Prácticamente ‘pegados’ a la ciudad de Oviedo, los empresarios del Polígono Espíritu Santo disfrutan de las ventajas de una buena ubicación que se traduce en un mayor dinamismo en el área.
A pesar de que los últimos tiempos no han sido los ideales para desarrollar nuevos proyectos en las áreas industriales asturianas por causa de la crisis, algunos polígonos como Espíritu Santo la están capeando a base de mantener sus infraestructuras y su nivel de compromiso con los servicios.
El área que se ubica en la parroquia de Cerdeño cuenta con más de 65 empresas distribuidas en diferentes sectores productivos. Esto aporta variedad a una zona industrial acostumbrada a un gran tránsito diario. Por desgracia, en muchos casos excesivo. Desde la Asociación de Empresarios, Jesús Sienra, presidente del colectivo AEPES, explica que «el tema del tráfico es una cuenta pendiente, ya que al ser zona de paso para el área comercial INTU Asturias, en ocasiones se saturan las vías en horas puntas, sobre todo en dirección a Oviedo».
El problema se acrecienta en periodos de mayor actividad comercial, y aunque la modificación efectuada hace unos años en la N-634 en las inmediaciones del polígono redundó de forma positiva, la medida no es suficiente.
El polígono del Espíritu Santo pertenece a la Federación de Polígonos Industriales de Asturias, APIA, con la que trabaja estrechamente para sacar adelante sus proyectos.
Otra de las asignaturas pendientes sobre las que inciden desde la Asociación es la instalación de un sistema de video-vigilancia que sin duda aportará mayor seguridad a esta área. Desafortunadamente, por causas ajenas a la Asociación, su instalación parece retrasarse debido a ciertas dificultades legales y técnicas que han ido surgiendo. Los retrasos en el proyecto han obligado al colectivo a renunciar a una subvención que les permitiría financiar el sistema. «Para sacarlo adelante es necesario que el Ayuntamiento se implique -añade Sienra- y así podríamos conseguir el permiso de la Delegación del Gobierno para la instalación. Este es un servicio muy esperado por los empresarios del polígono».
Próximamente, la Asociación celebrará reuniones internas de sus órganos de gobierno para diseñar las acciones a emprender en 2017 y acordar el presupuesto para este ejercicio. Y entre los temas que tienen previsto abordar se encuentra el de volver a solicitar la subvención para la instalación de video-cámaras.
En el caso de salir adelante, el polígono tendría un sistema de cámaras muy eficaz, ya que el modelo pactado anteriormente con el Ayuntamiento implicaría que las grabaciones estarían directamente conectadas con los equipos de la Policía Local, permitiendo una atención inmediata.
El polígono cuenta con un Centro de Transporte que facilita servicios comunes a los profesionales del sector. Inaugurado el 27 de junio de 1986, es uno de los primeros habilitados en España.
Sienra es la cara visible de AEPES y uno de los interlocutores con las administraciones. «Desde la puesta en marcha del polígono hemos mantenido una relación con el Ayuntamiento de Oviedo, y ahora tenemos pendiente volver a retomar todos los proyectos con el equipo de gobierno actual. Ya hemos efectuado una solicitud y estamos esperando que nos contesten».
Debido a la titularidad pública de Espíritu Santo es el Ayuntamiento de Oviedo el responsable de la mayor parte de los servicios del mismo, y en la actualidad, cuenta con todo lo básico imprescindible: alcantarillado, agua, recogida de basuras, vigilancia pública, alumbrado público, acondicionamiento de zonas verdes, aparcamientos, señalización, etc.
Además, la presencia de transporte público facilita la incorporación de los trabajadores al mismo y el área dispone de otras prestaciones privadas que aportan un plus de calidad: estación de servicio, telefonía y comunicaciones, restaurante-
cafetería, un punto limpio… Entre las características que aportan cierta singularidad, se encuentra la de acoger uno de los primeros centros de transportes en España. Creada en el año 1986, la Ciudad Asturiana del Transporte se encuentra ubicada en una superficie de 70.000 metros cuadrados dentro del polígono, y además de dar servicio a numerosas empresas facilitándoles servicios comunes se convierte en un punto de encuentro para los profesionales de este sector.
«Es importante mejorar la información sobre las empresas, de forma que se las localice con facilidad. Desde AEPES queremos realizar mejoras en los directorios del polígono y también desarrollar un espacio web que permita dar a conocer la actividad de las mismas»
Otro de los temas que habitualmente está en boca de los clientes y empresarios que frecuentan el área es la escasez de aparcamiento disponible. Para solucionar este inconveniente AEPES desarrolló con anterioridad un proyecto de creación de plazas. «Para esta cuestión ya teníamos el compromiso del Ayuntamiento de tramitar la subvención que anualmente concede el Principado para mejorar las áreas industriales, pero no se ha efectuado la solicitud y tampoco sabemos por qué». Desde la organización confían en que sea un retraso temporal, ya que el incremento de trabajadores en el área sigue dificultando la tarea de encontrar una plaza libre.
Entre las ventajas que ofrece un polígono como el Espíritu Santo destaca su cercanía a la ciudad de Oviedo, lo que permite que las empresas disfruten de todos los servicios de una ciudad y al mismo tiempo puedan realizar sus actividades con espacio suficiente. De ahí que apenas queden espacios para la instalación de nuevos proyectos empresariales, «lo único que queda es alguna nave sin actividad y algunas oficinas disponibles, pero esperamos que vuelvan a retomar su funcionamiento».
Lo que todavía permanece sin desarrollar es la parcela de equipamientos del polígono de titularidad municipal, para la cual en su día la Asociación, en colaboración con APIA, había previsto varias iniciativas, como la instalación de una guardería, un restaurante, un gimnasio o incluso la habilitación de zona de aparcamientos. De momento, el proyecto que se planteó al consistorio ovetense como un posible Centro de Servicios se halla en punto muerto, pendiente de que mejoren las condiciones económicas.