Anclado en el barrio de la Soledad
canta al olvido, un músico callejero,
entro en un bar y le digo al camarero
sirve un trago de nostalgia y caridad.
Mis labios lo besarán con ansiedad,
su mentira da, calor de invernadero
hiela mi alma, como el frío de febrero,
y una botella me ofrece, su piedad.
Sé que perdí, lo que gané no lo encuentro,
perdido en mi destino de padecer,
me digo a veces, a mí mismo muy adentro.
Qué, confundí los caminos del querer
y pidiéndole a Cupido un reencuentro,
la vida se me fue, en otra de mujer.
(Poema dedicado a un hombre que se casa con la mujer equivocada y su pena la ahoga bebiendo hasta convertirse en un alcohólico amargado)
Gracias, Tomas, gracias José Sanchez
Muy buena , Marino
Muy buena poesía !!!!
Grande maestro 👏👏