Bimenes

Cada lugar tiene un ambiente invisible, un olor peculiar que lo distingue y logra que se quede grabado para siempre en el recuerdo de nuestra memoria. ¿A qué huele Bimenes? A naturaleza, a carbón, a manzana, a sidra… y...

Después de hacer unos cursillos sobre agricultura ecológica, y posteriormente quedarse en paro, Antonio Reyes decide poner en marcha el proyecto Bimenes Huertas Colaborativas. Hoy junto con Ángel, su socio, han conseguido hacer de esta idea una forma de...

Los Sidros de Valdesoto volvieron a pisar Bimenes el pasado mes de febrero con la idea de recuperar una tradición cultural que en el concejo yerbato estuvo muy arraigada allá por los años sesenta y hoy está casi desaparecida. La...

Perderse en cualquiera de sus bosques y escuchar el sonido de los pájaros, disfrutar de una puesta de sol en la Sierra de Peñamayor, visitar las cabañas donde antaño se ejercía el pastoreo tradicional, saborear algunos de sus platos típicos o conversar con los lugareños, son algunas de las experiencias que nos esperan en este concejo tranquilo con paisajes de ensueño y muchas leyendas.

Con sus acciones, luchan contra la violencia de género, por la igualdad y el empoderamiento de las mujeres, condiciones imprescindibles para llegar a la justicia social.

Hace veinticuatro años un accidente le condujo a una silla de ruedas y le obligó a nacer de nuevo. Esta vez, Aladino Pandiella hizo del deporte adaptado su mejor aliado. Conocedor de su poder rehabilitador no ha dejado de transmitir sus conocimientos a otros que pasan por la circunstancia de la discapacidad.

En medio de abundante vegetación y paralelo al río Pra se encuentra un camino transitado desde la antigüedad por los lugareños que iban a sus molinos para moler la escanda o el maíz.

Este año Bimenes está de aniversario. En junio se cumplen veinte años de la Declaración de Oficialidad de la lengua asturiana en el concejo, así que la fiesta de 2017 será todavía más especial que de costumbre.  

Los vecinos de Bimenes saben que un pueblo sin memoria no tiene futuro ni puede evolucionar.

Los yerbatos se sienten profundamente ligados a sus raíces, su cultura, algo que mantienen vivo y presente en su día a día.