Sacar la bola de cristal no es tarea sencilla, pero hay determinados terrenos que hay que tener en cuenta: sectores y planteamientos con posibilidades de sorprender en los próximos meses.
Turismo: la eterna promesa
Siempre se nombra, aunque probablemente no con la importancia que debería. El turístico es el eterno sector en auge, pero no termina de despuntar. En 2012 aportó el 6,5% del VAB (Valor Añadido Bruto) asturiano, y en los últimos años ha aumentado significativamente el número de empresas dedicadas a esta actividad.
Asturias no es una potencia turística al estilo de las regiones mediterráneas -y probablemente no sea ése el objetivo- pero sí tiene los mimbres para estar en los primeros puestos de los destinos nacionales. No ayudan los problemas con el aeropuerto de Asturias, los retrasos en la Variante de Pajares o el hecho de que la única autovía que comunica con la meseta sea de pago. A cambio, ya se ve el final de las obras de la Autovía del Cantábrico, lo que hace que aumente el turismo de las regiones vecinas y el llamado turismo interior: como hay menos poder adquisitivo, los desplazamientos son más cortos y más cerca. Los propios asturianos son uno de los targets claros del turismo regional.
Al desarrollo de nuevas iniciativas y campañas, se une el esfuerzo de los empresarios por apostar por marcas reconocidas de calidad, buscando la profesionalización y competitividad. Desde el lado de la Administración, existe un Programa Estratégico de Turismo del Principado de Asturias (PrEsTA 2013-2015) que busca realizar un análisis DAFO y una evaluación del turismo en la región, así como aglutinar diferentes propuestas de actuación de las que aún es pronto para ver los resultados.
Crowdfunding: hágalo usted mismo
Ante la evidente dificultad para acceder al crédito, surgen iniciativas de forma más o menos independiente a los cauces tradicionales. El crowdfunding o micromecenazgo es un sistema de cooperación colectiva para conseguir recursos (normalmente dinero) para financiar una iniciativa.
Desde editar un libro o un disco, poner en marcha un negocio o financiar una iniciativa solidaria, el crowdfunding admite casi todo: sólo hace falta que el proyecto interese a un número determinado de gente. El emprendedor entra así en contacto directo con sus potenciales clientes o inversores, que a cambio reciben determinados productos o ventajas previamente pactados.
Existen varias plataformas digitales para presentar propuestas de micromecenazgo, una forma de financiación que parece haber llegado para quedarse. Su popularización tiene, como casi todo dos caras: la proliferación de propuestas hace que sea cada vez más difícil captar el interés de los inversores, pero a cambio los proyectos que consigan llegar a buen puerto deberán tener un planteamiento mucho más elaborado, y por tanto con más posibilidades de éxito.
Energías renovables: el repunte esperado
A pesar de la decidida apuesta del Gobierno español a favor de las grandes empresas eléctricas, el sector de las renovables espera el momento de dar la campanada. No se trata sólo de la evidente responsabilidad medioambiental que deriva de su desarrollo, sino también de que la tendencia europea a favor ejercerá en algún momento cercano un efecto arrastre.
En ese sentido, Asturias parece bien posicionada, tanto en energía eólica terrestre como marina, un mercado por explotar. Pero es el sector forestal el que presenta mejores perspectivas: en una región que se ha hecho famosa por sus paisajes verdes, la generación de biomasa parece un paso inevitable para el aprovechamiento de esta riqueza natural.
La apertura de una planta de biomasa en Tineo ha permitido ganar una importante ventaja competitiva a las empresas del sector, ya que antes se enviaban los residuos forestales a las comunidades vecinas para su tratamiento. De este modo se ha conseguido un ahorro importante en los costes y un cierto repunte del consumo en Asturias. Si hace cuatro años muy pocos sabían lo que era un pellet, hoy las calderas y estufas de este combustible son de las más demandadas, por su bajo coste de mantenimiento.
Más allá del consumo interior, los mercados internacionales se abren también a la producción asturiana: Bélgica, Italia o Alemania son algunos países con los que hay vía abierta; y muy especialmente Francia, que se beneficia de las facilidades logísticas de la Autopista del Mar, que comunica el Musel con la ciudad de Nantes.