Cada dos meses, aproximadamente, se celebra en Gijón el Mercazoco: un mercadillo donde comprar, vender o trocar artesanía, muebles y material de lo más variado. Creatividad y solidaridad van de la mano, tanto en los puestos como en la organización.
Empezó como una charla casual. Raquel Baragaño y Vanesa Fernández llevaban tiempo implicadas con diferentes asociaciones solidarias, y comenzaron a dar vueltas a la idea de crear un espacio donde la gente pudiera conseguir unos ingresos extra, fundamentales en tiempos de crisis. Un sitio donde hacer trueque o vender objetos de segunda mano: el Mercazoco.
La primera edición se celebró hace poco más de un año en el Autocine de Gijón, una convocatoria a la que acudieron treinta puestos y unos quinientos visitantes. A partir de ahí, «todo fue rodado, y el primer año llegamos a las ocho ediciones, cada una mejor que la anterior», cuenta Raquel Baragaño.
La idea del Mercazoco ha ido evolucionando y, aunque se mantiene la filosofía del trueque -«que suele tener lugar más al final del día, entre los propios puestos», explica Baragaño- la convocatoria se ha ido ampliando hacia la venta de productos variados, entre los que destaca la artesanía. En las últimas ediciones también tienen su hueco los profesionales, a los que coordina la organizadora de eventos Grupo Paddock, como empresa colaboradora.
Además, durante todo el día se organizan actividades culturales y de ocio, especialmente pensadas para los niños pero también para el público de todas las edades: talleres, música, baile, desfiles… Tampoco faltan las propuestas comprometidas, donde destaca la rifa solidaria, que sortea diferentes premios cedidos por los participantes del mercado: estancias de turismo rural, masajes y tratamientos de belleza, juguetes, etc. El dinero recaudado se destina a la compra de comida, que se entrega a determinadas personas, haciendo un seguimiento de cada caso particular.
La próxima cita es el 16 de febrero en la Feria de Muestras de Gijón.
Pero la solidaridad no se queda sólo en las personas, sino que llega también a los profesionales. De ahí nacen los Cash Mobs, en los que mediante un llamamiento por las redes sociales se convoca a la gente un día concreto en una tienda determinada, para realizar un gasto de entre diez y veinte euros. «Es una forma de ayudar al pequeño comercio, que tiene muchos problemas para competir con las grandes compañías o los centros comerciales», explica Raquel. En ésta y otras actividades cuentan con la ayuda de la Unión de Comerciantes de Gijón.
El primer aniversario de este particular mercadillo se celebró en diciembre en la Feria de Muestras de Gijón, y consiguió traer a diez mil visitantes y 210 puestos. La próxima cita es el 16 de febrero, de nuevo en la Feria de Muestras. «Yo animo a que todo el que esté interesado en participar en el Mercazoco, lo haga ahora -advierte Raquel-, porque en verano nos vamos a sitios más pequeños, al aire libre, y ya estamos viendo que va a ser complicado tener espacio para todos». De momento la próxima edición está prácticamente cubierta, ya que el Mercazoco se publicita como el mercadillo más grande del norte de España: «nos llama gente del País Vasco, de Santander, de Galicia, de León…». Un espacio para compartir, donde vender, comprar, regalar, cambiar… «Mercazoco es un mercado de libre expresión».