Cansu de caminar,
ya de pensar,
quiero arimame a ti,
cuerpu de mí mesmu,
cuerpu mieu,
onde vivo,
dende onde vi
las cousas de la tierra.
Sonces todiel.los
que l.levanon los mieus pías,
dedas humildes,
costiel.las
qu'atestiganon emociones asgaya,
gorxa na que nacienon
las palabras,
midayas de la mía tiesta.
Vos sois lo que perdiera,
lo...
¿Cómo cuenten les hores
nes fábriques de Calcuta
onde nun ven la lluz
del sol? ¿Cómo imaxinen
el color del cielu los
neños de Pequín, detrás
del fumu? ¿Sedrán quén
siquier a atalanatar la
esistencia del arcu la vieya
o lo que ye una estrella?
¿Cómo podrán pescudar
lo que...
Mi abuelo me decía
que cuando estaba preso,
allá en Tetuán, por tiempos
de la guerra,
respiraba la luz que se filtraba
por una grieta
y le sabía como si fuera fruta
de su casa,
como si fuera caldo de su madre,
como si fuera el pan
de la...
Lo que conoces son mis nubes.
Son mis silencios.
Mario Benedetti
En la alcoba, en penumbra
a tu lado, me pregunto,
qué color viste el amor,
qué color las palabras
que escribes en mis labios.
Qué color los suspiros.
Y tus manos.
Imagino delirios en tus ojos.
Imagino luces, sombras,
viento...
Seguíamos con atención el curso
del agua. Cada estación éramos
los primeros en llegar, admirados
siempre del movimiento de lo blando
hacia lo duro. Hielo y agua y espuma
río abajo. Quietos, tocábamos,
atentos a las superficies. Sumergían
a veces la cabeza los otros,
nosotros con ellos.
De...
Yo retiro la presión de las costillas
Hasta que tus pulmones se hinchan con gozo
Aumentan en tres su volumen
El aire que incorporas te hace levitar
Sobre las sábanas
Con la obstinación del corcho
Abandonas el fondo
Te impulsas hacia la superficie
Yo insuflo más aire...
Voy a pedir ayuda a la hermandad lejana.
Carlos Edmundo de Ory
Venid los justos de acción y de omisión,
los limpios de alma,
quienes tienen sucias las manos de cavar cimientos,
que vengan, como entonces, como siempre,
el poeta de la tribu y la...
Zona temporalmente autónoma
Hay mujeres que escriben
donde las mujeres no hablan,
hay revueltas pacíficas
que derrocan a reyes sanguinarios,
hay poemas que aciertan,
mercaderes que hacen regalos,
hay música en mitad de la batalla,
fresas entre las matas,
hay gente que se encuentra y se entiende, hay
súbitos...
Su mirada en mis ojos, sin rechazos,
augurio de la noche que quería,
aunque la luz de su retina hería,
una bella canción la echó en mis brazos,
y bailamos en ceñidos abrazos
sin ver lo que alrededor sucedía,
y la acariciaba, y un rey...
Sabes que no iré esta noche
pronto llegarán los soldados
y requisarán mis pertenencias
volveré a ser un esclavo
arrastrando las cadenas
que tanto estimo
mientras
tú seguirás despierta
leyendo los libros
que escribieron poetas
que fueron amados por mi
Recito por última vez
tu nombre
para sentir que es el tiempo
de...