembros de la realeza, comerciantes cargados de mercancías, artesanos de oficios tradicionales y, por supuesto, peregrinos, transitaron por los ahora denominados caminos jacobeos. Algunos son bien conocidos y otros, como el llamado Camino de Las Asturias, tienen una deuda pendiente con la historia.
De todos es conocido que los caminos de peregrinación, lejos de ser sólo rutas de peregrinos y otros viajeros, fueron también itinerarios con intereses comerciales y políticos que, como consecuencia de la elevada circulación, favorecían la creación de núcleos poblacionales y su reactivación económica.
La Ruta de la Costa o el Camino Francés han acaparado buena parte de la atención en cuanto a itinerarios de peregrinación en España, pero hay muchos recorridos que han permanecido ocultos por causas diferentes. Algunos, aunque utilizados en la antigüedad, han caído en el olvido debido a las condiciones orográficas y climatológicas a las que sometían a los caminantes, en detrimento de otras más ‘benignas’. Es el caso del llamado Camino de Las Asturias, una ruta trasmontana que atraviesa las tierras de León para llegar hasta San Salvador, en Oviedo, atravesando el puerto de Tarna.
Para entender por qué se habla ahora del Camino de Las Asturias hay que retroceder hasta el año 2004. Entonces, el fallecido presidente de las Asociaciones del Camino de Santiago de la zona occidental asturiana, Milán del Bosch, contactó con Alejandro Fernández Suárez, integrante de la Asociación La Pegarata para pedirle su ayuda como guía por las tierras del Valle del Nalón. Miembros de la Asociación del Camino de Santiago de Álava estaban investigando una ruta diferente al Camino Francés, y el itinerario en cuestión atravesaba el puerto de Tarna. “Descubrieron que había habido un camino que se dirigía hacia Oviedo y que no solo era el lógico, sino que, entre los siglos IX y XI, era el único factible. Por aquel entonces, el Camino Francés no existía ya que se encontraba dominado por los árabes -explica Suárez-, y el Camino de la Costa se convirtió en un lugar de tránsito peligroso para los mercaderes y los séquitos de reyes y nobles por culpa de los normandos. Los invasores sajones asaltaban las caravanas de peregrinos que transportaban todo tipo de productos y riquezas”.
La ruta en cuestión partía de la zona de Roncesvalles y se adentraba en la montaña de Álava, para desde ahí encaminarse a la zona norte de Burgos, luego la norte de Palencia y León hasta alcanzar la zona de Guardo. “Desde aquí el camino natural en la dirección más corta para llegar hasta Oviedo era el puerto de Tarna y continuar por el Valle del Nalón –añade–. De aquella todavía no existía la Catedral de León y el Reino estaba instituido en Asturias”.
Para acompañar en el recorrido a los peregrinos de Victoria, Alejandro trazó una ruta por antiguas vías romanas y medievales, desde Tarna hasta Oviedo, completando así lo que los vascos ya denominaban el Camino de Las Asturias. Y en marzo de 2004 completaron una etapa del Camino por el Valle del Nalón y, de paso, forjaron una alianza con el objetivo de reivindicar la importancia de esta ruta que unía Pamplona y la capital del Principado de Asturias. “Actualmente, hay dudas sobre los lugares precisos por donde discurría el Camino en la parte del Bajo Nalón o Medio Nalón, por la zona de Laviana y Langreo, porque a raíz del desarrollo industrial buena parte fue desapareciendo –explica Suárez–. Uno de los propósitos que tenemos es empezar a abrir campos de investigación que vayan concretando de manera clara el recorrido del Camino y sus posibles variantes, incluso dentro del propio Valle del Nalón”.
En 2012, La Pegarata decidió impulsar la publicación del libro “Las rutas transmontanas del Camino de Santiago: de las tierras de León a Oviedo por el Puerto de Tarna”.
Con las ideas claras, La Pegarata decidió impulsar en 2012 la publicación del libro “Las rutas transmontanas del Camino de Santiago: de las tierras de León a Oviedo por el Puerto de Tarna”, que detallaba los vestigios del Camino encontrados por especialistas y que confirmaban la importancia del Camino de Las Asturias, al tiempo que ahondaban en otras rutas que enlazaban la meseta castellana con nuestra comunidad.
“El libro –añade Suárez– incluye testimonios de varios investigadores que recogen la existencia de numerosos vestigios de ese Camino, como es el hospital de leprosos que había en Laviana (Comiyera) y que fundó Ordoño Peláez, quien ya citaba el camino a su paso por Laviana, lo que pasa es que la Iglesia perdió mucho poder en esta zona minera y se fue olvidando todo lo que allí había. Otra prueba más es la reciente aparición de unas tumbas de peregrinos en la zona de Sobrescobio, con unos esqueletos de gente muy alta que claramente no eran de Asturias. Los astures no podemos presumir de haber sido muy altos”. El descubrimiento de las tumbas fue realizado por el colectivo lavianés Los Bribones, una plataforma cultural que dedica buena parte de su tiempo a investigaciones históricas, con especial atención a la zona del Nalón a la que pertenecen.
Como indica el estudioso José Ramón Gómez Echevarría en el libro: “La existencia de dos leproserías (una en Comiyera, Laviana y otra en Moño, Campo de Caso, junto a torres defensivas, caminos reales, hospitales y fundaciones religiosas con antiguas advocaciones, refuerzan la importancia de la ruta Tarna-Oviedo en la peregrinación a San Salvador de Oviedo durante los siglos XII y XIII”.
Una Asociación para reivindicar el Camino
Ya lo dice el dicho: Quien va a Santiago y no al Salvador, visita al siervo y deja al señor. Y vistas las evidencias de que existió una vía de peregrinación que, atravesando el puerto de Tarna, llegaba hasta Oviedo pasando por Laviana, Langreo, Tudela Veguín, entre otros núcleos, el siguiente objetivo de los simpatizantes del Camino de Las Asturias es crear una asociación que pueda visibilizar este itinerario jacobeo.
Los primeros pasos ya han comenzado. “Hicimos una presentación oficial de la futura Asociación de Amigos del Camino de las Asturias, que ya cuenta con unos estatutos, aunque está sin constituir y tuvimos una primera reunión con los alcaldes de la zona. Y aunque, evidentemente, nosotros lo que queremos es potenciar la vía que discurre por el Valle del Nalón, también vamos a incluir otros caminos que desde Tarna derivan hacia otros puntos como Infiesto y Villaviciosa, este último porque se dirigían al Monasterio de Valdedios”, explica el integrante de la asociación cultural y gastronómica lavianesa.
Para sacar adelante el proyecto, La Pegarata cuenta ya con la colaboración del grupo de investigación histórica Los Bribones, una plataforma que dedica gran parte de sus acciones a estudiar la historia del Valle del Nalón, al que pertenecen.
En la Asociación podrán participar todas aquellas personas, asociaciones y entidades que estén interesadas en recuperar esta parte de la historia. Para sacar adelante el proyecto, La Pegarata cuenta ya con la colaboración del grupo de investigación histórica Los Bribones.“Es un grupo que conoce muy bien toda la zona alta del Valle, cuentan con espeleólogos, historiadores, etc. y estamos seguros que nos van a ayudar a descubrir lugares, senderos y vestigios que forman parte del Camino. Tienen mucha experiencia y han pateado varias de las rutas que vienen de la zona de León”.
En el horizonte del proyecto está el objetivo de conseguir la declaración de Bien de Interés Cultural, que, sin duda, daría un fuerte respaldo a la vía jacobea. “Además, una vez que se oficialice la ruta y se establezcan mapas, -añade Suárez-, recibiría a muchos peregrinos porque hay gente que se dedica a realizar todos los itinerarios posibles. En cuanto al paisaje, la ruta de Las Asturias es un espectáculo increíble. El norte de Burgos es una maravilla, igual que el de Palencia y el de León, y cuando llegas a Tarna, en la primera parte del río Nalón, qué más vamos a decir, con razón esta zona es una Reserva de la Biosfera”.
Los pasos por Las Asturias
El Camino de Las Asturias parte desde Pamplona, entra en el Principado desde las tierras leonesas de Lillo y Boñar por el puerto de Tarna y sigue el curso del río Nalón hasta llegar a la ciudad de Oviedo. Al llegar a Asturias, discurre en parte por caminos reales, vías de origen romano llamadas así porque los reyes cobraban los derechos reales a quienes hacían uso de ellos. En algunos tramos todavía es posible apreciar el antiguo empedrado de la calzada que comunicaba la meseta castellana con la comunidad asturiana.
Al Valle del Nalón entra por el Puerto de Tarna y sigue el itinerario que le conduce hacia las aldeas de Pendones, La Foz, Soto y continúa en dirección al puente romano y a Campo de Caso. Precisamente en Campo de Caso se encontraba uno de los ramales que bajaba hacia Rioseco, Laviana y Oviedo, siguiendo las aguas del Nalón, en lo que se conoce como el Camino de Las Asturias. El otro ramal continuaba en dirección a Infiesto por San Vicente y luego bordeaba el monte Cayón, rumbo a Colunga y Villaviciosa.