Situado en pleno centro del Principado de Asturias, el concejo de Llanera cuenta con una historia rica en asentamientos que han ido enriqueciendo la cultura y el patrimonio de esta localidad, que a día de hoy acoge a cerca de 14.000 habitantes.
Su situación en el corazón de la región ha sido lo que ha determinado un saludable ritmo de crecimiento en este concejo, apreciable no solo en su capital, Posada de Llanera, si no también en otras localidades como Lugo de Llanera. De su época prehistórica se han encontrado diversos restos de osos de las cavernas, tigres dientes de sable, caballos antiguos e incluso restos de elefantes. También en los yacimientos de La Bérvola en Lugo de Llanera, Cayés o La Vega se encontraron diversos restos de instrumental de neandertales. De hecho recientes excavaciones en la Cueva del Olivo en Pruvia, están ayudando a dibujar la forma de vida de estos habitantes que vivieron en Llanera hace treinta o cuarenta mil años.
En la actualidad el municipio posee un abundante y rico patrimonio que pone a disposición de todos sus visitantes. Para todos aquellos que quieran disfrutar de unos días de descanso recorriendo tranquilamente el concejo nada mejor que realizar la Ruta de los Palacios en la que destaca la presencia de dos emblemas del patrimonio local: el Palacio de Villabona, que data del siglo XVII y que fue declarado en el año 1978 Monumento Histórico-Artístico
de carácter nacional, y el Palacio Torre de los Valdés que recientemente se ha reformado y en el que se imparten clases de equitación. También es importante destacar el patrimonio industrial que posee este municipio en el que sobresalen de manera especial las Cerámicas Guisasola, una empresa que abanderó el proceso industrializador del concejo; la Capilla de Santa Bárbara, uno de los pocos vestigios que se conservan de la Fábrica de Explosivos que estuvo activa entre los años 1895 y 1972 y la estación ferroviaria de Villabona, diseñada por el arquitecto Salustio Regueral en el año 1873.
El municipio posee un abundante y rico patrimonio que pone a disposición de todos sus visitantes
Los indianos también dejaron huella a su paso por este rincón asturiano. La Plaza de Abastos, construida gracias a los socios del Club Llanera de La Habana, junto con las Escuelas de Robledo situadas en Lugo de Llanera, cuyas obras fueron patrocinadas por Casildo López Martínez en el año 1930 y que actualmente se utilizan como albergue municipal, son los dos ejemplos de esta arquitectura tan típica de la cultura asturiana.
Y no se puede hacer un recorrido por el territorio de Llanera sin mencionar su gastronomía, que atrae muchos visitantes. El cerdo, la ternera asturiana y los productos de la huerta son en este apartado protagonistas principales, pero tampoco se quedan atrás los postres como el arroz con leche, los frixuelos rellenos o las casadiellas. Para dar a conocer la calidad de la hostelería local el Ayuntamiento organiza, en colaboración con este sector, la Ruta de la Tapa que se celebra durante dos fines de semana al año tras los festejos de Carnaval. En los establecimientos que colaboran se elaboran esas pequeñas joyas de la cocina, a la venta con un precio unificado de tres euros.
El tejido empresarial asturiano ha elegido Llanera como sede de operaciones, dando lugar a tres importantes y activas zonas industriales: Silvota, Asipo y Parque Tecnológico
En el apartado festivo hay una tradición que sobresale y que hace honor a uno de los momentos más importantes de su historia: la Fiesta de los Exconxuraos. La celebración tiene lugar en el mes de julio y recuerda el momento en el que todos los vecinos fueron excomulgados por su rebeldía contra los agravios de algunos comenderos del obispo Don Guillén. Esta postura de insurrección se mantuvo durante cuatro años y para ganarse el perdón tuvieron que caminar en penitencia desde Llanera hasta Oviedo.
La llana geografía de este concejo y su céntrica posición en la región no ha pasado desapercibida al tejido empresarial asturiano que ha elegido Llanera como sede de operaciones, dando lugar a tres importantes y activas zonas industriales: Silvota, Asipo y Parque Tecnológico. La afluencia de trabajadores a este concejo ha permitido que sea de los municipios que mantiene unas saludables cifras poblacionales, con una media superior en natalidad y un incremento de parejas jóvenes que eligen este concejo como lugar de residencia.
De sobra es conocida la vinculación que tiene Llanera con la época romana. Lucus Asturum está considerado un asentamiento de la Asturias transmontana que funcionaba como centro administrativo en la época romana. El Ayuntamiento, en su clara apuesta por volver a sacar a la luz todos los vestigios que el tiempo ha dejado ocultos bajo tierra, ha financiado la excavación arqueológica de la ciudad Lucus Asturum, a la que mencionan como mansio en el Anónimo de Rávena. En su día este lugar fue considerado el nudo de enlace de las vías romanas asturianas. De hecho, era el punto de partida de una vía que comunicaba con Cantabria y otra hasta Astorga (Asturica Augusta), continuando la Vía de La Carisa.
En los meses de septiembre y octubre del año pasado, bajo la dirección de la arqueóloga Esperanza Martín, el Ayuntamiento financió otra excavación gracias a la cual se realizaron nuevos hallazgos de gran interés. «Se detectó un edificio que alberga unas termas. Y la conclusión que podemos extraer es que estuvieron en uso entre el siglo II y IV d.C. -resume Alfredo Rodríguez, concejal de Cultura-. Las dos partes más grandes fueron la zona del caldario y una zona de piscina de agua fría. También se encontraron restos de pavimento, algunas monedas, metales y distintos elementos que suelen aparecer en estas excavaciones».
Estos trabajos arqueológicos realizados en La Castañera, una finca a las afueras de Lugo de Llanera, se han basado en unos estudios previos hechos con georradar y fotografía aérea, y gracias a ellos se pudo comenzar a excavar en esta zona. «Los últimos hallazgos vienen a ratificar las hipótesis que tienen los arqueólogos de que Lucus Asturum fue un núcleo de población importante pero disperso al mismo tiempo -asegura Alfredo Rodríguez-. Habrá que determinar la importancia que tuvo, pero por su proximidad a las vías de comunicación se demuestra claramente que era un centro importante de cruce de caminos, porque algunas de las vías más importantes que atravesaban Asturias pasaban por Lucus, como ya habían demostrado los hallazgos de años anteriores».
Si los propietarios de la finca continúan facilitando los trabajos, los responsables municipales tienen intención de seguir financiando las excavaciones. De esta manera, tal vez con el tiempo y consiguiendo que otras entidades de la región se impliquen, se pueda crear un museo o conseguir que los restos sean visitables. El potencial es grande, y tal y como asegura el responsable de cultura, «a la arqueología hay que darle tiempo, con ella no valen las prisas y si los restos que encontremos tienen entidad suficiente nos gustaría que fueran visitables y contribuir con ello al desarrollo turístico de la zona».