Con una importantísima tradición industrial y empresarial, la comarca de Avilés afronta el futuro con ideas y la participación de las partes implicadas. Las acciones de la Cámara de Avilés van encaminadas a generar ese movimiento, bien en forma de actividades de formación, promoción o apoyo a la exportación, entre otros campos.
-La promoción de las exportaciones es uno de los trabajos de la Cámara. ¿Qué exporta Asturias y qué líneas hay que potenciar en ese sentido?
-Nuestra comarca es muy potente en este campo, puesto que tenemos a empresas como ArcelorMittal, Asturiana de Zinc, Alcoa, y también Saint Gobain, la antigua Cristalería Española. Además tenemos un sector muy importante ubicado en el PEPA y dedicado a los bienes de equipo, que está funcionando relativamente bien. Por otra parte, nuestra rula es una de las más importantes del norte de España, y una gran parte del pescado que se compra aquí se destina a la exportación. Es un sector que no está pasando por su mejor momento, pero eso no está relacionado con la crisis sino con que este año han fallado costeras como la xarda o el bonito, que tiene más que ver con el clima entre otros factores.
-Muchas de las empresas nombradas son multinacionales. ¿Se sigue apostando por España, por Asturias concretamente, para invertir?
-En Avilés y Gijón se están cuidando mucho las desinstalaciones, y se están mejorando e incluso ampliando algunas instalaciones concretas, así que hay lugar para el optimismo.
-¿Hasta qué punto es importante la formación continua para potenciar la competitividad?
-Es una de las cosas que más intentamos cuidar desde esta Cámara, porque estamos convencidos de que es uno de los puntales para que una empresas pueda subsistir o entrar en el mercado. En ese sentido, este año han pasado más de mil personas por aquí, no sólo empresarios, sino gente de los sectores de comercio o industria. Y vamos a seguir apostando, aunque económicamente estamos en una situación delicada porque nos han retirado las cuotas obligatorias y dependemos de las ayudas del gobierno, tanto regional como nacional.
-¿Cómo contribuye la organización de ferias y salones profesionales a aumentar el volumen de negocio?
-Las ferias crean riqueza y repercuten en la economía de la comarca, porque detrás de una feria hay muchas cosas: expositores que dan trabajo a la hora de instalar el stand, que se alojan en hoteles, que hacen que los restaurantes se muevan…
-La Cámara tiene muchos frentes abiertos, en un momento en el que hay que tener iniciativa e imaginación para hacer frente a los problemas.
-Lo que no podemos hacer es quedarnos parados. La situación será mejor o peor, pero hay que intentar ir hacia adelante. Así lo hacemos nosotros, porque como Cámara tenemos que dar ejemplo de funcionamiento, y de ese modo hemos conseguido que mucha gente que no había entrado aquí cruce nuestra puerta. Hoy convocamos una reunión de comerciantes y acude un número importante, lo que quiere decir que estamos creando un ambiente de unión.
-Avilés y su demarcación es una zona tradicionalmente industrial y empresarial, que a lo largo de su historia ha sobrevivido a varias crisis. ¿Cómo está haciendo frente a la actual?
-La historia está clara: el comercio, gracias al puerto de Avilés, ha sido importantísimo. Luego empezó a llegar la industria, y alrededor de eso se van formado empresas de bienes de equipo. Una tercera fase sería el turismo, concretamente tenemos el Niemeyer, algo por lo que la Cámara apostó desde el principio. Y ahora, alrededor del Niemeyer, se pueden vender muchas otras cosas: a diez kilómetros tienes un campo de golf, o puedes pasar el día en las playas de Castrillón, o dentro de poco ir a visitar la mina de Arnao… hay variadas opciones para que la gente se quede por aquí.