Disponer de una web para la empresa es esencial en el escenario actual. Es la manera de estar presente en el mercado global y llegar a clientela de cualquier lugar. El coste de una web básica, meramente presencial, es cada vez menor, y existen, además, muchas herramientas gratuitas que permiten incluso la creación de páginas sencillas sin necesidad de tener conocimientos específicos.
Ahora bien, no es suficiente con tener el portal. Para que sea realmente efectivo, y sirva a los propósitos adecuados, deben comprobarse una serie de factores que influyen decisivamente en los beneficios que reportará a la empresa su escaparate en Internet. Los principales son los siguientes:
¿Dispongo de un buen nombre de dominio?
Un dominio demasiado largo, o que no tenga relación con el nombre o la actividad desarrollada, hará que la clientela no lo asocie correctamente con la empresa, lo que no generará visitas al sitio.
¿Tenemos registrados todos los dominios recomendables?
Es habitual registrar un único dominio (minegocio.com, por ejemplo). Esto puede amenazar la imagen de la empresa en Internet, puesto que cabe la posibilidad de que otra persona o entidad reserve alguno de los dominios similares, pero con otra extensión (en el caso del ejemplo podría ser minegocio.es), con la consiguiente confusión por parte de la clientela en caso de acceder al dominio equivocado. Puede provocar un descenso de los accesos a la página.
¿Está la web debidamente alojada?
Según las características del sitio web, y los usos a que esté destinado, el servidor donde se aloje debe disponer de suficiente espacio de almacenamiento para los archivos, una adecuada velocidad de acceso para las personas usuarias, las medidas de seguridad necesarias para evitar pérdidas de información y el cumplimiento de la legislación vigente…
Es muy importante contar con un sistema de análisis de visitas que permita conocer el número de accesos hechos a la web.
¿Es adecuado el diseño de la página?
Independientemente de la estética, hay una serie de elementos que facilitan la navegación en una página web, haciéndola más agradable y atrayendo más visitas. Algunos serían, por ejemplo, el uso de menús que no varían su posición durante la navegación, el empleo de estándares web (XHTML, CSS)…
¿Es usable la página?
La usabilidad consiste en proporcionar a la persona usuaria una navegación fácil y sencilla. Puede valorarse para medirla (entre otros factores) el tiempo que tarda la página en mostrarse, la posibilidad de que las personas usuarias cambien el tamaño de las fuentes desde su navegador, la existencia de un contraste adecuado entre el fondo de la página y el color de las fuentes, disponer de un mapa del sitio donde se muestre la estructura del mismo…
¿Es accesible?
La accesibilidad web define los sistemas que permiten que aquellas personas con algún tipo de discapacidad (visual, auditiva, etc.) puedan visitar un sitio web y consultar su contenido, en base a los criterios definidos por el W3C (https://www.w3.org/), consorcio internacional cuyo fin es guiar la Web hacia su máximo potencial a través del desarrollo de protocolos y pautas que aseguren su crecimiento futuro. Al emplear técnicas de accesibilidad, se cumple con un derecho ciudadano a la participación y no discriminación por razón de discapacidad, se maximizan los usuarios y usuarias potenciales del sitio, se favorece la usabilidad…
¿Incluye la web la información adecuada?
Se recomienda que una web corporativa muestre un breve historial de la empresa, el tipo de negocio que desarrolla, información sobre los productos y/o servicios ofertados, info detallada sobre su localización, un formulario de contacto para personas usuarias y clientela, etc.
Independientemente de la estética, hay una serie de elementos que facilitan la navegación en una página web, haciéndola más agradable y atrayendo más visitas.
¿Cumple con la legislación vigente?
Si en la web se recogen datos personales, es necesario cumplir con los requisitos definidos en la LOPD; asimismo, si se realiza venta online desde la página, la LSSICE especifica una serie de normas a tener en cuenta.
¿Está bien posicionada?
El objetivo del posicionamiento es atraer visitas a la web, apareciendo ésta en los primeros resultados de los buscadores cuando se realizan consultas relacionadas con la actividad de la empresa. Existen numerosas técnicas para mejorar el posicionamiento; muchas de ellas dependen directamente del diseño de la web: palabras clave adecuadas, descripción del sitio…
¿Puede actualizarse?
Por regla general, la mayoría de las webs pueden modificarse para actualizar contenidos, cambiar partes del diseño… Ahora bien, ¿qué es necesario hacer para esto? ¿Es un proceso sencillo, o debe realizarlo una empresa especializada en diseño web? Es muy recomendable el uso de gestores de contenidos (CMS por sus siglas en inglés), que permiten crear y administrar contenidos en las páginas web de una manera ágil, sin requerir conocimientos específicos de programación web.
¿Puede conocerse su eficacia?
Es fundamental saber si una página está cumpliendo la labor para la que se diseñó: ser visitada y convertir la mayor parte de esas visitas en potencial clientela. Por lo tanto, es muy importante contar con un sistema de análisis de visitas que permita conocer el número de accesos hechos a la web, cuáles fueron las secciones más visitadas, cuál fue la procedencia de las personas visitantes…
Una respuesta afirmativa a las cuestiones aquí enumeradas indicará un correcto enfoque y desarrollo de la página web de una empresa, por lo que la experiencia de la presencia en Internet será muy positiva. §
La Red de Centros SAT ofrece en mayo charlas, talleres, seminarios y asesoramientos personalizados en torno a la temática Presencia en Internet. Para mayor información sobre esta temática y/o sobre cualquiera de los servicios que pone a su disposición la Red de Centros SAT, pueden consultar la página web www.astursat.net.