La Federación de Polígonos Industriales de Asturias (APIA) es una de las más cualificadas para hacer balance del estado de la empresa asturiana, ya que agrupa a una gran parte de las asociaciones empresariales de la región. El contacto y la colaboración entre empresas y organismos se plantea como básico en el momento actual.
-¿Cómo puede el asociacionismo empresarial contribuir a impulsar el tejido económico en los momentos actuales?
-En cualquier momento es buena la cooperación entre las empresas y con otros agentes públicos o privados para conseguir objetivos comunes y complementar los recursos y experiencia de unos y otros. Esta afirmación adopta, si cabe, más importancia en los momentos difíciles donde el apoyo entre distintas entidades suple las necesidades o carencias de las otras o las oportunidades pueden beneficiar a todos.
En APIA llevamos quince años apoyando a las empresas de los polígonos a organizarse y a relacionarse entre sí, con los ayuntamientos y con su entorno. Los resultados están ahí, lográndose poco a poco, pero aportando valor a la mejora de los polígonos, a su funcionamiento, a su modernización y favoreciendo el desarrollo de las actividades empresariales.
-Precisamente para paliar los efectos de la crisis, una de las soluciones es establecer marcos de colaboración entre empresas. Un ejemplo es el Proyecto Copit 2011, para la cooperación entre empresas de polígonos industriales y parques tecnológicos, en el que Apia participa por tercer año. ¿Qué resultados está dando este proyecto?
-La mejor contribución está siendo la puesta en contacto de empresas, tanto ubicadas en los polígonos industriales como en los parques tecnológicos, de forma que puedan negociar entre sí, acudir juntos al desarrollo de un proyecto, exportar en común, complementarse ante la necesidad de un cliente o acudir conjuntamente a un proveedor.
El proyecto lleva tres años en funcionamiento y va teniendo resultados en cuanto al objetivo principal, de cooperación y a otros secundarios vinculados al principal mediante asesoramiento a las empresas, formación, apoyo a las entidades gestoras de los polígonos y parques, etc.
Se están consiguiendo logros pero quizá en estos tiempos sería deseable que fueran mayores, precisamente por la importancia de apoyarse unas empresas en otras para poder salir de esta crisis o al menos mantenerse.
“Muchas veces no se trata de estar o no suficientemente preparado, sobre todo cuando no depende exclusivamente de ti la superación de estos momentos duros”
-Uno de los grandes campos de trabajo de Apia es defender las actividades empresariales ante las distintas administraciones. ¿Por qué vías se busca potenciar la relación entre ambas partes (administración-empresa) en este contexto de crisis?
-Evidentemente lo dicho se puede aplicar a la relación con las administraciones ya que más que nunca hay que ser innovadores y aprovechar las oportunidades que se presentan para compensar la escasez en los recursos.
Nuestro ámbito de actuación en el funcionamiento y mejora de los polígonos requiere la aportación de recursos, sin duda, pero también maximizar los rendimientos y revisar los modelos de gestión y los servicios para sacar el mayor provecho posible.
No cabe duda que la aportación conjunta en recursos humanos, económicos, materiales, tecnológicos y una buena gestión de los mismos priorizando y planificando las actuaciones tienen que ser una constante en estos tiempos.
Además de las relaciones a nivel regional, estamos realizando una campaña intensa con las administraciones locales y los polígonos federados en cada municipio para buscar entre todos la continuidad en la gestión de las áreas empresariales y los objetivos de respuesta a las necesidades que se plantean. La cooperación entre las partes como única forma de llevar adelante estas áreas y, por supuesto, a las empresas que están en ellas es la mejor forma de gestionarlas.
-Las empresas asturianas se caracterizan por un gasto más alto en I+D, un aumento de la actividad exportadora, un alto número de certificaciones de calidad… son todo signos positivos, pero ¿están las empresas asturianas suficientemente preparadas para afrontar la crisis, o necesitan ver potenciados otros campos?
-No se puede generalizar, ya que habrá todo tipo de circunstancias. Muchas veces no se trata de estar o no suficientemente preparado, sobre todo cuando no depende exclusivamente de ti la superación de estos momentos duros.
Por nuestra actividad, estamos continuamente en contacto con las empresas y se perciben esfuerzos importantes, planteamientos serios, trabajo incansable y sacrificios considerables pero al mismo tiempo la impotencia de poderlo cambiar todo y de tomar decisiones individuales cuando muchas de las situaciones y soluciones dependen de muchos factores externos sobre los que se puede influir muy parcialmente.
No obstante, los indicadores mencionados son siempre un signo esperanzador ya que muestran una mirada hacia el presente y el futuro buscando amplitud de mercados, espíritu de crecimiento, querer hacer bien las cosas y no estancarse.
Las organizaciones empresariales en general y APIA en particular debemos estar al lado de la empresa e ir incluso por delante para favorecerles el camino. Sirva nuestro ofrecimiento para todas las empresas ubicadas en los polígonos en la medida que podemos servir de punto de cooperación u apoyo.