Es uno de los reclamos turísticos más destacables del concejo de Colunga. El interés y la curiosidad que despiertan los dinosaurios puede saciarse con una visita al MUJA y completarse con una ruta por la costa, siguiendo -literalmente- las huellas de aquellos grandes animales prehistóricos.
Es uno de los museos más visitados de Asturias. De hecho a mediados de julio tuvo ocasión de recibir a su visitante número 1.500.000, simbólico para un museo que ha encajado bien en las preferencias del público y a la vez que ha sido capaz de acercar ciencias como la geología y la paleontología al conjunto de la sociedad de una forma amena y agradable.
Su arquitectura característica, imitando la huella tridáctila de un dinosaurio, forma ya parte del paisaje de Colunga. En la parte exterior, reproducciones de reptiles de gran tamaño saludan al visitante, para adelantarle qué es lo que va a ver dentro: un viaje por distintos periodos y un repaso a la fauna y los ecosistemas, especialmente enfocado al entorno asturiano. Premesozóico, Triásico, Jurásico, Cretácico y Postmesozóico, todas las eras tienen representación y se acompañan de explicaciones sencillas pero muy completas que permiten formarse una perspectiva amplia.
La Playa de la Griega y los acantilados de Llastres y Luces son lugares básicos después de haber estado en el MUJA. Allí las icnitas o huellas de los dinosaurios se ven claramente, y resultan toda una sorpresa para los visitantes. Desde el Faro de Luces (Llastres) se obtiene una espectacular panorámica de los acantilados.
Además, el museo ha sabido diversificar sus propuestas con una agenda amplia de actividades: talleres de fotografía nocturna, veladas de tonada asturiana, o los Sábados de Cine, durante los meses de julio y agosto. Todas estas actividades tienen el museo como marco, con lo que se consigue que los visitantes estén cómodos realizando distintas tareas en un entorno marcado por la presencia de estos impresionantes reptiles. Conviene consultar la agenda disponible en la web del museo para ponerse al día y hacer más completa la visita. Una de las opciones es sumarse a una de las rutas guiadas que llevan a los visitantes por el trazado costero, mostrando huellas y restos óseos de reptiles jurásicos. En agosto hay dos posibilidades. El día 9 se muestra en primer lugar la Playa de la Griega, donde hay abundantes restos que, convenientemente explicados, dan idea de su importancia geológica y paleontológica; seguidamente se visitan los laboratorios del museo junto con el equipo científico. La actividad es gratuita y las plazas limitadas. Otra posibilidad es inscribirse en la ruta que tiene lugar el 22 de agosto. Se trata de una visita en clave de humor, ya que son las mascotas Devi, Alfonsus y Romiro, junto con la paleontóloga particular del MUJA, Laura Icnita, quienes comentan y explican a los asistentes las particularidades de la Costa de los Dinosaurios. Las plazas son limitadas, y hay precios reducidos para los socios del Club Cultura Asturias.
Una de las principales novedades es la incorporación del «Pequespacio». En la línea del Museo, preocupado por transmitir la cultura de los dinosaurios a los más pequeños, se ha creado una zona adaptada y pensada para que los niños investiguen por sí mismos y sean capaces de hacer sus propios descubrimientos a través de actividades interactivas, cajones de tacto, juegos de preguntas, puzzles o microscopios.
Además, en el exterior del Museo, el conocido como Parque Dinosaurio tiene 16 nuevas réplicas de animales al aire libre, lo que merece claramente una visita (o una revisita) hasta el 30 de septiembre.