Integrado en el casco urbano de la capital del Principado, el polígono de Ferreros sigue creando su propia historia. Lo que nació como un pueblo de herreros ofrece hoy día muchos y diversos servicios.
Hay que remontarse a los años 60 para asistir al origen de este polígono, aún cuando en aquella época no se concebía como tal. Los comerciantes ovetenses buscaban una ubicación cercana a la ciudad y al mismo tiempo lo suficientemente alejada para desarrollar su actividad sin cortapisas, y la encontraron en la falda sur del Monte Naranco, en una zona que contaba con varias herrerías. Por aquel entonces, Ferreros y la llamada Colonia Astur, área en la que estaba integrado, apenas eran un conjunto de caminos sin asfaltar, algunos de los cuales conducían a la Cárcel Modelo, el equipamiento de referencia en la zona. Si alguien preguntaba cómo llegar hasta Ferreros, la respuesta era bien sencilla, pues la imponente presencia del correccional era apreciada desde la distancia. Si todavía albergaba alguna duda sólo tenía que seguir el trazado de las vías ferroviarias, hasta las cercanías de la calle Almacenes Industriales, denominada así por los diez grandes almacenes construidos en 1928, que trajeron una gran pujanza económica al barrio.
Varios de los antiguos almacenes industriales se encuentran abandonados y sus solares están destinados a edificación, mientras que el polígono ha crecido hasta estar totalmente integrado en la ciudad.
Hoy día la situación ha cambiado considerablemente: varios de los almacenes se encuentran abandonados y sus solares están destinados a edificación, mientras que el polígono ha crecido hasta convertirse en una importante área industrial totalmente integrada en la ciudad. Además, la antigua cárcel se ha reconvertido en Archivo Histórico y la Colonia Astur está transformada en uno de los barrios residenciales de mayor solera de Oviedo, Ciudad Naranco.
Con pros y contras
El crecimiento del polígono ha contribuido positivamente al desarrollo de esta zona, gracias a los diferentes servicios que ofrece. En Ferreros es posible contratar transporte de mercancías, llevar a reparar el vehículo, adquirir productos de construcción, maderas, servicios de imprenta y un largo etcétera. Y a tan solo dos pasos disfrutar de cualquier servicio de hostelería o del pequeño comercio. Los empresarios, además, cuentan con una gran ventaja, ya que no han de preocuparse por el mantenimiento del polígono. El Ayuntamiento se encarga de ello: infraestructuras, servicios de recogida de basuras, limpieza, iluminación, etc.
El crecimiento del polígono ha contribuido positivamente al desarrollo de esta zona, gracias a los diferentes servicios que ofrece.
Las ventajas que ofrece esta área industrial son claras, y vienen dadas principalmente por la cercanía a la población. Pocas industrias pueden presumir de estar a cinco minutos de la calle Uría, la principal vía ovetense, y tener tan próximas la estación de autobuses y la del tren. Aunque cierto es que su ubicación también es un arma arrojadiza porque al crecer sin una planificación previa del territorio, las industrias se han visto invadidas por los intereses residenciales de una ciudad que ve como su desarrollo urbanístico pasa por ampliar los extrarradios.
El escollo principal que han de superar tanto vecinos del barrio como empresarios es el intenso tráfico que soporta la zona, agravado por el tránsito de vehículos de mayor tonelaje y la dificultad para el aparcamiento. Desde las diferentes administraciones se estudian alternativas que pongan solución al problema sin que todavía exista una iniciativa clara; mientras tanto los vecinos insisten en la necesidad de mejora del acceso por la calle Nicolás Soria.
La convivencia entre ambas áreas, la industrial y la residencial, está regulada en el Plan de Ordenación Urbana de los años 90, aunque el futuro del polígono podría ser el traslado a otra ubicación con carácter exclusivamente industrial fuera de la ciudad. Dado el contexto económico actual no se prevé que pueda llevarse a cabo a corto plazo, así que de momento la solución pasa por encontrar otras opciones que puedan minimizar las molestias ocasionadas por unos y otros.