Con una importantísima densidad empresarial, en las últimas décadas Siero ha ejercido como un foco económico y de generación de empleo no sólo para el concejo, sino para toda la región. Este papel cobra mayor relevancia en el contexto económico actual, ya que es uno de los concejos que mantiene un importante volumen de actividad.
Es, sin discusión, uno de los concejos más importantes de Asturias en el terreno económico: una enorme planicie en el centro de la región, perfecta para establecer empresas e industrias necesitadas de espacio y de buenas comunicaciones. Desde 1270 se establió un mercado semanal los martes, y siglos después a esa tradición comercial se ha sumado la apertura de grandes centros comerciales como Azabache o Parque Principado, que aglutinan gran parte de las compras de los asturianos.
Tierra de iniciativas empresariales, Siero es uno de los concejos asturianos que vivió una mayor explosión demográfica en el siglo XX, lo que también se explica en gran parte por la cercanía con Oviedo. Ese mismo crecimiento puede aplicarse a las empresas, ya que el número de polígonos industriales de Siero supera la veintena, y el movimiento es tanto que no es fácil hacerse con un censo actualizado de las empresas aquí establecidas. En realidad, Siero fue uno de los primeros lugares de Asturias donde se planteó el concepto de polígono industrial tal y como lo entendemos ahora, como un lugar donde diferentes empresas compartieran espacio y funcionasen a modo de pequeña ciudad o barrio, planteando servicios comunes y colaborando ante los problemas y las soluciones. Aquello fue en los años ochenta, y desde entonces han cambiado mucho las cosas, aunque hay un factor que permanece: el concejo sigue siendo un lugar privilegiado para empresas e industrias.
En muchas ocasiones la línea que separa un polígono de otro no responde a una frontera real sino administrativa. Esta organización en distintos tamaños y nombres hace que cada uno sea un mundo, a pesar de las evidentes problemáticas comunes.
Las razones son muchas, algunas de ellas evidentes: a la ya mencionada escasez de terreno llano y edificable en Asturias, mientras que en Siero abunda, se unen las buenas comunicaciones, con acceso a las principales autovías (Y, A-66, A-64, Autovía Minera), y la cercanía a la capital del Principado, al aeropuerto y al puerto marítimo del Musel. Otras razones van más allá en su planteamiento: gracias al auge industrial, en Siero -y por extensión en la Asturias Central- se ha buscado generar un proyecto vertebrado, creando vida en una zona que contaba ya con una importante actividad comercial y turística, y ejerciendo de polo de crecimiento nada desdeñable en el producto interior bruto regional.
Tierra de iniciativas empresariales, Siero es uno de los concejos asturianos que vivió una mayor explosión demográfica en el siglo XX.
El modelo de desarrollo industrial implantado en el territorio depende, en gran medida, de sus características intrínsecas (orografia y ordenación territorial), pero también de una buena dotación de infraestructuras de apoyo, que desde las administraciones han intentado proveer. Desgraciadamente, la crisis económica se ha hecho notar en el mantenimiento de determinadas áreas industriales, que se han visto forzadas a optimizar recursos. El asociacionismo, de amplia tradición en la empresa sierense, cobra todavía más importancia en este sentido, ejerciendo una fuerza necesaria ante organismos públicos y planteando acciones conjuntas.
Un mosaico industrial
En cualquier caso, en las últimas décadas se ha incrementado de forma evidente la conciencia sobre desarrollo territorial y, como consecuencia, sobre la promoción de la actividad industrial como factor catalizador del desarrollo sostenido y sostenible. Para ello el escenario que se presenta como ideal es aquel en el que participan todos los actores implicados: administraciones públicas, organizaciones empresariales y otras entidades de carácter público o privado, como sindicatos, asociaciones vecinales, fundaciones y centros de enseñanza.
Es en ese sentido donde se hacen patentes las diferencias en el planteamiento de partida de los polígonos industriales del concejo de Siero. A los polígonos existentes de titularidad municipal se unen varios nacidos de la iniciativa privada, con más o menos planificación. Algunos, los más antiguos, se fueron creando por la simple necesidad de los empresarios de contar con espacio para sus proyectos, de modo que las infraestructuras adolecen de determinados servicios añadidos; a cambio cuentan con el valor de la veteranía, que les ha permitido desarrollar una actividad estable, en muchos casos durante décadas. La mayoría cuenta con un nivel de infraestructuras y equipamientos básicos aceptables -viario asfaltado, agua, alcantarillado, red telefónica o de fibra óptica, suministro eléctrico, recogida de basuras…-. Las diferencias surgen en cuanto se valoran otro tipo de equipamientos y servicios: aparcamientos, transporte público, servicios de hostelería y restauración, etc.
Los polígonos más antiguos se fueron creando por la simple necesidad de los empresarios de contar con espacio para sus proyectos, de modo que las infraestructuras adolecen de determinados servicios añadidos; a cambio cuentan con el valor de la veteranía, que les ha permitido desarrollar una actividad estable, en muchos casos durante décadas.
La vigilancia se ha convertido en una de las grandes preocupaciones en los últimos tiempos, y muchos polígonos han optado por, mediante subvenciones o fondos propios, plantear soluciones de lo más variado: instalación de cámaras de seguridad, cerramiento del perímetro, contratación de seguridad privada, acuerdos con el Ayuntamiento para potenciar las patrullas de policía local…
Uno de los hándicaps que se pueden encontrar en la zona es la abundante -quizá excesiva- fragmentación, ya que en muchas ocasiones la línea que separa un polígono de otro no responde a una frontera real sino administrativa. Esta organización en áreas industriales de distintos tamaños y nombres hace que cada una sea un mundo, a pesar de las evidentes problemáticas comunes. La idiosincrasia de cada una viene dada en gran parte por su situación legal, y por si los terrenos han sido recepcionados por el Ayuntamiento de Siero, que cuenta con un apartado específico para promoción económica y polígonos industriales. En el lado positivo, este fraccionamiento hace que se agilice la organización de cada polígono, que de este modo puede diseñar estrategias acordes a sus propias características. De nuevo, las asociaciones de empresarios son fundamentales en este proceso.
Perográn
Nace de la unión de tres áreas industriales -Les Peñes, Las Rozas y Promogranda-, lo que lo ha convertido en uno de los polígonos de referencia del concejo, por tamaño y por capacidad organizativa. Su asociación de empresarios ha conseguido importantes logros, como la recepción del polígono por parte del Ayuntamiento de Siero o, más recientemente, la implantación de un sistema de videovigilancia pionero en el concejo. Trece cámaras de visión nocturna y alta calidad cubren prácticamente todo el polígono, especialmente los viales, ejerciendo sobre todo un efecto disuasorio para robos y otras acciones ilegales, como las carreras de coches que eran habituales en la zona y ya han pasado a la historia. Aparte de proyectos puntuales, como la tan necesaria salida a la carretera de la zona de Les Peñes, la asociación gestiona la limpieza y mantenimiento del polígono.
Naón
Es uno de los primeros polígonos de la zona: las primeras naves empezaron a construirse en los años ochenta, por iniciativa privada y sin un ordenamiento claro, tal como era habitual en la época. De ahí que la organización en calles no haya sido posible y que la titularidad de determinadas parcelas no esté clara en los planos, lo que impide precisar las propiedades de cada uno -y con ello sus derechos y obligaciones- de forma clara. Es uno de los grandes caballos de batalla de Asena, la Asociación de Empresarios.
Aún así, en la práctica en este polígono se encuentran empresas de todo tipo: transporte, construcción, electricidad, automoción, alimentación… La cercanía con Parque Principado ejerce un cierto efecto llamada, atrayendo a potenciales clientes a la zona, pero a la vez agudiza los problemas de tráfico en horas punta y genera atascos en las horas de salida del trabajo. Pese a los problemas, Naón es un polígono de ocupación alta, más teniendo en cuenta que ocupa un pequeño terreno y que, con la frontera natural de la vía del tren, no tiene posibilidades de ampliación.
Proni-Meres
La excelente ubicación de este polígono es su gran baza y su gran inconveniente. Al ser uno de los primeros en establecerse, se escogió uno de los mejores terrenos, o así lo vieron los empresarios, que se trasladaron aquí conformando uno de los polígonos de mayor tamaño de la región. Esto ha hecho que con el tiempo las infraestructuras internas se hayan ido quedando pequeñas, especialmente desde el punto de vista de aparcamientos y fluidez de tráfico. A cambio, unas cien empresas desarrollan su trabajo diario en el polígono, con la ventaja de las buenas comunicaciones, aumentadas por la existencia de transporte público. Herencia de su temprano nacimiento, faltan algunos servicios que hoy se consideran básicos, como la fibra óptica o el suministro de gas natural. Desde la asociación de empresarios buscan paliar estos inconvenientes e insisten en la necesidad de que el Ayuntamiento recepcione la zona, convirtiéndose así en beneficiarios de los servicios municipales.
Estación de Viella
Toma su nombre de la estación de tren, que marca la ordenación territorial como si de un accidente geográfico se tratara. La pequeña población de Viella ha conseguido preservar en cierto modo su carácter rural, cosa difícil estando cercada por naves industriales. En Viella Estación se encuentran principalmente pymes y micropymes dedicadas al sector servicios. Abunda el régimen de alquiler, lo que hace que la Asociación de empresarios actúe a modo de comunidad de vecinos, financiándose mediante las cuotas de los socios. De ahí se sufragan servicios básicos como el alumbrado o la limpieza y se gestionan reivindicaciones históricas como la mejora de las comunicaciones que, si bien en la zona son buenas en general, adolecen de determinados accesos que facilitarían de forma evidente el trabajo de los empresarios y empleados.
La Carrera
Once mil metros cuadrados forman este complejo empresarial, englobado dentro de la zona industrial conocida como Siero Este. De promoción privada, se reconoce como de reciente construcción por la limpieza de su trazado, con calles anchas y espacio para aparcamiento. Los servicios están cubiertos por la propia promotora, funcionando de forma prácticamente autónoma con respecto al Ayuntamiento. El espacio está organizado en ocho módulos de tres plantas cada uno, donde se ubican más de veinte empresas, en su mayoría comercios que necesitan espacios amplios para sus actividades, imposibles de conseguir en zonas más urbanas.
Granda
Dividido en dos fases, Granda I y II, el polígono carece de posibilidad de ampliación, ya que está rodeado de otras zonas industriales. La primera fase nace a finales de los ochenta, mientras que Granda II entra ya en la década de los noventa y durante su creación se enfrentó a problemas urbanísticos y financieros, que incluyeron la quiebra de la empresa promotora.
Ambas fases cuentan con sendas asociaciones de empresarios, que gestionan diferentes servicios como el mantenimiento y limpieza de las instalaciones. Granda I cuenta con un cerramiento de seguridad en todo el perímetro, con un único portón de entrada y salida que facilita la vigilancia de forma evidente. Granda II, por su parte, ha hecho un importante esfuerzo en la señalización de las calles, naves y zonas comunes, instalando directorios de empresas. En ambos casos la recepción, como es habitual, es el gran tema pendiente, y una reivindicación periódica ante el Ayuntamiento de Siero.