El emblemático Museo del Jurásico de Asturias tiene en marcha una muestra temporal que explica y recrea los fenómenos naturales de los terremotos y los volcanes, ambos presentes en épocas de los dinosaurios y que permanecen en la actualidad.
Los dinosaurios y Colunga forman una asociación indivisible. A la abundancia de huellas de dinosaurios y otros reptiles jurásicos que han quedado impresas en las rocas de este tramo de costa, se añade el singular Museo del Jurásico de Asturias (MUJA). En su interior se puede ver la evolución de la vida en la Tierra desde sus inicios hasta la llegada del hombre, haciendo especial hincapié en el Mesozoico o Era de los Dinosaurios y en sus tres períodos: Triásico, Jurásico y Cretácico, cada uno de ellos representado en cada uno de los tres dedos de la gran huella que forma el edificio. La exposición permanente se complementa con otras temporales, que hacen que cada vez que se visite el MUJA sea una experiencia diferente. En esta ocasión está activa «Cuando la Tierra tiembla: volcanes y terremotos». En un intento por reducir, evitar o prevenir los riesgos a los que se exponen millones de personas que viven en áreas próximas a volcanes activos o en zonas de peligrosidad sísmica, la muestra intenta acercar al visitante a la comprensión de los volcanes y terremotos. Ambos fenómenos se explican a través de seis apartados, con zona adaptada a los niños, cuyos paneles tienen formato cómic e incluye la maqueta de una casa donde se puede apreciar el efecto destructivo de los terremotos.
El apartado dedicado a los volcanes nos recuerda que a finales del período Mesozoico, hace sesenta y seis millones de años, tuvo lugar una intensa actividad volcánica en la zona centro-occidental de la India. Esto, junto con el impacto de un meteorito en la península de Yucatán (México) y una serie de cambios geográficos y climáticos a nivel global, provocaron la extinción de la mayor parte de los dinosaurios. Algo que en el MUJA conocen muy bien.
Con respecto a los terremotos, conoceremos diversos aspectos como la magnitud e intensidad de los seísmos, con ejemplos de los terremotos más devastadores conocidos, como el sucedido en Lisboa en 1755 o en Chile de 1960 -considerado el mayor de la historia reciente-. En España, los terremotos de mayor magnitud se localizan en los Pirineos y en el sureste peninsular. Aunque concretamente Asturias no tiene actividad volcánica y es una zona de muy bajo riesgo sísmico, sí ha recibido réplicas del terremoto de Lorca o del de Japón de 2011.
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