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lunes 25, noviembre 2024

Trabajos verticales. Desafiando a la gravedad

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Llevan a cabo su labor cotidiana suspendidos de cuerdas y arneses. Diariamente desafían a la gravedad gracias a la técnica y a estudiados sistemas de seguridad. Son los trabajadores verticales, una profesión que en los últimos años se ha extendido notablemente.

A menudo paseando por ciudades asturianas podemos ver a obreros rehabilitando fachadas, reparando tejados o limpiando canalones, suspendidos de cuerdas y arneses para poder desarrollar su trabajo. Están llevando a cabo trabajos verticales, una profesión que en los años 80 se dio a conocer en nuestro país pero cuyos inicios hay que situarlos en las plataformas petrolíferas del mar del Norte y en países como Estados Unidos, donde la construcción de grandes edificios, puentes u otras megaestructuras en la década de los 50, activó una demanda hasta entonces poco contemplada. Hacían falta personas capaces de acceder a lugares de gran altura o difícil acceso. Los primeros en ponerse manos a la obra surgieron del gremio de escaladores y espeleólogos, personas conocedoras de técnicas de anclaje, descenso y otras, que en los primeros momentos sirvieron para descolgarse por una pared, fuera de piedra o de ladrillo. Así, desde las fachadas de los grandes rascacielos, estos primeros trabajadores de la altura sorprendían al mundo por su audacia y valentía. Era el nacimiento de una especialidad que con los años se ha profesionalizado, mejorando sensiblemente tanto en técnica como en medidas de seguridad.
“Según la normativa vigente se denominan trabajos verticales a las técnicas para realizar trabajos temporales en altura que se basan en la utilización de un sistema para el acceso y posicionamiento mediante cuerdas”, así lo define ANETVA, la Asociación Nacional de Empresas de Trabajos Verticales en la recientemente publicada Guía Técnica de Equipos de Trabajo. La Asociación se formó en 1993 con el objetivo de aunar y defender intereses comunes y estructurar a un sector en desarrollo, y aunque ellos mismos aseguran que queda mucho aún por hacer, la realidad es que con su trabajo han conseguido un mayor reconocimiento de esta actividad en España.

Los inicios de los trabajos verticales hay que situarlos en países como EE.UU., donde la construcción de grandes edificios en los años 50 activó una demanda hasta entonces poco contemplada.

En Asturias son varias las empresas que se dedican a trabajos verticales y las que han incluido estos trabajos como complemento a su labor profesional. Y aunque mayormente se ha asociado esta actividad a la construcción, ya que la mayoría de las empresas que la llevan a cabo se encuadran en este sector, la realidad es que su espectro de acción es mucho más amplio. Los trabajadores de esta actividad instalan paneles y carteles publicitarios, limpian fachadas y canalones, realizan trabajos en aereogeneradores, labores de pintura, instalan antenas, pararrayos, sistemas de control de aves urbanas y un largo etcétera.
Vicente González, administrador de la empresa asturiana Obras Generales del Norte y Rehabilitaciones, explica que para poder llevar a cabo este tipo de trabajos “es necesario cumplir los requisitos y condiciones que se recogen en el RD 217/2004 del 12 de noviembre relativo al uso de los equipos de trabajo y medidas de seguridad. Y es la empresa la responsable de dar a los trabajadores una formación adecuada, así como de proporcionarles equipos de trabajo y seguridad homologados y utilizar procedimientos seguros”.
Las ventajas de este tipo de trabajo con respecto a otros procedimientos como el montaje de andamios son claras: “en tiempos de crisis, la gran ventaja es la económica. Los andamios resultan muy costosos y originan muchas molestias, además en ocasiones los trabajos deben ser realizados en zonas de difícil acceso a las que de esta forma se llega rápidamente”, expone Vicente, que lleva más de una década trabajando en este sector y actualmente se ha especializado en trabajos verticales en tejados, fachadas y patios.
Entre las lagunas todavía existentes en este sector se encuentra la acreditación de la profesión, ya que no existe una titulación reglada específica. “Lo que hay -explica Cruz Díez, de la Fundación Laboral de la Construcción del Principado de Asturias- son cursos de formación específicos de trabajos verticales donde sobre todo enseñan a manejar los sistemas verticales: instalar cuerdas, hacer nudos, fijaciones, anclajes, etc., cosas centradas sobre todo en la seguridad”. A los cursos de “Trabajos verticales” que está impartiendo la Fundación acuden sobre todo trabajadores entre los 20 y los 35 años. “La mayoría de los participantes ya tienen una cualificación profesional y quieren dedicarse a trabajos en altura; un porcentaje alto de la gente que viene ha escalado alguna vez”
Formación y prevención son dos conceptos que se dan la mano a la hora de la capacitación profesional de los trabajadores verticales. Arsenio Valbuena, de Elinor, empresa con una extensa trayectoria en prevención de riesgos laborales, incide en la importancia de la formación práctica, para lo cual la empresa utiliza una nave de prácticas, en un entorno «living lab», que reproduce lugares de trabajo (con instalaciones en altura, entre otras). “Son instalaciones preparadas especialmente para dar formación profesional y formación en prevención de riesgos laborales, de tal manera que alguien que no sepa nada de trabajos en altura puede salir con doble formación y acreditación”.

A pesar del riesgo que asumen los trabajadores verticales en su profesión, los datos de accidentalidad revelan que en este sector apenas se producen accidentes.

La crisis económica no ha afectado sensiblemente a la demanda de este tipo de trabajos, pero en cambio ha propiciado la aparición de nuevas empresas que sin ser especializadas ofrecen este tipo de servicios. De esta manera se incrementa la oferta en detrimento de la seguridad, la profesionalidad y la calidad del trabajo. Y es que además de los conocimientos correspondientes al gremio al que pertenezca el trabajador (limpieza, fontanería, construcción, etc.), éste ha de estar formado en prevención de riesgos laborales e instruido en las técnicas de trabajos verticales. Encontrar operarios bien formados en este terreno no siempre es fácil. “Colgarse se cuelga cualquiera, pero lo importante son las habilidades que tienes cuando estás suspendido. Es algo así como tener dos profesiones: saber colgarse y saber trabajar”, valora Israel Rodríguez Casas, de Vertinort, tras once años dedicado a trabajos en altura tiene experiencia en el tema, reconoce que la primera vez que se puso a trabajar su pensamiento era “que no se parta la cuerda” y afirma que para realizar con garantías este tipo de trabajos “hay que tener la cabeza muy fría”.
Ignacio Cárcaba, de Vertical Tratamiento y Aplicaciones, llegó a este sector debido a su afición a la montaña, por lo que ya sabía cómo manejar las cuerdas, subir y descender por ellas, pero afirma que “la técnica a la hora de trabajar no se parece en nada. En cuanto estás en una pared no te vale de nada la montaña”.
Las tareas que requieren de estos trabajadores son sumamente variadas. Cárcaba explica que a ellos les han llamado para cosas tan diferentes como quitar un panal de abejas de una fachada, colocar una chimenea, pintar patios de luces, limpiar cristales, aunque cuenta que su trabajo más complicado fue dentro de unos silos de carbón de la central térmica de Aboño, donde tuvieron que picar escoria. “Estás en altura, en un espacio confinado -que incrementa el riesgo- y además trabajando con un martillo neumático, lo cual también dificulta la maniobra”.

Trabajos verticales
Trabajos verticales en un aerogenerador / Foto: ANETVA
A pesar del riesgo que asumen los trabajadores verticales en su profesión, los datos de accidentalidad revelan que es un sector en el que se producen muy pocos accidentes. Antonio Mola, de Vertikalia, asegura que a pesar de lo arriesgado que parece “la realidad es que estás colgado de una cuerda que soporta hasta 2.500 kilos; a la vez tienes otra cuerda de seguridad por si falla la primera; los anclajes son múltiples, nunca están a un solo punto, sino a dos, tres o cuatro. Es un trabajo seguro, siempre y cuando se hagan bien las cosas. El montaje de andamios, por ejemplo, es mucho más peligroso”.
La actualización de los conocimientos es muy importante, tanto en lo concerniente a las técnicas empleadas como en cuestiones relativas al material, ya que constantemente salen nuevos productos al mercado que facilitan las ejecuciones en altura. Desde hace algunos años, el material utilizado se ha ido especializando hasta cumplir las normas EN de ámbito industrial, diferenciándose así de los tradicionales dispositivos utilizados en espeleología o escalada.
Ante la proliferación de pequeñas empresas que se inician en el mundo vertical, voces autorizadas en el sector recuerdan la necesidad de tener una formación adecuada, ya que en muchos casos es el propio desconocimiento el que impide a los nuevos empresarios cumplir los requisitos necesarios para actuar con total seguridad y bajo la normativa existente.
Así mismo, los profesionales del sector alertan del creciente intrusismo laboral, que permite a las empresas reducir costes a sus clientes, en detrimento de la calidad en los trabajos y la seguridad en las instalaciones y los procedimientos.

Manuel Taibo. Monitor especializado en altura y trabajos confinados

Manuel Taibo es también el coordinador de Prevención de Riesgos en la Montaña de la Federación de Escalada y Montañas del Principado de Asturias. En el año 1994 comenzó a asesorar sobre equipamiento para trabajos verticales y ahora imparte todo tipo de cursos formativos sobre trabajos en altura.

-El público en general tiende a confundir trabajos en altura con trabajos verticales.
-Los trabajos verticales son una especialidad de los trabajos en altura, con lo cual la relación es muy intensa. Los trabajos verticales son aquellos trabajos en altura que se hacen en suspensión, es decir, aquellos en los que se utilizan medidas flexibles y/o cuerdas. Luego los trabajos en altura se pueden realizar en andamios, escaleras de mano, plataformas elevadoras móviles, etc, y muchas veces se combinan con los trabajos verticales.
-¿Es exigente la cualificación para ser un trabajador vertical?
-No es difícil, pero no todos los trabajadores sirven para trabajos verticales. Digamos que el propio trabajo tiene unos aspectos psíquicos y físicos que son importantes, y ahí es donde está la criba. Hace falta un cierto control de uno mismo, y además hay que mantenerlo durante mucho tiempo. Y evidentemente un trabajador vertical tiene que estar en un estado físico bastante aceptable, ya que hay que estar colgado y subiendo por cuerdas de una manera prácticamente continua.
-¿Es tan peligrosa esta actividad como parece a simple vista?
-Hay que comentar que en esta actividad la accidentalidad es mínima. En los últimos dos o tres años en Asturias sólo hubo un accidente, sin embargo, si nos trasladamos a trabajos en altura ya se dispara la estadística. Esto es debido a la percepción del riesgo, ya que cuando te descuelgas a una altura tienes una sensación vertiginosa, sin embargo si subes a un andamio no sientes lo mismo. La mayor parte de los accidentes en altura se producen entre 3,50 y 6 metros porque es donde a las personas nos cuesta mucho más percibir el riesgo existente.

David Cendal. Director Gerente de ANETVA

La Asociación Nacional de Empresas de Trabajos Verticales se constituyó oficialmente en el año 1993, y en la actualidad agrupa a un importante número de empresas repartidas por todo el territorio nacional.

-¿Tienen los trabajos verticales un reconocimiento específico de la profesión?
Como profesión la actividad de los trabajos verticales en nuestro país no tiene reconocimiento oficial, al igual que la formación, que si bien es obligatoria por lo dispuesto en el RD 2177/2004, no tiene tal consideración en cuanto a niveles profesionales, capacidades, competencias, etc. ANETVA sí que tiene establecidos, desde hace más de 14 años, unos niveles profesionales que reconocen la capacidad, competencias, responsabilidades, etc., de los trabajadores verticales en el ejercicio de esta actividad. Además tiene procesos formativos, y documentos que facilitan el aprendizaje de las técnicas, como el Manual de Formación en Técnicas de Trabajos Verticales.
-¿Qué requisitos debe cumplir una empresa de trabajos verticales para poder operar?
Ninguno distinto que el de otra empresa respecto de los requisitos generales de constitución, formalización, etc., para operar en el tráfico mercantil. Sí que por la actividad, es necesario que la empresa que quiera ejecutar trabajos verticales, tenga un plan de prevención adecuado para lo que requiere esta actividad. Tiene que contar con un seguro de responsabilidad civil en el que se identifique y exprese adecuadamente que la actividad que la empresa desarrolla son las técnicas de acceso y posicionamiento mediante cuerdas para realizar tareas o trabajos en altura, y ha de formar a los trabajadores en el conocimiento de las técnicas.
-A menudo se relacionan los trabajos verticales con deportistas de escalada o alpinismo. ¿Es esta una imagen ya en desuso?
En los orígenes era así, y aún en la actualidad puede que ocurra, pero cada vez menos. La formación y la especialización de los trabajadores verticales nada tiene que ver con el mundo deportivo. Cada vez más se identifica al trabajador vertical como un profesional o especialista, que utiliza un sistema o un equipo de trabajo para ejecutar un trabajo en altura. Lamentablemente, y por un total desconocimiento, sí que aún se les denominan como alpinistas o escaladores, y contra esto la Asociación sigue luchando, con el objeto de que se les identifique como trabajadores verticales.
-¿Con qué dificultades se encuentran las empresas de trabajos verticales? ¿Existe en el mercado mucha competencia desleal?
Las mismas que todas las empresas a nivel de tráfico mercantil, si bien hay algunas específicas como la justificación de su aplicación, la falta de reconocimiento de la formación profesional, el desconocimiento de la actividad por parte de otras empresas que les facilitan servicios, y sobre todo la competencia desleal. Este es un sector o actividad que se encuentra muy atomizado, y la falta de conocimiento y exigencias a la hora de la contratación, sobre todo en el ámbito o medio urbano, dificulta que empresas que sí cumplen con lo establecido puedan operar con normalidad.

Directorio de Servicios de trabajos verticales

O.G.D.N (OBRAS GENERALES DEL NORTE Y REHABILITACIONES)
C/DANIEL MOYANO 26-1ºB
33011- OVIEDO (ASTURIAS)
Tfno: 684.615997/99 984.112846
VERTINORT
C/MEJICO Nº6-5ºC
33011- OVIEDO (ASTURIAS)
Tfno-Fax: 984.281346 610.880269/687 202 912

ELINOR SERVICIOS AVANZADOS EN PREVENCION
C/TRAVESIA DEL YUNQUE, 18 (EN EL PASEO DE LA RIA DE AVILES)
33402- AVILES (ASTURIAS)
Tfno: 984.150530
VERTIKALIA TRABAJOS DE ALTURA
Tfno: 615.497021 / 617 027 475
VERTICAL TRATAMIENTOS Y APLICACIONES
GASCONA, 12-ENTLO.
33001- OVIEDO (ASTURIAS)
Tfno: 985.210175 616.375269

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