El economista Jesús Arango, exconsejero de Agricultura en el Gobierno del Principado, además de interpretar la realidad asturiana a través de los números, es un caminante empedernido que disfruta recorriendo con sus botas la Asturias más desconocida, un importante potencial totalmente desaprovechado. Fruto de esta doble mirada nace el libro El Camino de Santiago en cifras, un completo estudio lleno de valientes propuestas sobre la ruta jacobea en Asturias.
-Se han escrito muchos libros sobre el Camino de Santiago. ¿Qué cree usted que aporta de nuevo el suyo?
-Aunque se titula El Camino de Santiago en cifras, que, por supuesto las hay, lo que aporto es mi visión sobre el potencial que tiene este itinerario en la región que está totalmente inexplicado y desaprovechado. El Camino genera empleo y actividad económica en las localidades por las que discurre. He tenido ocasión de realizar varias rutas del Camino de Santiago y esa conexión entre todos los caminos me llevó a interesarme por las estadísticas y el impacto económico que eso supone, las tendencias que se están generando y las opciones que tenemos delante de nosotros que, en otros lugares, como Galicia, ya se están explotando desde hace tiempo. Llevo escribiendo artículos sobre el tema en La Nueva España desde hace cinco años, pero han tenido muy poco eco porque aquí en cuanto se reconoce algo como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, parece que está todo hecho y no es así, hay que trabajarlo. Pasó con el prerrománico y pasará también con la sidra. Los reconocimientos no sirven para nada si no somos capaces de traducirlo en un valor económico que genere riqueza y empleo.
-¿Cuántas veces ha hecho el Camino de Santiago y cuál ha sido su motivación?
-El motivo no me acuerdo muy bien pero no era religioso. Hoy en día, según las estadísticas, por este motivo solo lo hace el 38% de la gente que llega a Santiago a completar el certificado de La Compostela según la Oficina del Peregrino. Esto representa a una muy pequeña parte porque hay gente que hace el Camino y no precisamente para recoger el certificado. La hice en 2007 con un amigo y la empezamos en Oviedo, llegamos hasta Grandas de Salime y ahí lo tuvimos que interrumpir por un accidente que tuve. Lo retomamos en 2016 y llegamos a Santiago. Ahora estoy haciendo un recorrido por etapas de forma discontinua por el Camino del Norte por la costa y cuando lleguemos a Ribadeo, en vez de tirar a Mondoñedo, seguiremos lo que los gallegos llaman “Camiño do mar”. En mayo quiero volver a hacerlo desde Oviedo al Puerto del Palo (Allande) que conecta con la ruta de los Hospitales, una de las etapas más bonitas del Camino Primitivo. Tengo varios proyectos que alternan distintos itinerarios, no he terminado uno cuando ya estoy pensando en otro. El Camino es una forma de conocer sitios, otras culturas, otros paisajes.
“Según Juan Uría, estudioso del tema, nunca hubo un único itinerario del Camino de Santiago sino varios, se utilizaban las infraestructuras que existían en aquel momento”
-Comenta usted que es imposible señalar una ruta precisa y única porque nunca la ha habido…
-Aunque historiadores, asociaciones de amigos del camino, o el propio Gobierno regional den a entender que hay una serie de trayectorias oficiales, cuando uno lee a la máxima autoridad en Asturias de los Caminos de Santiago que es Juan Uría, estudioso del tema que además lo recogió en un libro, ve que no es así. Nunca hubo un único itinerario sino varios trayectos cortos. A partir de ahí me puse a investigar y en efecto, la gente iba por múltiples sitios, donde unos trazados iban predominando frente a otros e iban cambiando. Es decir, el Camino de Santiago comenzaba en el momento en que uno salía de su casa, y se utilizaban las infraestructuras que existían en aquellos momentos.
-Muchos de aquellos caminos luego se convirtieron en carreteras, trazados que usted propone sustituir por otros más seguros.
-Sí, mi propuesta es sustituir esos tramos por otros donde no haya asfalto, no tiene sentido meter a un peregrino por lugares peligrosos cuando hay rutas costeras preciosas con paisajes maravillosos. En el libro propongo introducir rutas de senderismo aprovechando las distintas variantes que existieron en su día como la ruta del Camino Real de la Mesa que bajaba por Somiedo hasta el Alto de la Cabruñana y luego descendía por el valle hasta llegar a Pravia, una ruta preciosa que recorre varias brañas. O la que sale de Salas y baja hasta la costa en Canero siguiendo el itinerario que pasa por Ardesaldo. Entre Cornellana y Muros había también variantes. Con estas u otras interconexiones se haría realidad la frase que figura en la web de Turismo Asturias: “Todos los caminos conducen a Santiago” ya que empiezan en la casa del caminante una vez que cruza el umbral de su puerta.
-Denuncia la falta de estrategias para sacar partido a toda esta riqueza, cosa que sí han sabido aprovechar otras comunidades.
-No hay una estrategia cara al 2027 que será el próximo Año Santo. En 2014 se declararon el Camino del Norte y el Primitivo, Patrimonio de la Humanidad. En 2016 se hizo un Libro Blanco para impulsar este itinerario con 80 medidas que tendrían que culminarse antes del Año Jacobeo 2021 y no se ha hecho nada. Mientras, la Xunta de Galicia aprobó un plan de estrategia 2015-2022 y ahora acaba de sacar el plan 2022-2027. No se trata solo de presentar el Camino de Santiago en Fitur, hay que ver qué cosas podemos ofrecer distintas y ponerlo en valor. Atraer a peregrinos, que les quede un buen recuerdo de su paso por nuestra tierra y regresen luego como turistas. Galicia ha descubierto que el Camino es una de las mejores políticas de desarrollo rural, porque pasas por los pueblos, por los bosques y luego te puedes encontrar con una cuadra rehabilitada que han transformado en un bar donde venden lo que quieren y más a los más de 500 peregrinos que pasan por allí cada día. Y es que además de los peregrinos con mochila que van a los albergues, hay otros que tienen una influencia económica mayor que somos nosotros, los jubilados, que vamos de pensión, hotel o casa rural y utilizamos el servicio de Correos para el transporte de maletas. Hay que atraer a este mercado porque es un filón.
-¿Cuántos hacen el Camino cada año? ¿Qué dicen los números?
-Hablamos de un fenómeno que es mundial y que va en ascenso. De los 68 peregrinos registrados en los años 70, pasamos en el 92 a 10.000 coincidiendo con la visita de Juan Pablo II a nuestro país, en el 93 -que fue cuando se declaró Patrimonio de la Humanidad al Camino Francés- ya había casi 100.000, también coincidió con el Año Santo. A partir de ahí, y eso supo hacerlo muy bien Fraga, empezaron a inventar cosas para potenciar turismo y desarrollo rural y la verdad es que con muy buenos resultados. En 2010 se superaron los 200.000 peregrinos, en 2017 se llegó a 300.000 y en 2019 se superaron los 350.000. Ahora estamos en plena recuperación.
“No tiene sentido meter a un peregrino por carreteras peligrosas cuando hay rutas costeras preciosas con paisajes maravillosos”
-¿Desde dónde nos visitan?
-Si nos fijamos en 2019, el último año que podríamos decir ‘normal’, llegaron a Santiago peregrinos de 189 países, si tenemos en cuenta que en el mundo hay 194 países, nos podemos hacer una idea de la importancia que tiene esta ruta a nivel mundial. El 58% de peregrinos que llegan a Santiago son extranjeros que vienen de Italia, Alemania, EEUU, Portugal y Francia, por este orden. El Camino de Santiago era un camino de peregrinación básicamente europeo y la mayor parte de los extranjeros que lo hacían eran franceses, en este sentido ha habido un cambio de tendencia. Me llamó la atención que en el último año registrado nos visitara un número importante de ciudadanos de Corea y de EEUU, ¿por qué?, me pregunté. En el caso de EEUU influyó una película protagonizada por Martin Sheen, The Way, que hace el Camino en recuerdo de su hijo que murió de cáncer. Pues ese film descubrió el Camino de Santiago al mundo, influyendo en el público estadounidense en particular.
-Y en el caso de los coreanos, ¿por qué se animaron a hacer el Camino?
-La primera en dar a conocer la ruta jacobea en ese país asiático fue una periodista de aquel país (Kim Hyo-sun) que vino hace unos años a hacer un reportaje sobre la Ruta de la Plata y el Camino de Santiago. Tuvo tanta acogida allí su trabajo que creo que hasta la gente de aquel país llegó a poner en su currículum que había hecho el trayecto para que figurase como un mérito. En Brasil por ejemplo influyó mucho la novela de Paulo Coelho, El Peregrino de Compostela, que se convirtió en un best seller cuando el Camino apenas era conocido en Latinoamérica. Yo creo que habría que buscar entre los influencer -que llaman ahora-, a uno que hiciera un buen reportaje sobre el Camino, que contase las leyendas o historias que hay, porque el recorrido está lleno de ellas y eso genera flujo de visitantes. Las tres grandes peregrinaciones de la cristiandad eran Roma, Jerusalén y Santiago. Las dos primeras prácticamente no existen, queda Santiago que tiene una demanda cada vez más creciente.
“Tenemos rincones en los concejos de Allande o Grandas de Salime que forman parte de la Asturias vaciada que son preciosos y les vendría muy bien ese estímulo para revalorizar su patrimonio histórico y cultural”
-¿Qué atractivo destacaría del Camino a su paso por Asturias?
-Podemos ofrecer sendas preciosas con montaña y mar, sin aglomeraciones, sin asfalto. Hay rincones en los concejos de Allande o Grandas de Salime que forman parte de la Asturias vaciada que son preciosos y les vendría muy bien ese estímulo para revalorizar su patrimonio histórico y cultural. Tenemos unas ‘Médulas’ que nadie conoce en la zona suroccidental de Asturias, con unos canales surcados en el eje de Montefurao hasta Valledor (Allande) que son dignas de ver. Todo eso son atractivos turísticos. Asturias debería de aprovechar el tirón del Camino para integrar su red de rutas costeras y antiguos Caminos Reales, interconexiones que pueden ofrecer una amplia oferta de itinerarios al caminante y poner en valor nuestros recursos rurales, patrimonio histórico y cultural. Teniendo en cuenta que el Camino Francés presenta una importante aglomeración de peregrinos, la promoción de itinerarios alternativos pueden ser una gran oportunidad a nuestro Camino Primitivo.
-Lo importante del Camino de Santiago dice usted que es el recorrido, el vivir la experiencia y para ello, entre otras propuestas, está la del ‘Camino lento’.
-Sí, mi propuesta es hacerlo con calma y de forma discontinua, por etapas, en fines de semana, adaptado a todas las edades, utilizando distintos tipos de alojamientos, ofreciendo transporte de equipales de una etapa a otra, ofreciendo servicios exclusivos y novedosos para los peregrinos, algo que ya están haciendo en otros lugares. Luego habría que pensar una estrategia de marketing apoyándose en el dicho popular que dice que “quien va a Santiago y no al Salvador -Catedral de Oviedo-, visita al criado, pero no a su señor” para potenciar Oviedo, centro de peregrinación muy importante durante la Edad Media por todo el tema de las reliquias. No hay que olvidar que el Camino de Santiago surge por el culto a las reliquias de la cristiandad. Creo que habría que contar toda la historia para justificar la peregrinación a la Catedral de San Salvador y la credencial propia para quien haga este recorrido que es la Salvadorana. Podría haber un doble sellado: la del Salvador y la Compostelana.
-También habla de promocionar los tres tipos de Caminos de Santiago: cortos, intermedios y largos.
-No todos los peregrinos disponen de tiempo y dinero para hacer el trayecto completo que parte de Roncesvalles o Irún y dura más o menos un mes. Existen los caminos intermedios como podría ser el trayecto Oviedo-Santiago que se hace en unos 15 días, también se puede partir de Gijón o Avilés. Y luego están los caminos cortos, que son los últimos 100 kilómetros antes de llegar a Santiago y que también tienes derecho a conseguir La Compostelana. En 2019 se registraron en Santiago 16.000 peregrinos, de los cuales 10.000 empezaron la ruta en Asturias, 4.000 lo hicieron desde Lugo y el resto desde otros puntos. Hay que buscar clientes potenciales para promocionar el trayecto por Asturias y ahí es donde propongo hacer una especie de fomento del mercado que suponemos los jubilados. En Europa somos unos 100 millones, solo convencer al 0.1% ya es un número importante de peregrinos. Hay que convencer a la gente para que empiece la ruta jacobea en Asturias.
-En su momento propuso hacer el Camino de Santiago por Asturias a través de una Red de Quintanas Inteligentes. ¿En qué consiste esa iniciativa?
-Se trata de poner en marcha proyectos piloto donde participen explotaciones agrarias que partiendo del concepto de quintana tradicional y utilizando la agricultura, energías renovables, reutilización de residuos, huerta, reutilicen ese hórreo, panera o pajar que tienen en desuso para hacer una oferta turística. Habilitarlos para dormir, comer, vender productos de la huerta, ofrecer otro tipo de servicios… La creación de una red de quintanas permitiría ofertar un paquete turístico específico para aquellos peregrinos que deseen hacer un Camino lento a Santiago.
“Hay que buscar clientes potenciales para promocionar el trayecto por Asturias y ahí es donde propongo hacer una especie de fomento del mercado que suponemos los jubilados”
-Sus alternativas rompen estándares, ¿no se le han echado encima los puristas?
-Estoy acostumbrado a ser un grito minoritario. Cuando lanzamos el turismo rural en Taramundi, cuando era consejero de Agricultura del Principado por los años 80, nos pusieron de vuelta y media, y nos decían que si queríamos convertir a los ganaderos en camareros. Hoy todo el mundo asegura que fue un invento suyo. Asturias es una región muy conservadora en sentido sociológico no político. En cambio, la gente que sale de aquí es muy innovadora, tenemos a grandes empresarios que fuera son una referencia, jóvenes que están a cargo de importantes proyectos a nivel europeo, personas que han desarrollado ideas y han creado imperios en otros países. Creo que el ambiente de aquí es un entorno de lo más desfavorable para la innovación.
-¿Son necesarias muchas inversiones para potenciar o poner en marcha todas estas iniciativas que sugiere?
-En Asturias no hay problema de dinero sino de ideas. Con los 2.2 millones de euros que hay para la promoción del asturiano, -defender la lengua en estos momentos no me parece inteligente-, montaría un ciclo de conferencias sobre el Camino de Santiago por Asturias a través del Instituto Cervantes, presente en casi todos los países del mundo. Grabaría un vídeo con los paisajes del Camino en Asturias con un buen productor. En paralelo habría que hacer una buena señalización del Camino y te digo que aún me sobra algún millón de ese presupuesto. Se trata de designar presupuesto a cosas que realmente importan y nos pueden dar rentabilidad. Si se pone de moda empezar el Camino en Asturias, tiras de prerrománico, de rutas, paisajes, museos, eso va de boca en boca -como ocurrió en Galicia- y creas tendencia.
“En Asturias no hay problema de dinero sino de ideas”
-Nuestros vecinos gallegos están poniendo nuevas ideas en marcha continuamente.
-Sí. En breve haré un tramo desde La Coruña -también se puede hacer desde El Ferrol- a Santiago que se denomina el Camino Inglés, una de las rutas jacobeas que se utilizaban en la Europa medieval para llegar a Compostela. Y los gallegos que son muy listos lo que han hecho es que certifican la Compostelana si inicias la etapa desde Reino Unido y terminas en Santiago siguiendo esta ruta. Además, han creado el Bono Iacobus -subvencionado por la Xunta que puede ser utilizado para distintas rutas-, por el que puedes recorrer las distintas etapas alojándote en casas rurales y beneficiándote de distintas ventajas que te facilitan el viaje. Aquí habría que crear cosas de ese tipo. Empresas que a lo largo del Camino organicen estancias y más cosas, no pensando en el peregrino en abstracto sino en ese que tiene poder adquisitivo.
Totalmente de acuerdo con este artículo escrito desde la experiencia. Tiene la virtud de enfocarlo desde la creación de riqueza buscando soluciones para la España rural y despoblada. Podíamos añadir los versos de Machado: «Caminante, no hay camino, se hace camino al andar», todo un proyecto o mejor, un conjunto de estrategias públicas y privadas para dinamizar una ruta en alza. También es interesante su postura laica, no católica, que abre el Camino a cualquier actitud religiosa o librepensadora, porque el recorrido es una metáfora de la vida, un desarrollo de las potencialidades de los seres humanos: la sociabilidad, el esfuerzo, la capacidad de organización, la contemplación, el conseguir un objetivo, llegar a una meta, cumplir una promesa…. Muy interesante también el análisis de la procedencia de los peregrinos, movidos no por insulsa o tópicas campañas de marketing, sino por el arte de una película o un libro.