En octubre del pasado año, Asturias se unió al grupo de comunidades que cuenta con un equipo especializado en la lucha contra la delincuencia en el medio rural. Se llama Equipo Roca -Robos en el Campo- y ha establecido su sede en Grado.
Juan José Rodríguez, Cabo Primero de la Guardia Civil, es el responsable de este equipo, que opera en conexión con los diferentes cuarteles asturianos y los restantes grupos Roca de la península; además, en un mano a mano con el Seprona y con entidades agrícolas y ganaderas. Pero sobre todo trabajan recorriendo las aldeas, charlando con los vecinos y moviéndose sobre el terreno. Rodríguez insiste en la importancia de la colaboración ciudadana, en que si no hay denuncia no hay investigación, y en que cualquier dato puede ser importante: «Nosotros vivimos de los pequeños detalles».
-¿Qué actividades específicas lleva a cabo el equipo Roca en Asturias?
-Principalmente nos dedicamos a la investigación de los hechos en explotaciones agrícolas y ganaderas de toda la comandancia de Oviedo. Desde allí recibimos información de los distintos puestos de la Guardia Civil, la centralizamos, y después investigamos los incidentes más relevantes, porque lógicamente a todos no llegamos. Mantenemos entrevistas con diferentes colectivos del medio rural e impartimos charlas sobre medidas de seguridad básicas. También hacemos inspecciones en mercados, donde se vende mucho del material robado.
«En Asturias, los pequeños hurtos no se denuncian, y por lo tanto no salen en las estadísticas»
-¿Es importante integrarse en el entorno?
-Sí. Solemos actuar de paisano, no vamos nunca de uniforme porque de esta forma la gente se abre mucho más. Al principio los ganaderos y agricultores son un poco cerrados, pero en el momento en que te tomas un café con ellos y los conoces, son abiertos y te lo cuentan todo. Nosotros les facilitamos nuestros teléfonos para que nos llamen cuando vean algo extraño. Por ejemplo, tuvimos un caso en que la gente nos contaba que habían visto un coche sospechoso, blanco y con una luz fundida; y gracias a este detalle llegamos a detener a unas personas, porque siempre utilizaban el mismo coche. A veces la gente no llama por no molestar, pero a nosotros nadie nos molesta, siempre nos beneficia. Sin esa colaboración estamos totalmente perdidos.
-¿Con la llegada de la crisis, las zonas rurales se han convertido en zonas de operación de ladrones?
-No especialmente. Asturias es la comunidad autónoma con menos índice de delincuencia y además, ésta ha disminuido con respecto a los años anteriores a la crisis. Igual que en todo lo demás, también hay menos delitos en el medio rural. Desde luego, aquí no actúan las bandas organizadas que hay en otras comunidades, a veces de países del Este. Aquí los robos suelen venir de gente de la zona, son pequeños hurtos que no se denuncian, y por lo tanto no salen en las estadísticas. Y eso para nosotros es un problema. A un ganadero que le roben cuatro o cinco gallinas no le repercute económicamente, pero le fastidia. Si a mí me roban leña, o cuarenta kilos de chorizo ¿voy a ir al cuartel de la Guardia Civil a denunciarlo? Pues debería, pero la gente no lo hace. Yo recomendaría a todo el mundo que denunciara, o que al menos nos lo comentara.
«A veces la gente no llama por no molestar, pero a nosotros nadie nos molesta, siempre nos beneficia. Sin esa colaboración estamos totalmente perdidos»
-¿Qué ocurre con el robo de animales?
-No se nos están dando muchos casos de robo, o al menos tenemos pocas denuncias. Los ganaderos conocen sus reses, pero muchas veces las dejan sueltas, y cuando desaparecen no saben si las han perdido, se las han robado o se las ha comido el lobo. Ante esa duda, ellos no van a venir a denunciar, aunque sí que nos avisan para darlas de baja. Tuvimos dos o tres casos claros en Teverga, sabemos que los robaron porque mataron al animal en la misma finca y se llevaron la carne, dejaron la piel y la cabeza.
-¿Es posible recuperar el material que nos han robado?
-Para eso lo mejor es tener las facturas, lo que pasa es que nadie las guarda. Nosotros tenemos un garaje lleno de motosierras que no podemos devolver porque, o bien no está denunciado su robo, o bien las personas que las reclaman no conocen el número de serie. Al final tendremos que destruir toda esa herramienta. Lo ideal es tener la factura, el número de serie, o en su defecto algo significativo. Mucha gente les pone una marca y así sí es posible identificarlas y devolverlas.
-¿Dónde se suelen investigar los objetos robados: segadoras, motosierras, herramientas, pastores eléctricos…?
-Mercados, tiendas de segunda mano, lugares donde se puedan vender. También es cierto que muchos de estos objetos ni llegan a ese mercado, porque saben que nosotros los estamos buscando, y se venden con el boca a boca, bajo encargo incluso.
-¿Cuál es el caso más extraño con el que se han encontrado?
-En esto siempre hay anécdotas, como la de gente que mató una vaca prácticamente en medio de una carretera y se llevó la carne, o la de robos de gallinas en diferentes corrales, digamos de ladrones «buenos» porque no se las llevan todas, sino que cogen cuatro gallinas de un lado y dos de otro, para no fastidiar. Ahora estamos investigando robos de colmenas, con abejas y todo, y ya hemos hecho varias detenciones.