A escasos kilómetros de la capital del concejo, la localidad marinera de Figueras es uno de los lugares de visita obligada. A la belleza del paisaje que ofrece la Ría se suma el encanto de un pueblo con hondas raíces marineras.
En la zona alta de la localidad hay un gigante observando el discurrir sosegado de este núcleo marinero: el Palacio de Trenor, calificado como Bien de Interés Cultural, que domina las vistas sobre la Ría. El interior del edificio, que data del siglo XVI, está siendo restaurado, y una vez finalizadas las obras se transformará en un hotel, pensado para los visitantes que deseen disfrutar del atractivo de la ría desde un paraje pintoresco. Es sin duda una buena noticia para el turismo local, que incrementa sus cifras sustancialmente en los meses de verano. Y es que el pueblo pesquero de Figueras es en sí mismo un destino a conocer dentro del concejo de Castropol. Su nombre está asociado a grandes gestas marineras, ya que posee una importante tradición pesquera -en la segunda mitad del siglo XVIII operaban siete fábricas de conservas- ahora reducida a un pequeño número de embarcaciones en activo, que conviven diariamente con las embarcaciones deportivas y la actividad de una empresa de astilleros, principal vínculo económico con el mar.
La tradición marinera es innegable, y cuenta historias como las de la pesca de ballena que practicaban los marineros de Figueras en el siglo XVII, o la importancia que cobró la villa a finales del XIX y principios del XX, atrayendo a grandes lanchas boniteras vizcaínas que recalaban en la «Ribeira». El mar es una parte muy importante en la identidad de este rincón asturiano, que atesora sus recuerdos. Sin ir más lejos, el pasado mes de agosto, con motivo de las jornadas de la historia local se homenajeó a dos marineros figueirenses (José Antonio Alonso Madarro y Domingo Alonso Quintana) que participaron en junio de 1916 en una expedición de rescate a la Antártida para intentar acceder al mítico ‘Endurance’, el navío del explorador irlandés Ernest Shackleton. Al acto realizado en la Casa de Cultura asistió un representante de la embajada irlandesa en Madrid, David Brück, que agradeció al colectivo Amigos de la Historia de Figueras su interés por este suceso.
La localidad de Figueras cuenta con los servicios básicos necesarios para disfrutar de una elevada calidad de vida. A falta de cualquier prestación, las buenas comunicaciones la sitúan en un instante en Castropol o en otras poblaciones cercanas como Vegadeo o la gallega Ribadeo. El visitante encuentra arenales de gran interés en sus cercanías como Arnao y San Román, donde disfrutar del mar, y la ría permite completar la oferta de actividades con paseos en lancha, kayak o vela.
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