Los padres respiran aliviados y los niños sonríen al tiempo que progresan en su tratamiento para discapacidades físicas y psíquicas. Los “culpables” de esto son los caballos con los que la Asociación Equitación Positiva imparte en Oviedo distintas terapias a niños con necesidades especiales.
Está demostrado: la calidad de vida de los niños con problemas físicos y psíquicos que trabajan en terapias con animales, mejora enormemente. El Centro El Asturcón, es el lugar donde la Asociación Equitación Positiva imparte distintos tratamientos con caballos. La Asociación comenzó su andadura hace siete años, impulsada por el Ayuntamiento de Oviedo, que aporta una parte importante del presupuesto anual de la Asociación y les facilita las instalaciones ecuestres y el mantenimiento de los animales. Pero las terapias son caras y la demanda les desborda, por eso la Asociación ha empezado este año a cobrar una cuota de colaboración de veinte euros al mes.
Sus integrantes comenzaron siendo doce, la mayoría padres de niños con discapacidad; actualmente forman este colectivo más de cien personas. “Hemos firmado un convenio de colaboración con la Universidad de Psicología y la de Fisioterapia y Enfermería, para que se hagan prácticas en la escuela de equitación. Actualmente nuestra pelea es que esta labor sea reconocida por la sanidad pública, y que a nivel universitario, se incluyan en algunas carreras módulos o asignaturas en los que se pueda formar a la gente específicamente”. Charo Loy, presidenta de Equitación Positiva es madre de una niña con discapacidad en sus miembros inferiores debido a una parálisis cerebral. A lomos de un caballo su hija reproduce fielmente los movimientos naturales que se hacen al caminar: “Hace un movimiento tridimensional hacia arriba porque se impulsa para avanzar, hacia adelante porque avanza y hacia los lados apoyándose en una u otra cadera, de esta forma se está grabando en su cerebro ese movimiento que ella no tiene y que debe repetir cuando se baje del caballo”.
El contacto con caballos y otros animales como perros o delfines mejora la calidad de vida de niños con alguna discapacidad.
Una hora de equitación puede suponer para los niños un trabajo de más de dos horas en una clínica, la diferencia radica en que de esta forma los niños no perciben que están trabajando y lo hacen con una sonrisa. Charo ratifica lo gratificante que es ver cómo los niños progresan y además disfrutan con la terapia: “El contacto físico con los animales es muy importante para ellos. Conocí a una madre que tenía un crío con autismo y se le llenaban los ojos de lágrimas cuando me contaba que su hijo sólo sonreía cuando venía aquí y acariciaba a los caballos”.
La terapia con caballos no es algo nuevo, se sabe que los griegos la utilizaban para mejorar la autoestima de los enfermos. “Son animales muy inteligentes -añade Loy-, que proporcionan beneficios tanto para la dificultad física como la psíquica. Ellos saben perfectamente con quién están trabajando, y a quién llevan encima”. Las competiciones de equitación positiva que se celebran en nuestro país ponen de manifiesto que los participantes se superan a sí mismos. Por ello, no deja de sorprender al público que niños invidentes o con síndrome de Down puedan participar, por ejemplo, en campeonatos de saltos a caballo.
La escuela de hipoterapia que está gestionando la Asociación cuenta con un destacado equipo de terapeutas, y su labor es pionera en España, tanto en número de usuarios como respecto al equipo técnico que la forma. Y aunque su trabajo sólo se lleva a cabo con equinos, reconocen también la efectividad de las terapias con otros animales como perros y delfines. El pasado mes de junio la Asociación organizó las II Jornadas de Terapias Asistidas con Animales que trasladaron a técnicos de la salud, la educación, y al público en general los beneficios de estos tratamientos.
Asociación Equitación Positiva
Centro Hípico El Asturcón – C/ El Molinón s/n. Villapérez – Oviedo – 670 462 025 / 609 157 493